La sostenibilidad está en la hoja de ruta de todo tipo de organizaciones. El compromiso de la Dirección es fundamental y concienciar a los empleados una obligación. La tecnología se suma a esta corriente con objeto de favorecer una energía más limpia. Accenture y Salesforce son dos ejemplos de compañías que tienen la sostenibilidad como estrategia.
Computing España ha querido abordar el fenómeno de la sostenibilidad, que está tomando un peso cada vez mayor en la estrategia de las empresas y las elecciones del consumidor. En el mundo tecnológico, una de las prioridades es rebajar la huella de carbono y conseguir tecnología cada vez más potente y limpia.
Entre las grandes compañías se están afianzando alianzas con compromisos ligados a la sostenibilidad, como es el acuerdo rubricado entre Salesforce y Accenture a nivel global. Y entre las empresas ya hay ejemplos que apuestan por reducir su impacto en el medio ambiente gracias a la tecnología, como Salesforce Sustainability Cloud. Este es el caso de ISDI (Escuela de Negocios y Centro de Formación Autorizado de Salesforce en todo el mundo) que, gracias a dicha plataforma, puede monitorizar, analizar y comunicar rápidamente datos medioambientales fiables en sus centros, lo que le permite modificar acciones para reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero.
Desde otro entorno bien diferente, como es el mundo de la banca, se pronuncia sobre la corriente sostenible que rodea las estrategias de estas entidades, Ignacio Brime, IT Enterprise Clients Solutions de BBVA, quien trabaja en el desarrollo de proyectos TIC para banca de empresas. “El mandato viene muy de arriba, con unas guías estratégicas muy marcadas y la sostenibilidad es uno de los pilares por los que se está apostando, ahí hay viento de cola dentro de la casa y si un proyecto tiene la etiqueta de sostenibilidad abre bastantes puertas. Es una de las apuestas estratégicas a largo plazo del banco, todo han sido facilidades”, señala el directivo.
Tiene además claro que “vivimos un momento de explosión creativa y, al priorizar proyectos, se pide que se vean desde diferentes ópticas y una de ellas es la sostenibilidad. En mi caso, se centra en el cálculo de la huella de carbono, que es bastante sostenible, en otros países, ocurre en cambio que la S y la G tienen más peso que la E” -en referencia a los criterios ESG (Environmental, Social, Governance)-.
Información y datos
Un punto de vista similar lo aporta Nicolás Martínez, CIO GDF, PDM & ESG Coordinator de Santander CIB, ya que habla de que existe mucho apoyo por parte de Dirección, sesgado alrededor del clima. “En nuestro caso, la S y la G no están en el foco, está en el mundo del clima, apalancándonos mucho en el tema eólico”. Pero también ahonda en el ámbito de los datos, refiriéndose tanto a los que adquieren como al desarrollo con reingeniería en los procesos de negocio para alimentar ciertos datos. Al respecto, declara que la entidad “lanza proyectos para digitalizar y, en casos como en las centrales eólicas, grabamos la información al igual que cuando financiamos un avión, para ver cuánto CO2 emite; cambiamos muchos procesos de admisión y de seguimiento para intentar guardar esa información y luego ver cómo la explotamos”. Pero Nicolás Martínez es tajante: “Estamos todavía viendo la punta del iceberg”.
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