Las empresas ansían palpar el mercado y buscan nuevas fórmulas para llegar a sus clientes, concentrándose en sus necesidades y ahorrando costes mediante planteamientos innovadores. Estos son los condicionantes del Big Data. Utilizar la explosión de datos que proliferan con los smartphones, las tabletas y el Internet de las cosas para poder gestionar tal lluvia de información, y reaccionar a tiempo con ofertas más adecuadas a la realidad. Todos los grandes proveedores de TI, ya sea provenientes del mundo del hardware, el almacenamiento o el software están tomando posiciones en Big Data, conscientes de que es un reto que tarde o temprano tienen que abordar las empresas. Para ello están adquiriendo compañías y tecnologías que les permitan configurar una oferta consistente en torno a este fenómeno. Cada cual desea posicionarse como proveedor global, y busca diferenciarse con sus competidores. En el caso de Software AG, su propuesta se llama Fast Data, un paso más allá del Big Data y que pone el acento en la rapidez de flujo de la información mediante el uso de sistemas in memory y de buses de muy baja latencia. Todo ello dotado de seguridad, un gestor de eventos complejos y un modelo analítico que a través de patrones de comportamiento permiten a las organizaciones alcanzar la eficiencia en sus procesos de negocio.
Días atrás Computing, en colaboración con Software AG, reunió a un grupo de CIO de empresas representativas de diversos sectores para profundizar sobre el concepto de Fast Data y conocer de primera mano la estrategias que estas organizaciones están trazando en Big Data.
Visión de los responsables TI
Raimundo Gonzalo, director de Logística y Sistemas de Alcampo, fue el primer CIO en exponer su posición: “en Big Data no estamos haciendo nada, ni tenemos intención de abordarlo de momento”. Como experto conocedor de la logística, sabe que la clave reside en que todo esté alineado al negocio. “Fuimos los primeros en descartar la tarjeta de fidelidad -Walmart tampoco la tiene-. Alcampo maneja gran cantidad de datos y hace uso de un gran abanico de herramientas, sin embargo la decisión en tiempo real no resulta crítica”, como argumenta Gonzalo, y de ahí estriba que el Big Data no sea algo estratégico por el momento para esta cadena de distribución. Sin embargo, el CIO de Alcampo comenta una solución que han implantado en algunos retailers del Reino Unido por la cual se calcula, en la emisión del ticket, la diferencia con los precios de la competencia y se abona al cliente. Y es que el mundo de la logística tiene diversos escenarios. Empresas como Seven Eleven reponen sus lineales dos veces al día, mientras que Alcampo sólo lo hace una vez. Como explica el CIO, en retail hay dos tendencias, trabajar con stock o sin stock, y su cadena se decanta por la segunda. Internet también es estratégico para Alcampo, si bien en función de la naturaleza del artículo, el mundo online tiene mayor o menor penetración. Como ejemplo, en alimentación, en una empresa como Tesco, el e-commerce apenas supone el 6%. Y en el caso de la no alimentación, Raimundo Gonzalo ve una proyección imparable en Internet, con precipitadores como Amazon.
Para una firma de Contact Center como Atento, que trabaja con organizaciones de todos los sectores, el acceso a la información tiene mucha relevancia. Jesús Moreno, director de Tecnología e Infraestructura, opina que “las redes sociales y Big Data se van a tener que integrar en la venta. Un profesional tiene que tener capacidad de decisión con datos analíticos”. Big Data es una realidad, desde su punto de vista, “ya que analiza las conversaciones, puede detectar el estado de ánimo de un cliente por la voz, e integrarlo en nuestro negocio”. La cara de la atención es muy importante, “necesitas saber si un producto es más barato, si tienes stock. Para la venta telefónica resulta crucial saber cómo está el mercado. Cuando el impacto de tu marca es negativo, hay que cambiar el mensaje y las personas tienen que disponer de esa información”.
Gestamp, un fabricante de componentes métalicos para el sector del automóvil presente en 19 países y con una facturación próxima a los 5.800 millones, es otro caso donde el gran manejo de datos no requiere de tiempo real como aspecto estratégico. Pablo de la Puente Mora-Figueroa, director corporativo IT, explica que “recogemos mucha información para la planificación y la gestión del ‘just in time’. Estamos trabajando en la definición de procesos globales, pero no tenemos requerimientos de Big Data”. Acciona por su parte representa un conglomerado de empresas de promoción y gestión de infraestructuras, energías renovables, agua y servicios, lo cual supone un grupo de negocios cuyo interés hacia el Big Data no es uniforme. “Hasta hace poco, la preocupación era almacenar los datos, ahora hay que pensar qué hacer con esos datos”, comenta Antonio Holguín, director de Tecnología y Comunicaciones de Acciona. Según Holguín, la línea de negocio Acciona Energía sí requiere tiempo real, lo mismo sucede con Acciona Agua, y con la naviera Transmediterránea. “Tenemos que avanzar… no sólo vale almacenar información, hay que extraerla de forma inteligente para poder apalancar unos negocios con otros. Big Data va a ser un paso más, y el mercado lo tiene que dar”. En este punto, Gonzalo Landaluce, vicepresidente de Ventas de Software AG, cree que el gran detonante del Big Data pueden ser las smart cities.
A Renfe, Big Data le ha pillado con el paso cambiado. La empresa está en pleno proceso de transformación tecnológica, ha cambiado el backoffice de recursos humanos y están introduciendo un nuevo modelo de venta de billetes. “Estas iniciativas generan mucha información. Estamos trabajando en mejorar el acceso a la información como servicio, y en qué podamos ofrecer a clientes”, describe Alfonso Taboadela, gerente de Comunicación y Sistemas de Gestión de Renfe. La operadora de transportes ferroviarios está abordando, por un lado, una mejora en el tratamiento de los datos con sistemas in memory y, por otro, un cambio estratégico del CRM. “Hasta ahora, los clientes de Renfe eran anónimos. Esto está cambiando con tarjetas de fidelización que dan mucha información de los clientes en las redes sociales. Queremos personalizar la experiencia del cliente en la web, poder ofertar productos acordes con su demanda”, explica Taboadela. El paradigma es homologar las fuentes de in formación heteorgéneas, sacar inteligencia del CRM y obtener una visión personalizada del usuario. En este sentido, la inteligencia del dato resulta crucial. ¿Pero de quién depende que salga adelante un proyecto de Big Data? Taboadela lo tiene claro: “las iniciativas son del negocio con el visado del área de sistemas”.
Gonzalo de Alcampo matiza: “la iniciativa puede proceder de cualquiera, pero siempre tiene que haber un espónsor del negocio”. Para Gestamp, “depende del modelo de TI, si se es centro de costes o si tienes cuentas de resultados. Los proyectos que salen adelante son los que le dan valor al negocio. Los de mejora de procesos no pasan por negocio”. Otra cuestión que surge es si resulta caro Big Data. Gonzalo Landaluce cree que fundamentalmente es “rentable”. “En España hay más Big Data donde es más relevante la formación de patrones de cliente para tomar decisiones. Seguros y Banca tratan de obtener esos patrones y hacen uso de este modelo de TI”, ilustra Landaluce. Y añade que “Amazon sabe qué libros le gustan a sus lectores y eso requiere Big Data. El tiempo real es importante en la banca de activos. En los negocios tecnológicos, las decisiones las toman los sistemas. Una empresa que vende en Internet si no sale primero en el ‘search’ está perdido”. En suma, Big Data se resume en conocer tu propia empresa y tu negocio y saber qué puedes aportar al mercado.