El mercado está en constante movimiento, no es ninguna novedad, y los intereses van fluctuando para mejorar la productividad y ganar eficiencia. De esto se han dado cuenta y en los sectores que usan la automatización de procesos se ha dejado de focalizarse únicamente en la hiperautonomía para también tener en cuenta los procesos en paralelo. Se ha comenzado a observar la hiperautomatización de procesos complejos.
Este fue el tema de presentación del encuentro celebrado por Computing junto con Appian en Madrid en el que se abordó cuál es el futuro de la automatización inteligente y su gestión.
“La automatización basada en RPA está madura y no cuesta explicarla porque se ha demostrado que funciona y da fiabilidad, eficiencia y asegura el resultado” compartía Pedro Martínez Quero, director de Operaciones IT de Sanitas. En el grupo sanitario se ha empezado a utilizar la inteligencia artificial para citar, resolver dudas… “Ya no solo es atender tareas, sino acompañarlas en todo el proceso”, afirmaba Martínez Quero. Para ello, desde Negocio han tenido que reestablecer una estrategia.
Una de las características diferenciales de la automatización, según Jonás Delgado, Intelligent Cloud Team Leader de Galp, es la tendencia a disminuir el error humano, pero a su vez el empleado debe dar valor a la hora de gestionar las incidencias. Por ello cree conveniente dar “acceso a los recursos y el control de costes a los departamentos implicados para que se vayan orientando a la automatización y cualquier trabajador pueda hacer una petición cloud teniendo en mente los costes antes de realizar la solicitud”, sostenía Delgado.
Para David García, Head of IT en Havas España, la clave está en que “el robot sea capaz de elegir. Ahora hacen lo que les mandas, pero son incapaces de tomar decisiones. Es el momento de empezar a introducir la inteligencia al robot. La robotización nos ayuda, pero el siguiente paso es hacerla inteligente”, sentenciaba García.
Al encuentro también asistió José María Casado, responsable de Soporte y Operaciones del grupo Vocento. Casado afirmaba que en el grupo se utilizaba el RPA para la publicidad programática de una manera indirecta, pero aún están en la fase de comprobar la usabilidad y monetizar los sistemas para utilizarlo en otros ámbitos de la empresa.
La robotización ayuda, pero el siguiente paso es hacerla inteligente
En Prosegur, en cambio, comenzaron a utilizar la robotización en 2017 para impulsar la transformación digital y han realizado más de 300 procesos en tres años. Fernando Cisneros, director corporativo de Digitalización, Automatización y Robótica (CREAD) de Prosegur, definía la hiperautomatización como “una ensalada tecnológica con sustrato de inteligencia artificial, pero donde cabe todo”.
En la empresa de seguridad utilizan la automatización para digitalizar contenidos o realizar facturas de extremo a extremos sin participación humana.
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La aceptación de la automatización
La aceptación de la automatización depende en gran medida del grado de comprensión del usuario. Esta concienciación se encuentra con una barrera cuando se plantea como una intimidación. “El mayor freno es una persona amenazada porque se pone a la defensiva”, sostiene Cisneros. El director de CREAD da tres claves para vencer las fronteras de las personas: la comunicación, la formación y el sentimiento corporativo.
Además de estos tres puntos en el encuentro de Computing se recomendó encontrar la manera de percibir el valor del todo y establecer un modelo de gobierno integrador de tecnología y personas.
Pedro Martínez Quero ve la aceptación como un viaje conjunto entre las personas y la tecnología que se divide en tres etapas:
- RPA para todo.
- Generar apetito. Este es el momento en el que Negocio pide a TI la tecnología.
- Procesos de negocio que solo están operativos si nacen automatizados.
Para Jonás Delgado el problema no es únicamente que el empleado se sienta amenazado, sino que no saben ver el valor y por ello se produce “la resiliencia al cambio por la falta de concienciación, pero la digitalización es el día a día del negocio”.
En este punto Ángel Nebrera, Senior Account Executive de Appian, creía que las nuevas tecnologías hacen que se pueda entender todo mejor desde Negocio y que “la resistencia al cambio es difícil, pero Negocio tiene que ver el valor de alcanzar madurez”.
Que la IA sepa cosas no es relevante, pero sí lo es la capacidad de comprender al humano
Por su parte, David García, sostenía que la inteligencia artificial aplicada a la robotización puede ayudar a Negocio porque puede facilitar la toma de decisiones, pero puede surgir miedo en los medios. Por ello, es esencial concienciar y convencer a los usuarios.
Fernando Cisneros confirmaba que “que la IA sepa cosas no es relevante, pero sí lo es la capacidad de comprender al humano”. Por eso cree conveniente buscar lo positivo para Negocio para que puedan participar en la digitalización.
En el grupo Vocento viven un panorama diferente. Ante la robotización, los impedimentos no los ponen los usuarios, ya que no lo ven como una amenaza sino como una herramienta complementaria.
Los empleados no lo reciben con entusiasmo, pero tampoco se enfrentan a su implantación. José María Casado considera necesario recuperar la confianza para que en todos los niveles sean conscientes de que “quita trabajo, pero no el trabajo”.
Low Code
El low code y el no code se está implantando como filosofía digital y cada vez más empresas buscan prescindir de los programadores. Esto sucede, en parte, por la escasez de talento que existe.
En la comida ejecutiva se compartieron diferentes ideas acerca de esta programación. Angel Nebrera explicó que para el caso de aplicaciones críticas de negocio como las que ha día de hoy está gestionando Appian, el No Code es muy complicado debido al fuerte componente de integraciones y desarrollos a medida. En cambio, en Vocento sí se confía en ello por la escasez de programadores, la reducción de costes ante la misma funcionalidad y la disminución de horas dedicadas. Para Jonás Delgado es esencial tener claro el orden a la hora de desarrollar los procesos y en Prosegur se contempla el low code como una manera de entregar el valor lo antes posible a la organización sin que la tecnología sea lo importante.
David Gómez, Account Executive de Appian, consideraba que ante cualquier tecnología hay que tener en cuenta tres factores: el grado de madurez tecnológica de la empresa, cómo justificar el uso de la tecnología y cómo se entrega el valor.
Pedro Martínez Quero sentenciaba que más allá de qué procesos concretos se utilicen el departamento TI “no ha de ser importante, sino relevante”.