¿Es el precio el gran valor del cloud?
S. S.: Absolutamente. En cualquiera de sus modalidades: tanto de la nube privada (en instalaciones propias o en externas) como de la nube pública. El modelo de nube permite, a través de la virtualización, una enorme flexibilidad y granularidad en el uso de los elementos físicos y virtuales doquiera que estén, movilidad para colocar nuestras cargas de trabajo en la ubicación debida cuando así lo dispongamos y una gran sencillez y rapidez para configurar los recursos que necesitemos y también para operarlos. Esto conlleva reducir los costes drásticamente, al pasar a un modelo estructurado de pago por uso, así como disponer de la capacidad de elegir dónde quiero ubicar mis aplicaciones y servicios, lo que resulta en una impresionante reducción de los tiempos necesarios para poner en marcha los nuevos proyectos y del coste de los existentes. Imaginemos implantar un entorno de recuperación de desastres (o de CyberRecovery) en la nube pública y comparémoslo con lo que conlleva hacerlo empleando infraestructura propia. Y es sólo un ejemplo.
¿Qué percepción tienen sus clientes en cuanto al precio total que conlleva la migración?
S. S.: La mayor parte de las organizaciones están en un punto óptimo para pasar a un modelo de consumo y gestión tipo nube, ya que los actuales niveles de virtualización son muy altos (en muchos casos alcanzando el 100%). Con esto se comprueba que la mayor parte del esfuerzo económico ya está hecho y las ventajas que ha traído son evidentes.
Hemos afrontado la parte tecnológica pero falta la organizativa, que es la más barata y la que va a permitir obtener los beneficios más importantes
¿Pero hay todavía desajustes?
S. S.: Falta que las propias organizaciones se adapten a este nuevo modelo. Hemos afrontado la parte tecnológica pero falta la organizativa, que es la más barata y la que va a permitir obtener los beneficios más importantes. También se necesita incrementar la inversión alrededor de la seguridad de la nube híbrida, pero eso es algo que tendríamos también que hacer, aunque no adoptásemos el modelo de nube. Si hablamos de migrar de nube privada a nube pública. El objetivo no debe ser pagar más, sino precisamente reducir drásticamente los costes.
¿Es más barata la nube pública que la privada?
S. S.: De una forma absolutamente abstracta, la nube pública debería ser más barata, aunque sólo fuese por concepto. La realidad sin embargo es mucho más compleja. Un consejo general es analizar los costes (TODOS los costes) en relación con cada uno de mis servicios, en ambos escenarios, para poder decidir. Compañías como Dell Technologies disponen incluso de herramientas que funcionan en tiempo real y que permiten comparar los costes de cada nube privada con el de diferentes nubes públicas, incluyendo las de los llamados hyperscalers. También podemos ofrecer servicios de consultoría técnica para evitar a nuestros clientes los temidos costes ocultos y por supuesto, el vernos bloqueados por un determinado proveedor. Personalmente, en la situación actual, siempre abogo por un modelo de nube híbrida en la que dispongamos tanto de una infraestructura propia para ciertos servicios como de la capacidad de mover trasparentemente (y mantener si es necesario) cargas a la nube pública cuando sea oportuno.
