Smartphones y tabletas serán los motores de este crecimiento. En el primer caso, las ventas alcanzarán los 375.000 millones de dólares, aunque la tasa de crecimiento disminuirá (el consumidor está ahora satisfecho con su dispositivo durante más tiempo que en 2008 y 2009). Las tabletas, por su parte, podrían alcanzar en 2014 los 285 millones de unidades vendidas, sobrepasando la barrera de los 100.000 millones de dólares.
Las ventas combinadas de estos cinco productos, que han crecido de forma notable desde 2003, experimentarán un menor crecimiento en los próximos años, con un techo estimado de 800.000 millones de dólares anuales. La necesidad de ocio y consumo de medios, en materia de dispositivos, está ahora más satisfecha que nunca. En este contexto, las ventas de software, servicios y contenidos podrían acelerarse.
Esta es una de las previsiones en materia de Tecnología del informe “Predicciones 2014”, que elabora cada año Deloitte, y que analiza las principales tendencias para los próximos meses para los sectores de Tecnología, Medios y Telecomunicaciones.
El mercado de las tabletas se estratifica
Deloitte prevé que en el primer trimestre de 2014, 18 meses después de la comercialización de los primeros modelos de tabletas compactas (pantallas de tamaño inferior a 8,5 pulgadas), el número de unidades vendidas de este tipo de dispositivos superará por primera vez al de las tabletas clásicas (8,5 o más pulgadas). Para entonces, el número de tabletas compactas alcanzará los 165 millones de unidades, por los 160 millones de unidades de tabletas clásicas.
En los mercados desarrollados, un 20% de consumidores poseen ya tanto una tableta grande como una compacta. El menor precio de las tabletas compactas está siendo uno de los principales factores de su rápida adopción. Esto, unido al aumento de la capacidad de estas tabletas, podría llevar también a una rápida implantación de las mismas en el entorno profesional.
La diversidad de tabletas está generando a su vez un perfil variado de usuarios. Mientras que los primeros usuarios de tabletas contaban con una posición económica más cómoda, los más recientes cuentan con una tableta para sustituir a otros dispositivos como las consolas portátiles de videojuegos o los lectores electrónicos de libros, y se muestran menos dispuestos a la compra de aplicaciones y contenidos.
