Algunas de las prioridades que estaban en las agendas de los CEO al cierre de 2022 tenían que ver, en mi opinión con lo siguiente: revisar la estrategia empresarial y adaptarla a un contexto menos estable que en años anteriores; buscar partners que permitan innovar más rápido y multiplicando los ecosistemas; evolucionar a modelos de negocio digitales para aumentar la capacidad de reacción a los cambios y retener y hacer crecer el talento.
Cuando el foco es prepararse para reaccionar mejor a los cambios, y hacerlo junto con otros que complementan nuestras capacidades, los modelos cerrados pierden competitividad frente a otros de plataforma abiertos y que permiten la rápida evolución de modelos de negocio tanto tradicionales como más maduros digitalmente.
Dentro de las grandes tendencias tecnológicas identificadas por los analistas tecnológicos para 2023, además de la inteligencia artificial o el metaverso, se destaca también, entre otras, la ingeniería de plataformas o las plataformas industriales en la nube.
En España, el mercado de nube pública crecerá más de un 21% en los próximos dos años
Mientras que la inteligencia artificial es de mayor aplicación en los modelos digitalmente maduros y que se apoyan en la gestión del dato para evolucionar, las plataformas y soluciones en la nube, o ‘soluciones cloud’, son de uso y aplicación para todas las empresas independientemente de su nivel de madurez tecnológica. Solamente en España, según IDC, ya se prevé un crecimiento del mercado de nube pública en los próximos dos años superior al 21%. ¿Por qué cada vez más empresas están optando por este modelo para gobernar su transformación y hacer frente a los retos del mercado? Porque añade valor y velocidad de forma inmediata y con relativo poco esfuerzo.
Apoyar nuestro modelo de negocio o nuestros procesos corporativos en entornos en la nube (o entornos cloud) tiene el potencial de impactar positivamente en nuestros resultados y objetivos corporativos: facilita el acceso a tecnología innovadora de terceros que necesita poca inversión para adaptarla a las necesidades cambiantes del negocio; permite lanzar nuevos proyectos, productos y servicios al mercado mucho más rápidamente, reduciendo a meses o semanas proyectos que tradicionalmente tardaban años en llevarse a cabo; al ser operado por terceros, minimiza el coste de mantenimiento a futuro y por tanto los gastos operativos recurrentes; ofrece mayores niveles de seguridad y protección al recaer gran parte de esta responsabilidad en el proveedor de servicios en la nube.
Y, por último, al facilitar la evolución empresarial y la modernización de los procesos, introduce un cambio cultural que es positivo para captar, formar y retener talento más digital y resiliente con los cambios. Como resumen, los modelos abiertos, de plataforma y en la nube pueden ser clave en 2023 para aprovechar las oportunidades de un mercado cambiante, al tiempo que nos facilitan la oportunidad de acompañarlos del cambio cultural necesario para una verdadera evolución digital del negocio.