“Un proceso ambicioso, liderado por el negocio y protagonizado por las personas”, así ha sido definido el camino que está atravesando Repsol para convertirse en una multinacional preparada para competir en la sociedad digital. Valero Marín, CIO y CDO de Repsol, ha afirmado que la digitalización a la que se está sometiendo la compañía repercutirá en “1.000 millones de euros en la cuenta de resultados”, aunque “para 2020 esperamos un aumento de en torno a 300 millones”.
Para conseguir este propósito “es fundamental la formación de los empleados en materias como: inteligencia artificial y big data, -a las que están vinculados el 70% de nuestros casos de negocio y en las que hemos entrenado a más de 1.200 profesionales-; RPA, formando a 400; y blockchain, con casi 500”. La compañía energética esté apostando por esta última tecnología para la validación de certificados con terceros a través de la plataforma Digitalis, una red de blockchain para la creación de identidad digital de proveedores.
La digitalización a la que se está sometiendo la compañía repercutirá en “1.000 millones de euros en la cuenta de resultados”
Este proceso de transformación tiene su eje central en la migración a la nube de los datos y sistemas de la compañía, “a través del sólido partnership que iniciamos en 2017 con Microsoft, -y que durará por lo menos hasta el año 2022-, apoyado en una estrategia multicloud”, -por la que han colaborado con otros proveedores como Google-. “Perseguimos aumentar de un 30 a un 70% las infraestructuras cloud, y pasar de 2.300 a 4.000 servidores en la nube”, ha contado Fernando Duro, Director de Servicios TI.
Los digital twins, -o réplicas virtuales de los activos para hacer pruebas y sacar conclusiones-; el mantenimiento predictivo, la creación de estaciones de servicio conectadas e inteligentes gracias a la tecnología IoT, el digital workplace y extender la movilidad al entorno industrial para ganar eficiencia en las operaciones de campo; son otras de las áreas que están revolucionando la petroquímica.