El origen identificado más antiguo de la escritura tuvo lugar hace algo más de 5 milenios, al sur del actual Irak. No deja de llamarme la atención el hecho de que el autor de tal hallazgo fuera un contable, quien, para controlar las ovejas que salían con cada pastor a diario, introducía pequeñas piedras en una esfera de barro conocida como “bulla”. Como una mañana no tenía piedras, anotó sobre el barro el número de animales. No podía saberlo entonces, pero en ese momento nació la escritura y cambió por completo el curso de la historia.
El ser humano es un animal que adora los relatos y es indudable que, si no hubiera sido en ese momento y lugar, el ‘descubrimiento’ se habría producido igualmente. Asimismo, otra característica humana es la mejora constante de la tecnología y los procesos. Nos gusta, tanto como contar historias, resolver problemas.
El hecho de que el primer uso que le diéramos a la escritura fuera tan funcional y práctico, orientándolo a la gestión, es muy significativo. La tecnología de gestión empresarial ha evolucionado enormemente a lo largo de la historia y el camino recorrido es impresionante si tomamos como punto de partida esa tablilla sumeria de barro.
Hoy, nos encontramos ante un punto de inflexión en dicho camino, ya que los ERP o sistemas de planificación de recursos empresariales, que son el corazón de los negocios, están a punto de alcanzar un nuevo hito disruptivo: la adopción masiva de los entornos en la nube. En la próxima década, muchas compañías tomarán el camino ya emprendido por tantas otras para migrar a entornos cloud, animados por los principales fabricantes, y reconfigurando así su apuesta tecnológica y abordando la transformación digital de sus organizaciones.
A medida que los fabricantes dejen de dar soporte a tecnologías obsoletas, potencien soluciones Software as a Service (software bajo demanda o bajo un modelo de pago por uso) y las empresas las adopten progresivamente, llegaremos a un punto en el que los entornos cloud se impondrán como la opción de referencia. Los beneficios del ERP basado en la nube (en el caso del líder del mercado SAP, SAP S/4HANA Cloud) son varios. Por un lado, aligera la infraestructura IT de las empresas y libera recursos que pueden dedicarse a otras tareas verdaderamente estratégicas. Por otro, democratizan el acceso a la información y capacidades de gestión de manera ágil, segura y eficiente. Asimismo, son especialmente útiles en el caso de grandes compañías internacionalizadas, con distintas ramas o departamentos y un gran número de empleados, ya que eliminan silos y agilizan la gestión eficiente de todo tipo de recursos.
La apuesta por la nube puede ser un camino complejo, pero sin duda merece la pena. La transformación digital es una realidad de negocio que no espera a nadie. Pero la transformación, independientemente de que tenga base tecnológica o no, ha sido una constante histórica empresarial. Toda gran empresa ha tenido que elegir en algún momento innovar y ganar competitividad o estancarse y perderla. Lo que no varía son los grandes retos: ser más eficientes, vender más y optimizar nuestros recursos. Los factores diferenciales son la velocidad y el grado de disrupción que encaramos y es precisamente el potencial de la nube lo que nos proporciona la agilidad necesaria para dicha tarea.
La lectura de nuestro contexto es inequívoca: vivimos un contexto incierto y cambiante, pero que también encierra oportunidades que la innovación y la apuesta por los entornos cloud, también en el segmento de los ERP, pueden ayudar a desbloquear. Es el momento de avanzar hacia el futuro de los modelos de gestión empresarial, y este futuro no pasa por otro sitio que la nube.
