Con el mismo espíritu que dio lugar a su creación en 1972, la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) mantiene una apuesta decidida por la aplicación de las TIC con el punto de mira puesto en la mejora continua en la prestación de sus servicios. Con ese objetivo, la UNED viene trabajando durante los últimos años en el desarrollo de una nueva Arquitectura de Tecnología Educativa para sus Centros Asociados (Plan ATECA), que contempla cinco grandes proyectos: la actualización de la infraestructura básica de las CCAA, la instalación y configuración de una red inalámbrica en las CCAA, el desarrollo de la herramienta docente Audiovisual IP (AVIP), para la Tutoría Telemática a Distancia (TTD), el desarrollo de un sistema de gestión de contenidos, y el control y desarrollo de software para las CCAA.
Aunque todos son estratégicos, el proyecto AVIP tiene especial importancia para la UNED ya que permite derribar ciertas barreras derivadas de su estructura. “Cuando se creó la UNED se pensó en hacer una universidad nacional que cubriera toda la oferta universitaria para las personas que no podían asistir a la universidad presencial; con ese objetivo y a lo largo del tiempo se ha creado una estructura que actualmente está formada por 182 centros, de los cuales 62 son centros cabecera de los que dependen un total de 120 extensiones, con los que cubrimos toda España”, explica Covadonga Rodrigo, vicerrectora adjunta de Tecnología Aplicada a los Centros Asociados de la UNED y que, como extensión tecnológica del vicerrector de Centros Asociados, es responsable desde noviembre de 2006 de la gestión del Plan ATECA.
Este grado de dispersión geográfica, si bien es uno de los puntos fuertes de la UNED, también implica dificultades que las TIC y, concretamente, los sistemas de videoconferencia tienen el potencial de suavizar. Con una oferta educativa que incluye 26 carreras y más de medio millar de cursos de formación continua, la UNED afronta asimismo otro reto diferencial. Y es que con un total de 170.000 alumnos -150.000 en enseñanza reglada y 20.000 en enseñanza no reglada-, la UNED constituye la mayor universidad de España. No es extraño, por tanto, que en el funcionamiento de esa extensa organización tomen parte alrededor de 10.000 personas repartidas entre su Sede Central y sus Centros Asociados, que incluyen cerca de 1.400 profesores y más de 6.200 profesores-tutores.
Para cumplir con su labor y no hay que olvidar que uno de sus objetivos prioritarios es garantizar la igualdad de oportunidades facilitando el acceso de los ciudadanos a estudios superiores con independencia de su nivel de renta, su lugar de residencia o cualquier otra limitación, la UNED ha venido haciendo un uso pionero de la tecnología, empezando por la utilización de la radio y la televisión como sistemas de emisión de contenidos.
No obstante, fue en la década de los 90 cuando la UNED inició una revolución que hoy continúa con la incorporación de las nuevas tecnologías y, específicamente, con el uso de sistemas multimedia tanto para la elaboración de materiales como para su distribución, situándose así a un ‘clic’ de sus alumnos.
En este contexto, Internet y los sistemas de videoconferencia se han convertido en dos importantes aliados de la UNED para superar esas barreras que pueden impactar negativamente en el desarrollo de su actividad, como el elevado número de alumnos a los que presta servicio o la dispersión geográfica que caracteriza su estructura.
Por otro lado y a diferencia de otras universidades públicas que coincidiendo con el traspaso de las competencias en materia de educación pasaron a depender de las CCAA, la UNED fue la única universidad, junto con la Universidad Menéndez Pelayo, que se mantuvo bajo el paraguas del Ministerio de Educación -hoy del nuevo Ministerio de Ciencia y Tecnología-; una particularidad que implica la cofinanciación de los Centros Asociados y que derivó en desigualdades entre éstos. “Tenemos centros cabecera muy potentes y con muchos recursos, mientras que en otros la situación es muy diferente”, apunta Rodrigo, que entiende que “el proyecto AVIP tiene el potencial de mejorar esta situación al posibilitar la homogeneización del nivel de servicios que ofertamos a los estudiantes en cuanto que permite un mejor uso de los recursos, tanto materiales como humanos”.
Redes territoriales
En ese sentido, el proyecto AVIP es una de las pruebas de concepto de una estrategia de reorganización impulsada por el que fuera director del Centro Asociado de la UNED en Ponferrada, en su momento vicerrector de Centros Asociados y padre del Plan ATECA, y actualmente director del Centro Asociado de Lugo, José Luis Prieto. “Esta reorganización territorial”, indica Rodrigo, “contempla el establecimiento de centros aglutinadores a modo de redes territoriales que superen los límites de las autonomías y nos faciliten la gestión de recursos y servicios”.
A día de hoy y en el marco de esa reorganización, que contempla un total de ocho zonas, ya está en funcionamiento la Red del Noroeste, que se ha convertido en el centro neurálgico del proyecto AVIP, puesto que es en el Consorcio del Centro Asociado de la UNED de Ponferrada donde se encuentra la sede de Intecca (Innovación y Desarrollo Tecnológico de los Centros Asociados), un equipo interdisciplinar que tiene como objetivo el diseño, desarrollo, formación y asistencia técnica a los usuarios de esta nueva plataforma docente.
De hecho, la Zona del Noroeste, que cuenta con siete centros cabecera de los que dependen 20 extensiones, ha servido de piloto del proyecto AVIP con muy buenos resultados. El director de Intecca, Jorge Vega, apunta que “en el curso 2007-2008 han estado usando el sistema de manera regular 65 docentes, ya hay casi 200 vídeos grabados y alrededor de 650 alumnos ha participado en estas Redes de Innovación Docente; y de cara al curso 2008-2009 ya son más de 200 tutores los que han mostrado interés”.
El directivo incide en dos factores clave en el éxito de la iniciativa: por un lado, “la modernización de la red y el salto a MPLS” -un proyecto que la UNED está desarrollando en colaboración con Telefónica-; y, por otro, la colaboración con otros organismos. “En Intecca estamos trabajando muy activamente con Ayuntamientos, CCAA y entidades públicas y privadas para rentabilizar la inversión en unos sistemas, que tienen el potencial de impulsar el desarrollo local sostenible, a través de su uso para otras actividades más allá de la actividad docente de la UNED, como pueden ser la formación para el empleo o el teletrabajo”.
Principio de interoperabilidad
Los conceptos de interoperabilidad y sostenibilidad priman en el desarrollo del proyecto AVIP, que está estrechamente relacionado con otras líneas de trabajo en desarrollo en la UNED y específicamente con la renovación de las web y su plataforma alF que, a día de hoy, da soporte a la totalidad de los postgrados y cursos de extensión, y constituye además una herramienta clave para afrontar el proceso de descentralización al facilitar la colaboración on line entre la Sede Central, los Centros Asociados y sus Aulas o extensiones.
Actualmente, la nueva plataforma docente proporciona varios niveles de servicio: el nivel 1 se corresponde con aulas AVIP dotadas con sistemas de videoconferencia y pizarra digital interactiva que, mediante Unidades de Control Multipunto (MCU), permiten la conexión simultánea de varios centros y aulas; el nivel 2 hace posible la captura de los seminarios emitidos desde las aulas AVIP para su almacenamiento y difusión por Internet en tiempo real y en diferido; y el nivel 2+ permite el desarrollo en red de reuniones, tutorías y otras actividades sin necesidad de acudir a las aulas AVIP.
Un concepto fundamental en este escenario es la interoperabilidad puesto que “no es viable la adquisición de equipos que a la larga tengan problemas para comunicarse con otros”, subraya Rodrigo. En esa línea, la UNED ha apostado hasta el momento por los equipos de videoconferencia de Polycom y Tandberg, y las pizarras interactivas de Hitachi y Smart Technologies, pero no descarta la posibilidad de sumar otros fabricantes. “La decisión desde un principio”, apunta Rodrigo, “era no casarse con un único fabricante”.
El mismo principio ha determinado la selección de los integradores para llegar a cabo la implantación y así la UNED se ha decantado por trabajar en colaboración con Siemens España y Fujitsu Services España. Esta última empresa ha implantado la solución en 43 salas en localidades como Jaén, Cádiz, Valencia, Cartagena, Elche, Denia, Huelva, Luego y Ponferrada, donde también ha llevado a cabo la renovación integral de su CPD. “Este tipo de proyectos a largo plazo”, apostilla Rodrigo “no pueden depender del gestor, de sus decisiones o querencias, ni por supuesto de ningún fabricante”.
Una red nacional de videoconferencia
Actualmente y tras dos años de andadura, el proyecto AVIP, que cuenta con la ayuda financiera de los Fondos Feder de la Unión Europea y en el que se han invertido hasta el momento alrededor de 2,5 millones de euros, se materializa en un total de 170 salas. Pero el objetivo, avanza Rodrigo, es “construir una red nacional de videoconferencia y que cada centro cabecera tuviera al menos tres salas y una cada una de las extensiones”.
Gracias a AVIP las tutorías sólo se realizan de forma presencial en uno de los centros y los alumnos de otros centros separados por cientos de kilómetros pueden participar en tiempo real, con la consiguiente optimización de recursos. Pero el alcance de AVIP es aún mayor. Y es que, como destaca Rodrigo, “no sólo permite que los alumnos pueden asistir a distancia y en tiempo real a la clase o la tutoría que un profesor está impartiendo o celebrando en otro centro, sino que, además, tienen la posibilidad de acceder a esos contenidos desde casa en diferido bajo la fórmula de vídeo on demand”. Estas posibilidades tienen especial sentido cuando hablamos de determinados alumnos, como los 4.000 discapacitados matriculados en la UNED o los numerosos alumnos de la UNED en prisión.
