Con una media de 40 millones de envíos anuales, MRW destina más del 1,5% de su facturación bruta anual a la acción social. MRW se caracteriza por su rapidez de entrega, capilaridad, fiabilidad, compromiso y especialmente por ser “pioneros tecnológicos” ya que apuesta siempre por “tecnología de última generación para el desarrollo de aplicaciones TI”, como asegura en su página web. Y es en este capítulo donde es clave la labor de su CIO Jordi Milà y todo su equipo de Organización y Sistemas. La relevancia de su rol dentro de la organización es evidente, ya que forma parte del comité de dirección y en su área de responsabilidad orbitan calidad, atención al cliente y reingeniería. Hasta hace poco bajo el paraguas de MRW se agrupaban muchas empresas, cada una de las cuales tenía su propio director de Informática y sus sistemas propios.
Con la llegada de Milà, hace más de un año, se crea la figura del CIO propiamente dicha, el primero que concentra todas las TI. “Se ha unificado toda la compañía en una sola matriz, lo que ha supuesto unificar los diferentes sistemas, culturas y formas de trabajar”, explica Milà. Su reto no era fácil: “conseguir que sea un solo equipo trabajando con la mis- ma estrategia”. Esta es la razón por la que viaja al centro logístico de Madrid, desde la sede central en L’Hospitalet, una o dos veces por semana, pues sabe que “a nivel táctico es relevante el contacto con las personas, la gestión de las personas no es un tema menor”. En este sentido, el responsable cuenta con una fuerza laboral de 85 personas, sumando internos y externos (unos 25 en estos momentos). “La unificación de sistemas TI se está llevando a cabo mediante la centralización de los sistemas. Esto implica desplegar sistemas centralizados para gobernar todo el negocio”, explica.
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