Mepsyd, ante el reto de la Ley de Acceso

El Ministerio de Educación, Política Social y Deporte se enfrenta al magnífico desafío de dar respuesta a la Ley de Acceso de los Ciudadanos a los Servicios Públicos, un objetivo que debe cumplir antes del uno de enero de 2010 y el cual afronta en pleno proceso de reorganización.

Publicado el 06 Oct 2008

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El antiguo Ministerio de Educación (MEC), reconvertido en el Ministerio de Educación, Política Social y Deporte (MEPSYD) coincidiendo con el inicio de la nueva legislatura, se encuentra inmerso en un importante proceso de evolución con el punto de mira puesto en dar cumplimiento a la Ley de Acceso de los Ciudadanos a los Servicios Públicos.
La cartera de Mercedes Cabrera, a la que corresponde la propuesta y ejecución de la política del Gobierno en materia educativa, de formación profesional y de deporte, así como la dirección de las políticas de cohesión e inclusión social, de familias, de protección del menor y de atención a las personas dependientes o con discapacidad; afronta este magnifico reto en el marco de un escenario de cambio fruto de la reorganización asociada a la pérdida de las competencias en materia de Universidad, que han pasado al nuevo Ministerio de Ciencia e Innovación, y la asunción de determinadas competencias en materia de política social, antes dependientes del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, ahora Ministerio de Trabajo e Inmigración.
Estructurado en dos órganos superiores -la Secretaría de Estado de Educación y Formación; y la Secretaría de Estado de Política Social, Familias y Atención a la Dependencia y a la Discapacidad-, el Mepsyd, bajo cuyo paraguas también se encuentra el Consejo Superior de Deportes, el Instituto de Mayores y Servicios Sociales (Imserso) y el Instituto de España y Reales Academias, entre otros organismos, tiene mucho trabajo por delante.
Así lo reconoce Francisco Antón quien, procedente del Ministerio de Economía y Hacienda, se encuentra al frente de la Subdirección General de Tecnologías de la Información del Mepsyd, como se contempla en el Real Decreto 1128/2008 de 4 de julio, que elimina la Subdirección General de Tratamiento de la Información, anteriormente responsable de las TIC con la excepción de las comunicaciones, dependientes de la Oficilia Mayor.
Aunque parezca baladí, el cambio de nombre supone una transformación importante, fundamentalmente desde el punto de vista de la eminente convergencia de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones.
“Hemos conseguido sensibilizar al Gobierno de que la integración de las TI y las Comunicaciones es positivo; el modelo ya estaba consolidado en ministerios como Economía y Hacienda y en otros está recién llegado, pero es el camino a seguir en el futuro”, indica Antón, que compagina su cargo en el Mepsyd con el de presidente de la Asociación Profesional del Cuerpo Superior de Sistemas y Tecnologías de la Información de la Administración del Estado (Astic).
Se espera que este avance acelere el cumplimiento de uno de los principales objetivos, por obligatorio, del Mepsyd. “Es un imperativo alinear el Ministerio de Educación, Política Social y Deporte con la Ley de Acceso de los Ciudadanos a los Servicios Públicos y eso implica poner al usuario en el foco de todas las actividades”, afirma Antón, quien reconoce la existencia de regazados en el cumplimiento de esta Ley. “Las estrellas corresponden siempre a la Agencia Tributaria y la Gerencia de la Seguridad Social, que cuentan con un presupuesto importante y muy buenos profesionales; pero es difícil estar a la cabeza cuando no tienes una unidad de informática potente y no dispones de recursos propios, ni humanos ni presupuestarios; es el caso del Ministerio de Igualdad, donde el subdirector de TIC todavía no ha desembarcado; el Ministerio de Vivienda o el Ministerio de Cultura, que tienen mucho contenido y pocos profesionales”.
En el Mepsyd, la Subdirección General de Tecnologías de la Información cuenta con 180 personas, si bien “con una edad media de casi 60 años y muy pocos especialistas”, y un presupuesto anual aproximado de ocho millones de euros. Simplificando mucho, su prioridad ahora se concentra en la eliminación del papel y el soporte a los ciclos de tramitación de forma integra en el mundo virtual.
“En lugar de realizar la tramitación en base a papel, que supone un ciclo impresionante e implica sacar listados y llegar a cabo la corrección manual de los errores, estamos alineando la parte de entrada de la información, con los registros telemáticos correspondientes y levantando un back-end con gestión documental y flujo automático de la información, cubriendo la parte de comunicación del resultante vía SMS”, explica Antón.

Cinco líneas estratégicas
Con esa meta, la Subdirección General de Tecnologías de la Información de Mepsyd ha establecido cinco líneas estrategias, empezando por la reordenación de las comunicaciones. Por el momento y como indica Antón, “disponemos de una encomienda con Correos en base a un contrato a cuatro años, del que aún quedan tres, para utilizar la Red Interna de Comunicaciones Oficiales (RICO), que se viene empleando desde los años 90 y se encuentra en proceso de actualización; y disponemos de salida a Internet con RedIris”. Sin embargo, la obsolescencia tecnológica de RICO, que enlaza los principales edificios del Mepsyd en tanto que la conectividad del resto descansa en líneas ADSL convencionales, no permite enlaces de banda ancha para los nuevos servicios que demanda la Sociedad de la Información.
Se hace por tanto necesaria una modernización y, en este sentido, avanza Antón, “empezaremos a trabajar en la medida de lo posible en un nuevo concurso de comunicaciones para, una vez que concluyan los contratos actuales, poder sacar en un lote único datos, móvil e Internet”. Se trata, de acuerdo con Antón, de “ir evolucionando a un modelo de integración de todas las comunicaciones y que todos los directivos podamos tener equipos de movilidad con acceso 24×7 a los sistemas”.
Un principio similar impulsó el importante proyecto de reorganización y consolidación que el pasado año llevó a cabo el entonces Ministerio de Educación a nivel de infraestructura hardware y que dio nacimiento, utilizando la tecnología de VMware, a una granja de equipos -fundamentalmente HP y Dell– virtualizada que actualmente suma alrededor de 350 servidores virtuales en entornos WinTel y Linux Red Hat, la cual permite “incluir nuevos servicios sin necesidad de incorporar nuevo hardware y proporciona además una economía de escala muy fuerte ya que no existe un único servidor por aplicación”, subraya Antón.
Esta plataforma da soporte a diferentes aplicaciones, atacando dos grandes entornos de BBDD -Oracle y SQL-, si bien, como puntualiza el técnico, “tenemos un par de sistemas más o menos exóticos basados en Adabas/Natural y algún aplicativo en MySQL”.
Los beneficiosos resultados conseguidos con la aplicación de la virtualización en el entorno servidor, han llevado al Mepsyd a plantearse la futura virtualización del puesto de trabajo, un proyecto actualmente en fase de estudio. “De los alrededor de 3.500 puestos existentes nos planteamos virtualizar unos 3.000 eliminando problemas de gestión y consiguiendo un importante ahorro en el consumo de energía ya que un puesto de trabajo virtual tiene un consumo un 40 por ciento inferior”.
En este sentido, los técnicos del Mepsyd están analizando alternativas en colaboración con Sun Microsystems y con Fujitsu Siemens Computers, aunque todavía no se ha tomado una decisión final al respecto.
La segunda línea estrategia ataca el entorno Internet, un ámbito en el que “por razones obvias”, señala Antón, “estamos vinculados al concepto de diseño para todos, dando cabida a todas las lenguas oficiales y pleno acceso”. En este sentido, el Mepsyd acaba de lanzar su nuevo portal que “está bendecido con todos los condicionantes de acceso para todos y su segunda versión estará on line a principios de 2009 e incluirá lenguaje de signos”.
Dos son los principales elementos sobre los que el Mepsyd ha levantado su portal en Internet: Documentum como gestor documental y el CMS de software libre, Magnolia, como capa para proveer los servicios. Pero, lógicamente, no basta con un portal puramente presencial para dar cumplimiento a la Ley, sino que se hace necesaria una redefinición y adaptación de procedimientos. Actualmente se están desarrollando los trabajos previos necesarios y, avanza Antón, “el momento cero será en octubre, cuando empezaremos a meter servicios”.
En cuanto a la intranet, que actualmente facilita a los alrededor de 3.400 usuarios de Mepsyd el acceso a distintas aplicaciones en base a perfiles, está prevista una remodelación para posibilitar la incorporación de nuevos servicios y ampliar asimismo su acceso a los organismos autónomos adscritos al Mepsyd.
El cuarto gran objetivo contempla la identificación del Ministerio, un punto crucial para la reordenación de las comunicaciones. De acuerdo con Antón, este proceso “contempla una primera fase que se extenderá hasta finales de año y un segunda fase hasta el próximo verano, que permitirá determinar las aplicaciones que se mantendrán el Mepsyd y las que pasarán a otros ministerios”.

Embla, tramitación unificada
La unificación de la gestión económica constituye la quinta gran línea de actuación estratégica. “Hasta ahora”, señala Antón, “la gestión económica funcionaba más o menos en base a islas y, además, la política de tramitación existente está en crisis puesto que la nueva Ley de Contratos modifica el modelo”.
En su nueva andadura, el Mepsyd pretende saltar desde una arquitectura cliente/servidor y una aplicación heredada del Ministerio de Cultura a un entorno web basada en el producto Embla de Burke que, “además de consolidar y unificar la gestión económica, permitirá escalar informes a la dirección en base a un modelo de cuadro de mandos”.
Este proyecto resultará fundamental a la hora de imprimir agilidad y eficiencia a una de los procesos transaccionales más críticos del Mepsyd, la gestión de ayudas y subvenciones. A lo largo del verano y dando ejemplo, la propia Subdirección General de Tecnologías de la Información ha servido de marco para un piloto de cara al despliegue del nuevo aplicativo en otras unidades tramitadores con el objetivo último de iniciar 2009 dando cobertura integral a la tramitación con Embla en todas las unidades en el Mepsyd y alcanzado también, en la medida de lo posible, a los órganos autónomos dependientes.
El escenario es, a todas luces, propicio teniendo en cuenta, como apunta Antón, que “el pasado año se tramitaron algo más de 800 expedientes de contratación internos que, sumados a las comunicaciones, se elevan hasta alrededor de 1.000 expedientes”.
Aunque lógicamente todos estos proyectos tendrán un impacto de cara al exterior, se trata de iniciativas internas; sin embargo, el conjunto de actuaciones TI del Mepsyd también contempla iniciativas de carácter externas, siendo en este sentido prioritaria la coordinación con las CCAA. “Puesto que muchas de las competencias del Mepsyd se comparten con las CCAA”, indica Antón, “se hace necesario disponer, por tanto, de un bus de información para capturar y volcar información de cara a poder elaborar informes estadísticos a nivel país”.

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Redacción

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