Grupo Antolin da el salto con FalconStor a la virtualización del sistema de backup

En colaboración con Grupo SIA y haciendo uso de la tecnología de VTL de FalconStor, Grupo Antolin ha acometido un proyecto de evolución de su sistema central de copias de seguridad dotándose de alta disponibilidad geográfica y proporcionando doble securización al 70 por ciento de sus sistemas.

Publicado el 17 May 2010

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Grupo Antolin es una multinacional española especializada en el diseño y la fabricación de componentes y módulos para el interior del automóvil, fundamentalmente techos, puertas y asientos. Fundada en los años 50 como una empresa familiar, Grupo Antolin tiene en la actualidad presencia en 22 países con 85 centros y 20 oficinas técnico-comerciales, sumando una plantilla cercana a los 10.000 empleados.   El suministro ‘in-situ’ de productos y servicios de calidad es la máxima de Grupo Antolin, que ha apostado por las TIC para dar soporte avanzado a sus procesos y facilitar su integración en las estructuras de sus clientes. Ese es uno de los principios que marcan el trabajo del equipo central de la Dirección de Sistemas de Información de Grupo Antolin, integrado por medio centenar de personas y responsable de proporcionar servicio a todo el grupo. Se trata, en definitiva, de dar respuesta a la premisa JIT (Just in Time) y a los altos requerimientos de disponibilidad que caracterizan al sector del automóvil, es decir, garantizar tiempos mínimos de recuperación de los servicios en caso de caída o pérdida de datos, evitando así paradas de producción y retrasos en la entrega de pedidos.   Para cumplir con esos requerimientos, Grupo Antolin había levantado en su CPD primario una infraestructura de backup con almacenamiento en cinta para dar cobertura a todos sus sistemas centrales y varios remotos, sumando más de 300 servidores. Aunque en el sistema se había implementado alta disponibilidad -servicios en cluster, redundancia en las comunicaciones, etc., no estaba asegurada su disponibilidad en caso de desastre en el propio CPD, de modo que se corría el riesgo de una posible pérdida de datos.   Teniendo en cuenta además que Grupo Antolin dispone de sistemas productivos altamente críticos para la continuidad del negocio, incluyendo su ERP SAP, las BBDD de producción o los sistemas de comunicación con los clientes, entre otros, resultaba imperativo dotarse de los medios necesarios para llevar a cabo una segunda copia de seguridad.
Ciertamente, el Grupo Antolin maneja un importante volumen de datos y almacena copias de seguridad de sistemas de ficheros, correo, BBDDs, ERP, diseño 3D y PLM. En total, su sistema de backup almacena alrededor de 300 Tb de información de sistemas centrales, un volumen al que hay que sumar los datos de las sedes remotas (servidores de ficheros, NAS, BBDD y datos de correo) totalizando en torno a 400 Tb.
Esa realidad llevó a Grupo Antolin a tomar la decisión en la segunda mitad de 2007 de iniciar un proyecto para dotar de alta disponibilidad geográfica a su sistema de copias de seguridad central. El avance se hacía asimismo necesario debido a otros factores adicionales. “La ventana de back-up se había ampliado mucho y estaba casi saturada”, indica Leticia Bernardo, administradora de Sistemas de Backup.   En esa tesitura y considerando asimismo las altas exigencias de retención de datos del backup de determinados datos -los diseños, por ejemplo, se guardan durante toda la vida del vehículo-, Grupo Antolín inició la búsqueda de una solución completa y robusta capaz de dar respuesta a sus necesidades, partiendo de la consideración de que la multinacional ya contaba con un segundo CPD extendido (activo/activo) a una distancia de unos 20 kilómetros del principal en el que empezó a trabajar en 2005 y el cual, además de albergar determinadas infraestructuras productivas, proporciona respaldo a los servicios.   Como indica Bernardo, “esta era la ubicación perfecta para un segundo sistema de backup que diese contingencia al primero ya que, de esa forma, los sistemas productivos albergados en él podrían contar con backup local y no remoto al sistema central, tal y como venía ocurriendo”.
A la hora de seleccionar la solución más adecuada, Grupo Antolin consideró una serie de requerimientos: “debía ser una solución innovadora ya que siempre apostamos por las últimas tecnologías y tenía que tratarse, además, de una solución global que cubriese más allá del armario ignífugo donde se almacenan las cintas”. En resumen, “necesitábamos un segundo sistema de backup completo e independiente que pudiese albergar datos replicados y dar el mismo servicio”, indica Bernardo.   Por otro lado, a la hora de abordar el proyecto también se tuvo muy en cuenta que era necesario retirar una antigua librería de cintas y que la organización requería de almacenamiento adicional, con el inconveniente de que no disponía en su CPD extendido de espacio físico disponible para instalar una librería de cintas similar a la que ya existía en el CPD principal. Todas estas circunstancias convertían el proyecto en un reto que ganaba en complejidad considerando otros factores adicionales. Como apunta Bernardo, “debíamos conseguir un ratio de deduplicación válido para almacenar todos los datos necesarios en la nueva plataforma, ya que contábamos con un tamaño muy limitado de almacenamiento”.

En este escenario, Grupo Antolin valoró tres grandes alternativas: una solución de cinta física, una solución de librería virtual VTL y una tercera posibilidad de adquisición exclusiva del software puesto que “como ya se había hecho una fuente inversión en almacenamiento, resultaba más atractivo adquirir la solución e integrarla en nuestros propios sistemas”. En el primer y segundo ámbito se valoraron las propuestas de los principales fabricantes del mercado; y en el tercero, las alternativas FalconStor y Diligent, recientemente adquirida por IBM.   A la búsqueda de sencillez y flexibilidad, Grupo Antolin apostó por seguir el tercer camino. Y es que, de acuerdo con Bernardo, “mientras que con una librería tradicional de copia de seguridad la implantación en diferentes sistemas de backup es una tarea complicada, ya que hay que compartir la librería, conectar físicamente los diferentes servidores, etc., una serie de tareas y necesidades que se multiplican si tienes un entorno mixto; en el caso de una solución VTL la creación y presentación de una librería es una tarea rápida y sencilla, así como flexible a la hora de seleccionar el tipo de almacenamiento o la capacidad”.   Seleccionada esa tercera vía, a principios de 2008 Grupo Antolin dio luz verde al desarrollo de un ‘try@buy” con unas condiciones fijadas de compresión mínima de deduplicación y reducción de la ventana de restauración, que la tecnología de FalconStor superó satisfactoriamente. Además y como puntualiza Bernardo, “la tecnología de FalconStor, que realiza primero el backup y luego lanza en el back-end el proceso de deduplicación, nos encajaba mejor que la tecnología de Diligent, que deduplica al mismo tiempo que hace la ingesta de datos, lo cual supone unas altas exigencias de memoria”.   Así y entre los factores que determinaron la selección de FalconStor, tuvo un peso específico su concepción pionera de la deduplicación de datos, en aquel momento todavía poco extendida en Europa. Grupo Antolin valoró asimismo otras características como la innovación en materia de tecnología de librerías virtuales, la independencia de la solución software de la plataforma de hardware y el ahorro de recursos de almacenamiento dado que la deduplicación proporciona una media de comprensión de 10:1. Se tuvo igualmente muy en cuenta su superioridad frente a soluciones similares en cuestión de rendimiento, sus facilidades a la hora de crecer en el almacenamiento y el aprovechamiento total del espacio disponible, sin olvidar tampoco la posibilidad de llevar a cabo una gestión totalmente personalizada.   Tras el desarrollo satisfactorio de las pruebas pertinentes y en colaboración con Grupo SIA como integrador, Grupo Antolin inició el proceso de implantación, que constó de siete fases: diseño del sistema, estudio de almacenamiento, instalación, configuración de los sistemas FalconStor, integración con el servidor de backup, configuración de alta disponibilidad de las copias de seguridad y paso a producción.   El proyecto de implantación se prolongó en su conjunto durante un año: tres meses de instalación y el resto para el paso progresivo a producción. “Fue largo y complejo”, reconoce Bernardo, y “ha exigido el trabajo directo con el fabricante” al tratarse, por un lado, de uno de los primeros proyectos de este tipo con FalconStor en Europa; y por otro, debido a la necesidad de realizar un diseño a la medida de las específicas necesidades de Grupo Antolin, sin olvidar que hablamos de la migración de alrededor de 180 Tb de datos.   En este sentido, el proyecto ha implicado el análisis de los distintos sistemas de producción para determinar aquellos necesitados de doble protección y una completa reorganización del sistema de backup a la búsqueda de máximos niveles de rendimiento y ahorro de recursos de almacenamiento.   La solución implantada en Grupo Antolin se concreta en un entorno VTL (Virtual Tape Library) que consta de un servidor FalconStor VTL para el almacenamiento en cinta virtual y dos nodos de deduplicación FalconStor SIR (Single Instance Repository) configurados en cluster y con una capacidad de 32 Tb netos de datos únicos.   En ese entorno, el software de backup Tivoli Storage Manager (TSM) es el encargado de realizar la salvaguarda de los datos en la VTL, así como de la transferencia de éstos a cintas físicas en una librería IBM. No en vano, TSM es el software de backup utilizado por Grupo Antolin para sus sistemas centrales, si bien también hace uso en sus sedes remotas de Symantec Backup Exec y Symantec NetBackup, así como de la solución de replicación Microsoft Distributed File System.   La solución FalconStor implantada en Grupo Antolin está integrada con todos los servidores de backup implantados en su central y soporta el 50 por ciento del almacenamiento de copias de seguridad. En este escenario, el almacenamiento en Grupo Antolin puede clasificarse en dos grandes grupos. Por un lado, los datos objeto de salvaguarda durante cortos periodos de tiempo se albergan en cabinas de discos ATA de EMC, concretamente los sistemas CX700 y CX340; y, por otro lado, para los datos que exigen altos periodos de retención se hace uso de una librería de cintas IBM TotalStorage 3500 y drives TS1120.

Sistemas doblemente securizados
A la hora de señalar las mejoras conseguidas con el desarrollo de este proyecto, Bernardo enumera “el ahorro de almacenamiento, la reducción de hardware con el consiguiente ahorro energético, la flexibilidad en la infraestructura de backup, la reducción de la ventana de backup y la disponibilidad de un sistema de alta disponibilidad”.   Este último punto resulta fundamental ya que significa que buena parte de los sistemas de producción de Grupo Antolin -Bernardo estima que alrededor de un 70 por ciento- están doblemente securizados, incluyendo el ERP SAP, la plataforma Exchange de correo electrónico y los File System NAS, entre otros.   En cuanto al retorno de la inversión asociado a la iniciativa y si bien es obviamente complejo realizar un cálculo cuantitativo, Bernardo considera que existe un dato definitivo. Y es que, “en un espacio real de almacenamiento de 30 Tb, hemos conseguido tener almacenados 180 Tb de copias de seguridad”.

Entre los últimos pasos hacia delante llevados a cabo por el Grupo Antolin en el área de almacenamiento y backup, cabe destacar la introducción de alta disponibilidad en este nuevo entorno con la clusterización de los servidores FalconStor.   De la misma manera y en el marco de un proyecto estratégico de archivado de datos, Grupo Antolin también ha empezado a hacer uso de la funcionalidad de ‘tape-catching’ de FalconStor. Especialmente adecuada para la gestión de datos que exigen largos periodos de retención, esta funcionalidad permite enviar de disco a cinta los datos, que siguen siendo controlados por la VTL. Tal y como apunta Bernardo, se trata de una función que “resulta especialmente útil a la hora de gestionar datos con altas exigencias de retención”, incluyéndose por ejemplo en esta categoría los diseños o las comunicaciones con clientes.

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Lola Sánchez

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