¿Cuáles son los objetivos básicos del Club de CDO de España que preside?
R. F.: Con el Club pretendemos dar notoriedad a la función del Chief Data Officer, una profesión nueva que está en proceso de definición. Queremos que el CDO sea considerado el estratega de los datos en las compañías y que sea una figura reconocida en el mercado, y reconocida por los propios CEO. En algunas organizaciones sí se lo toman en serio y le dan una categoría de líder, mientras que en otras apenas le dan importancia. En suma, ser referentes del dato en la industria española. Y que cada vez que el Gobierno quiera sacar una normativa sobre los datos, que hable el Club de CDO. De hecho, algunos países europeos, y es el caso de Francia, han nombrado un CDO nacional.
¿Cuál es la relación de un CDO y un CIO?
R. F.: En la mayoría de las compañías el CDO nació dependiendo del CIO. Lo que pasa es que cuando el CDO ‘cuelga’ de un ámbito TI, se acaba perdiendo en la conversación tecnológica. Cuando eres un martillo tiendes a tratar todos los problemas como si fueran clavos y esa es la querencia de los tecnólogos, que tratan todo desde el punto de vista técnico. Uno de los grandes cambios en los que la labor del CDO debe notarse es en acercar la tecnología al negocio, dado que la tecnología no es capaz de comprender la necesidad de verdad del negocio, y me refiero al dato. Si el dato es un activo estratégico, tenemos que considerarlo como la palanca fundamental para conseguir nuestros objetivos estratégicos, en términos de incrementar ingresos, reducir costes y ganar eficiencia, reputación, calidad de servicio… Llevar la agilidad al negocio y eliminar los silos es una de las labores del CDO. Y por eso la relación con el CIO no debe ser una relación de dependencia, sino de complementariedad.
¿Entiende el CEO la necesidad de que exista un CDO?
R. F.: En general se va comprendiendo que el dato es muy importante y que estratégicamente hablando todo el mundo lo va entendiendo. A los CEO los visitan los mismos consultores que se encargan de evangelizar en este punto y ya son conscientes de que el dato es muy importante. Lo que muchas veces olvidan es que no vale con comprar una tecnología muy potente y seleccionar data scientist buenísimos. Porque para llevar a término una estrategia del dato necesitas un gobierno de la información sólido, implantar una cultura del dato y alfabetizar a todos los empleados en el dato. Una de las misiones del dato es acabar con la intuición. Si lo hiciéramos perfecto, las decisiones que tomáramos no requerirían del factor subjetivo. Ese el objetivo, por el camino encontramos diferentes grados de madurez. Conocemos organizaciones que toman decisiones basadas en la intuición, en el olfato y en su conocimiento del negocio. Muchos de los grandes desastres empresariales han sido provocados por este tipo de decisiones, porque están basadas en éxitos pasados y la realidad es cambiante.
Entonces… ¿cuál es el ámbito de responsabilidad de un CDO?
R. F.: La misión del CDO tiene que ser implantar una estrategia del dato. Esta estrategia se fundamenta en tres pilares: que el dato sea considerado un activo del negocio, una palanca clave para conseguir los objetivos estratégicos de la compañía. El segundo pilar se asienta en la cultura del dato, que la tecnología se adapte al negocio y cumpla con sus objetivos abandonando ideas como la robustez o incluso sus propios principios, pues a veces hay que ser muy ágil y poco robusto. En tercer término, la ética del dato: si no nos dejamos guiar por unos principios éticos en el uso que damos a los datos en términos de uso y privacidad, usando los datos de los clientes para ganar dinero sin su autorización… entonces, grandes marcas pueden verse abocadas a su desaparición.
¿Con qué equipo necesita trabajar un Chief Data Officer? ¿Hay el suficiente talento que se demanda?
R. F.: El tamaño dependerá de la compañía y de las funciones que asuma. Hay CDO de los que depende la calidad del dato, el reporting interno, el reporting regulatorio o la analítica avanzada. Pero hay cosas como asignar los roles de data ow ner y de la gestión de la demanda informacional, sin los cuales malamente se le podrá denominar Chief Data Officer. Uno de los factores que hace fracasar modelos de transformación digital de las compañías es no valorar la importancia que tiene el gobierno del dato y su coste asociado.
¿Qué tecnologías requiere?
R. F.: Lo que siempre querrá es la mejor tecnología, pero la tecnología no debe ser patrimonio del CDO. La función del CDO es explicarle a Tecnología qué es lo que necesita y que sea el departamento del CIO quien provea de todos los medios tecnológicos necesarios para llevar a cabo la estrategia del dato. Siempre va a requerir una herramienta de gobierno, una herramienta de trazabilidad, un business glossary, de calidad del dato y herramientas que conecten silos entre sí.
¿Hasta qué punto GDPR condiciona su labor?
R. F.: GDPR es una norma más. Y, como dije, por encima de este reglamento europeo está la ética de los datos. GDPR te dice lo que puedes y no puedes hacer en términos legales, pero hay algo que está por encima, que es lo que debes y no debes hacer en términos morales.
“La virtualización del dato aporta agilidad al negocio”
Somos una de las herramientas de virtualización de datos que puede utilizarse para conseguir todos los objetivos que menciona Rafael Fernández en la entrevista. Con las tendencias actuales como big data y cloud, los datos son demasiado grandes y están muy distribuidos; ya no es posible tenerlos centralizados en un sitio local, lo que venía siendo el data warehouse en los años 90. Ya no vale esa estrategia para tener una infraestructura unificada para la inteligencia de negocio. Por esa necesidad surge la virtualización de datos, que permite proporcionar una vista unificada a nivel lógico sobre todos los sistemas que están involucrados en una provisión de inteligencia de negocio. La idea es que se puede hacer analítica de datos en múltiples sistemas, cada uno de los cuales está especializado en un tipo de tratamiento de datos concreto, sin por ello crear silos ni renunciar a la capacidad de desplegar políticas globales de seguridad, de gobernanza de datos… La virtualización es crucial para la agilidad y calidad, ya que gestiona un punto único de gobernanza.