Telecomunicaciones

Camino de los tres años de la liberalización de las telecomunicaciones, el Grupo Telefónica continúa siendo el abanderado de un sector que, durante los últimos años, ha sufrido todo un período de convulsión.

Publicado el 16 Mar 2001

Sin embargo, la apertura de las telecomunicaciones no ha servido para socavar los cimientos de una operadora que durante más de medio siglo ha disfrutado del monopolio de las llamadas telefónicas en España. Es más, analizando los resultados de la compañía presidida por César Alierta, da la impresión de que incluso la liberalización ha resultado ser todo un revulsivo en su cuenta de facturación.

Además de ceder apenas un nueve por ciento en el mercado total de la telefonía en España en términos de minutos de tráfico, Telefónica detenta una cuota de penetración superior al 90 por ciento en todos los servicios, y se ha impuesto como la operadora exmonopolística de la Unión Europea que mejor ha resistido la entrada de nuevos operadores en este escenario.

En concreto, Telefónica de España, la empresa que aglutina el negocio de telefonía fija de la multinacional, mantiene una cuota del 91 por ciento en el ámbito de la voz, según fuentes de la propia empresa. Pudiera ser que la reciente apertura del bucle local a la competencia (1 de enero de 2001), que permite a cualquier operador gestionar llamadas locales, cambiara esta tónica, pero está por ver, ya que la compañía sigue superando el 83 por ciento de penetración en las llamadas provinciales, interprovinciales, internacionales y de fijo a móvil, que fueron las primeras en liberalizarse.

Un dominio que también se traduce en su cuenta de resultados. A lo largo del pasado año los ingresos del Grupo Telefónica han ascendido a 4,73 billones de pesetas, lo que supone un incremento del 24 por ciento con respecto al año anterior.

Sin embargo, lo que sí ha traído el proceso de liberalización ha sido la aparición de un sinfín de operadoras que intentan, la mayoría abordando un segmento de mercado especializado, arañar cuota de mercado e ingresos a la considerada operadora dominante.

Destaca la presencia del Grupo Auna, que con Retevisión y Amena como abanderados, reclama a gritos su condición de operador alternativo a Telefónica. Su facturación como consorcio lo atestigua, superando durante el ejercicio 2000 los 250.000 millones de pesetas.

Además, el panorama español de las telecomunicaciones ha comenzado a reconocer el importante papel que juegan un número cada vez mayor de operadoras, algunas con una ya experimentada presencia en España y tradicionalmente enfocadas hacia el mercado de la comercialización de capacidad para otras operadoras y los servicios de telecomunicaciones para las empresas. En este caso, hay que citar la presencia de compañías como BT Telecomunicaciones, con más de 16.200 millones de pesetas de facturación durante el ejercicio 1999/2000, o Cable & Wireless, con 10.000 millones de facturación. Sin duda, tendrán que apretar el acelerador ante la llegada de carriers de carriers como Teleglobe, Loop Telecom o la propia Ola Internet.

Las compañías de telefonía móvil también representan un excelente baremo para tomar el pulso a un segmento que durante los últimos años ha tenido una evolución espectacular. Encabezado por Telefónica Móviles, la facturación de Airtel también se revela a tener en cuenta e incluso Amena ha comenzado a obtener ingresos que rozan los 140.000 millones de pesetas y se consolida como una alternativa más que válida a la espera de la aparición de Xfera –adjudicatario de una licencia UMTS- y de los dos nuevos operadores que surjan al amparo de las dos nuevas licencias GSM que tiene previsto conceder el Gobierno.

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Redacción Computing

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