Liferay ha hecho públicos los tres principales retos a los que se tiene que enfrentar la empresa para liderar de nuevo el impulso de la innovación ofreciendo a los clientes experiencias de uso óptimas. El concepto de omnicanalidad orquestada recoge la idea de coordinación, coherencia y eficiencia que ha de darse en el acceso a datos y aplicaciones para lograrlo, y llegar hasta él implica diversos desafíos para las organizaciones actuales. Tal y como explica Jorge Ferrer, vicepresidente de Ingeniería de la compañía, La denominada ‘revolución de la movilidad’, unida a la criticidad de la mayoría de los procesos de negocio, ha supuesto el pistoletazo de salida para el rediseño de muchos sistemas empresariales de TI”.
La empresa, por lo tanto, tiene que actuar como agente de cambio, y para lograr mejorar la experiencia de sus usuarios con una plena omnicanalidad en sus procesos, se ha de enfrentar a tres retos clave. En primer lugar, la integración de los servicios móviles con los sistemas de información existentes, a los que estarán asociados los diferentes procesos de negocio y que estarán implantados en uno o varios sistemas de gestión (portales de contenidos, sistemas ERP, CRM…). Una parte crítica del desarrollo pasará por extraer de estas fuentes la información relevante (p.ej. mostrar la ficha del cliente ya almacenado en el ERP), actualizar su estado (p.ej. almacenando en nuestro CRM la fecha de la última visita comercial) o disparar procesos de negocio si así se solicita (p.ej., iniciando una transacción de venta en el software de facturación).
Por su parte, el desarrollo móvil está inherentemente fragmentado desde sus orígenes, existiendo un amplio abanico de sistemas operativos (móviles como iOS, Android o Windows Phone, o para otras plataformas de SmartTV o los nuevos wearables), tamaños de pantallas (especialmente en desarrollos basados en Android, o desarrollos para tablets y phablets), plataformas y herramientas de desarrollo (nativo, basados en tecnologías web, híbrido, etc.), y otras muchas variables que hacen que el desarrollo “móvil” requiera equipos especializados y multidisciplinares.
Adicionalmente, a la doble heterogeneidad marcada por las variables en los dispositivos de acceso y en los sistemas empresariales de TI, es necesario añadir las restricciones de presupuesto y tiempo con las que es habitual encontrarse en cualquier proyecto de desarrollo de software. En este punto será clave contar con herramientas adecuadas que faciliten el acceso multicanal, aceleren el desarrollo y la puesta en producción de las nuevas soluciones ofertadas.
Liferay destaca que, en el marco de esta era de omnicanalidad, vuelven a cobrar relevancia viejos conceptos como SOA, reinterpretados en términos como ‘microservicios’, y que abogan “porque los equipos de operaciones puedan desplegar y gestionar cada servicio sin dependencias ni restricciones innecesarias, algo extremadamente positivo para introducir mejoras para los clientes, evolucionar y ofrecer una mejor experiencia de uso”, concluye Ferrer.