“La Inteligencia Artificial (IA) requiere una vigilancia ética”, como ha explicado Regina Llopis en el seminario de la Fundación Étnor que aborda los Desafíos Éticos de la empresa en un mundo digital. “Todas las nuevas aplicaciones y oportunidades que ofrece la IA requieren de talento y necesitamos un talento que sea firme en su planteamiento ético. Es necesario poner vigilancia porque el sesgo personal puede influir determinantemente al programar o poner en uso una determinada tecnología”.
El XXVIII Seminario de la Fundación Étnor, en el que colabora la Fundación Bancaja, ha celebrado una sesión sobre la “Inteligencia Artificial como factor de innovación en la empresa”, impartida por la doctora en Matemática aplicada a la Inteligencia Artificial y presidenta del grupo AIA, multinacional que colabora con la NASA y con la Unión Europea en proyectos de innovación, Regina Llopis.
En su opinión, la Inteligencia Artificial no es un futurible, sino un presente al que las empresas deben sumarse ya. “O nos olvidamos de la transformación digital y las empresas pasan directamente a la Inteligencia Artificial o se quedan fueran. Es perder tiempo. Tenemos que poner en duda los modelos que estamos usando”. Igualmente, la que fuera considerada mejor tecnóloga española de 2017 anima a las empresas a que impulsen esta transformación entre sus empleados. “Nuestros trabajadores tienen que tener el compromiso de aprender continuamente y nosotros tenemos que tener el compromiso de darles la formación necesaria”. Lejos de los riesgos que pueden suponer en el empleo, Llopis cree que la IA ofrece nuevas oportunidades que hoy ni nos imaginamos.
China tiene la total hegemonía en IA, porque con apoyo gubernamental han desarrollado soluciones completas, como la plataforma Wechat
Para Regina Llopis, China tiene la total hegemonía en IA, porque con apoyo gubernamental han desarrollado soluciones completas, como la plataforma Wechat, que aglutina todas las soluciones en una, desde un chat hasta las transacciones bancarias. Por ello, es aconsejable aliarse con socios chinos, recomienda. A la vez Llopis ha puesto sobre la mesa las diferencias culturales entre occidente y China, con unos parámetros éticos muy diferentes. “Esto requiere un conocimiento mutuo, formación y permeabilidad”.
¿Qué es la inteligencia artificial?
Llopis ha explicado que hay tres bloques de inteligencia artificial: “el primero, al que se llama super inteligencia artificial supone la voluntad de que la inteligencia artificial llega a tal nivel que pueda superar al ser humano. El segundo -la Inteligencia general-, intenta aproximarse a nosotros, para de alguna manera acometer la resolución de problemas. El tercero, que es la Inteligencia específica, es el que tenemos ya alrededor nuestro, es el que tiene unas capacidades que nos sorprenden, pero están centradas en una aplicación concreta y definida”.
En su opinión, “el desarrollo actual de la IA ha venido motivado por la capacidad de obtención y almacenamiento de datos e información. Tenemos información emergente que desconocíamos, pero debemos tener cuidado en cómo analizamos los datos y qué conclusiones obtenemos. Pasamos de un paradigma de la causalidad a uno de la correlación, y eso puede tener sus riesgos en algunos ámbitos, como el de la medicina”.
Considerada una de las 100 mujeres más influyentes en el país, Llopis ha sido también profesora en la Universidad Autónoma de Madrid, la Universidad Católica de Chile, la Universidad de Barcelona, así como en el IESE Business School de Barcelona, además de asesorar a mujeres emprendedoras a través de una plataforma creada junto a otras expertas de apoyo a startups tecnológicas.