Grup Balfegó es un grupo empresarial español especializado en la captura, mantenimiento y comercialización del conocido como ‘ibérico del mar’: el atún rojo. La familia Balfegó empezó a desarrollar la pesca del atún rojo a finales del siglo XIX y actualmente bajo la dirección de la quinta generación de esta familia de pescadores, el grupo del que son propietarios los primos Manel Balfegó y Pere Vicent, continúa desarrollando esta actividad tradicional que ha evolucionado a golpe de innovación. Estrechamente vinculada a la historia de la localidad tarraconense de L´Ametlla de Mar, Grup Balfegó emplea actualmente a 200 trabajadores -100 fijos y 90 bajo la fórmula de subcontratación mercantil- y posee dos barcos de pesca, si bien a su granja, dos piscinas con una superficie de 300.000 millas marinas situadas a 2,5 millas de la costa y con capacidad para 1 millón de kilos de atún rojo-, llegan los ejemplares capturados por cuatro de los seis barcos de pesca de cerco que operan en España. De esta forma y dado que la pesca del atún se limita a los meses de mayo y junio, “podemos regular la oferta y la demanda para mantener los precios y, además, impulsamos la mejora de la calidad del producto”, explica el director general de Grup Balfegó, Juan Serrano, que insiste en el rol que juega la empresa a la hora de inculcar la responsabilidad en la captura de una de las especies que levantan más controversia entre los grupos ecologistas. Aunque el grupo atravesó un mal momento en 2009 -ejercicio que cerró con unas pérdidas de 300.000 euros-, el pasado ejercicio 2010 Grup Balfegó cosechó un beneficio de 3,2 millones de euros sobre una facturación de 28 millones de euros. Y hablando de cifras, una buena muestra de su decidida apuesta por la innovación es la inversión de dos millones de euros que Grup Balfegó ha destinado a I+D en los dos últimos ejercicios. Junto a la pesca, que desarrolla entre las aguas del litoral levantino español y las Baleares entre finales de primavera y principios de verano, la actividad del Grup Balfegó pivota sobre la acuicultura, con unas instalaciones al este del puerto de L´Ametlla del Mar donde se alimenta el pescado hasta su sacrificio para la comercialización; el procesado, que se lleva a cabo en unas modernas instalaciones en el Polígono Industrial Les Crevetes de L´Ametlla preparando el producto para su expedición; y la comercialización, con más del 75% de su producción destinada a la exportación. Así y más allá de terminar en las mesas de muchos de los más reputados restaurantes de nuestro país, los productos de Grup Balfegó se comercializan en Japón -su principal cliente con un 43% de las ventas-, y Los Ángeles, Nueva York, Londres, Alemania, Shangai, Singapur o Corea.
Grup Balfegó cuenta además con la empresa de aviación Grup Airmed que, si en el pasado prestaba soporte a sus actividades de pesca, en la actualidad se focalizada en el desarrollo de estudios científicos sobre el atún rojo y la fotografía aérea comercial. De hecho, apunta Serrano, “en estos momentos somos proveedor de Google, que está fotografiando toda la península ibérica”.
Automatización de procesos
Del mismo modo que las artes de pesca utilizadas en la captura del atún han ido evolucionando a lo largo del tiempo -desde las redes de enmalle denominadas ‘tonaire’ hasta las redes de cerco pasando por el cerco con jaretay al igual que en 2004 la familia Balfegó tomó la decisión de montar su propia granja a fin de controlar todas las fases del proceso, la empresa también ha ido incorporando a su actividad las TIC, siempre con el punto de mira puesto en mantener la rentabilidad y la competitividad. En este sentido 2007, el año en que Juan Serrano asumió la dirección general de la empresa, supuso un punto de inflexión. “Coincidiendo con mi incorporación abordamos una importante modernización”, indica Serrano, que no alberga dudas de la importancia de implementar una gestión basada en procesos. “Tenía muy claro que necesitábamos trabajar con un sistema BPM y apostamos por AuraPortal, que hace uso de las tecnologías .Net y HTML, para poder gestionar todos los procesos”. Más allá del despliegue de AuraPortal, Grup Balfegó decidió completar su transformación con la implementación de un nuevo sistema ERP. “Desde 2002 veníamos dando soporte a las actividades de las cinco empresas del grupo con el ERP Logic Class y en 2007 decidimos dar un salto cualitativo con la implementación del ERP de Ross Systems (CDC)”, señala el responsable del departamento de Finanzas e Informática de Grupo Balfegó, José Martín. La selección del ERP de Ross estuvo determinada por varios factores. “Ross”, argumenta Serrano, “trabajaba con la misma tecnología .Net y HTML, que nos ofrece toda la flexibilidad necesaria que exige nuestra actividad y nos garantizaba, además, su integración con el BPM a través de servicios web”.
Tomada la decisión y como recuerda el responsable de Soporte en el departamento de Informática de Grup Balfegó, Joan Miguel Boquera, “iniciamos el proyecto en mayo de 2008 abordando en primer lugar la parte productiva que era la más importante”. Dado que “el salto de Logic Class a Ross era tan grande y la BBDD completamente diferente, apostamos por implementar todo de nuevo”. Así y sin bien durante cierto tiempo la gestión contable se siguió llevando a cabo con Logic Control, en la actualidad descansan en Ross todas las áreas de gestión de la empresa tanto a nivel de operaciones como financiero, ámbito en el que Grup Balfegó se encuentra actualmente en fase final de implementación de la solución de tesorería Ross Cash. De forma simultánea al despliegue de estas nuevas herramientas de gestión, Grup Balfegó, que cuenta con los servicios de soporte de la empresa ICF, llevó también a cabo una modernización de su infraestructura hardware. “De cara a mejorar los servicios y mejorar el nivel de respuesta, hemos pasado de tener un rack y servidores físicos a contar con un sistema virtualizado con VMware, que nos permite tener todo centralizado y garantizar una respuesta más rápida, con la ventaja añadida que supone poder llevar a cabo una recuperación en caso necesario en menos de cinco minutos”, señala Boquera, describiendo una infraestructura formada por dos servidores HP ProLiant en los se alojan un total de 17 servidores virtuales corriendo mayoritariamente Windows Server 2008 R2 y también Windows Server 2003. La decidida apuesta de Grup Balfegó por la virtualización también ha alcanzado a su infraestructura de equipos cliente, de forma que “hemos ido sustituyendo los PC a medida que quedaban obsoletos y ahora mismo disponemos de 35 escritorios virtuales: 17 con Windows 7 y 18 con Windows XP”, detalla Boquera. Este avance ha resultado fundamental a la hora de cumplir con los altos requerimientos de movilidad de la empresa. “En cualquier momento y desde cualquier lugar”, destaca Serrano, “ahora podemos conectar directamente contra la máquina virtual y acceder a un escritorio personalizado”. En este punto resultan igualmente determinantes las comunicaciones, un entorno en el que Grup Balfegó venía trabajando con MoviStar, que le proporcionaba dos líneas ADSL y una tercera línea de reserva con Eurona Telecom, las cuales van a ser sustituidas por líneas de comunicación simétrica a 6 Mbps de Ono, si bien se mantendrá una línea de reserva con MoviStar. Las comunicaciones vía WiMax son también fundamentales para Grup Balfegó dadas las peculiares características de la empresa. “Nuestros procesos empiezan en el mar y gracias a WiMax desde el mismo barco tenemos la posibilidad de introducir datos a través de la intranet de la empresa”, apunta Serrano, que destaca el grado de automatización impreso en los procesos de la empresa. “Unos procesos se inician en el ERP Ross y otros en Aura Portal, incluyendo por ejemplo la recepción de las órdenes de los consignadores que, si anteriormente se realizaba en Excel y exigía seis horas de trabajo de una persona, ahora se realiza directamente en AuroPortal activando la expedición acompañada de toda la documentación que exige la normativa y pasa entonces a Ross, donde automáticamente se hacen los asientos contables, las liquidaciones, etc.”. Además de información propia del negocio, Grup Balfegó dispone de una BBDD de explotación de datos relativos al atún que probablemente es una de las más importantes del mundo y de la que hacen uso diferentes organismos y centros de investigación. “Toda la información que obtenemos sobre el atún en el desarrollo de nuestra actividad”, comenta Martín, “está a disposición de los científicos de organismos como el Instituto Español de Oceanografía (IEO) o el Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), entre otros”.
Trazabilidad del mar a la mesa
Junto a la automatización, la modernización tecnológica llevada a cabo por Grup Balfegó ha permitido a la empresa asegurar la trazabilidad del atún rojo, garantizando la seguridad y la legalidad de su producto desde el momento de la pesca y a lo largo de toda la cadena de comercialización. De hecho y como reconoce Serrano, “la elección del ERP Ross se fundamentó en buena medida en su trazabilidad interna, que se encuentra en su corazón y nos permite conocer desde los detalles de la caja y el plástico en el que se expide el producto hasta el lugar al que ha ido cada uno de los trozos de atún”. El último hito registrado por Grup Balfegó en relación con la trazabilidad ha consistido en el acompañamiento de su producto con códigos BiDi que, a través de un dispositivo móvil, permiten al consumidor disponer de toda la información específica relativa al trozo de atún que está consumiendo. “Con solo leer el código BiDi, el distribuidor y el consumidor final pueden acceder a toda la información en la cadena de trazabilidad, así como a todos los documentos oficiales asociados”, puntualiza Serrano.
Con la puesta en marcha de este sistema, Grup Balfegó se convierte en la primera empresa de este sector que gestiona electrónicamente los documentos de captura a lo largo de las fases de pesca, transferencia, enjaulamiento, transformación y comercialización; cumpliendo de esta forma con los requerimientos que exigen las autoridades españolas y la Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico (ICCAT),y ofreciendo a sus clientes el valor añadido que supone garantizar el consumo responsable. Y es que, el consumidor haciendo uso de su móvil puede a través de esta etiqueta pasar por todas y cada una de las etapas que ha recorrido el atún que va a comerse desde el momento de su pesca, incluyendo datos como dónde y cómo se pescó, cuánto pesó la pieza, de qué se ha alimentado desde entonces y cómo cumple los requisitos del plan de control de la ICCAT.
Objetivo: eliminar el papel
En esta línea de innovación continua y de cara al futuro inmediato, Grup Balfegó ya está trabajando en nuevos proyectos. Así, la empresa contempla la implementación de un portal específicamente dirigido a sus clientes y distribuidores -actualmente trabaja con media docena- con el que pretende facilitar aún más procesos como la realización de los pedidos.
La compañía también empezará próximamente la implementación de un sistema de gestión documental que, basado en Microsoft SharePoint, estará compartido tanto por su ERP Ross como por AuraPortal. De esta forma, indica José Martín, “toda la documentación que se genera irá al mismo repositorio y podrá ser compartida por ambos sistemas”. El objetivo del proyecto pasa por la completa eliminación del papel, empezando por el proceso de facturación. Con esas miras, Grup Balfegó ya ha iniciado la instalación de una aplicación de Ricoh para el escaneado de los documentos y la generación de PDF que, identificados con una serie de metadatos, se albergarán en el repositorio SharePoint.
Códigos BiDi que hablan en el idioma del usuario
Grup Balfegó continúa afinando su sistema de trazabilidad basado en el uso de códigos BiDi. Así, la compañía, que ha diseñado de sus etiquetas haciendo uso de la aplicación BarTender, ha firmado un contrato de soporte con Scanbuy para poder conocer el idioma del terminal que hace la consulta y devolverle así la respuesta en dicho idioma. “Ahora”, indica el director general de Grup Balfegó, Juan Serrano, “enviamos la información en el idioma del lugar al que se dirige el producto, pero ahora podremos trasladar toda la información al usuario en su propio idioma, elevando así el grado de personalización y la satisfacción”.