Además hay que tener en cuenta la actual situación de crisis en la que la bajada de ventas de los productos implica una reducción de los presupuestos de marketing. Es necesario buscar nuevas alternativas con ingenio, y es ahí donde la industria digital y la aplicación de nuevas tecnologías al marketing (e-branding) entran en juego. Si miramos en cada hogar, no extraña que en cada casa haya varios dispositivos de última generación, e-book, TV con 3D, Sonido Dolby Surround, Facebook o cualquier Red Social, e incluso la posibilidad de manejar personajes en pantalla viviendo aventuras, algo que nunca se hubiera soñado vivir.
Según Rafael Espinosa de los Monteros, CEO de Pyxel Arts, “el consumidor ya no quiere que solamente le anuncien un producto en TV, sino que además esté en las redes sociales mientras chatea con un amigo. O cada vez más disfrutar de vídeos en 3D, con personajes poligonales hechos por ordenador que le gusten y llamen su atención. Estamos ante un cliente cada vez más exigente. Ahora ya no quiere sólo que se lo expliquen con un video, quiere ver una simulación real, e incluso una demo para probar. Es decir, imperan las herramientas de investigación de mercados y el feedback en las herramientas de comunicación: la empresa necesita de las opiniones de los usuarios, y éstos desean ser parte activa de las campañas o productos de la empresa”.
Esta situación también se traslada a las relaciones Business to Business (B2B) entre empresas, donde el potencial cliente no quiere una presentación en papel, en un “power point” estático o con un video, sino que valorará la imagen de la empresa con presentaciones interactivas, donde todos sus productos y servicios están digitalizados para poder mostrarlos en todo su esplendor, donde se pueden ver videos en 3D estereoscópico, e incluso hacer presentaciones donde el público es participante activo.
