Las empresas nunca se han tenido que enfrentar a un ritmo de actualización de sus tecnologías, procesos y mentalidad tan rápido y exigente como el actual, y que nunca volverá a ser tan lento como en el pasado reciente. En un mercado liderado por el consumidor no hay vuelta atrás y la reinvención es la máxima que todas las organizaciones deberán aplicar, tarde o temprano, si aspiran a mantener su competitividad en unos mercados tan exigentes. Sí, este es el discurso que venimos escuchando en los últimos años, pero ¿realmente, el cambio se está abordando correctamente?
En plena transformación del panorama empresarial mundial, sin poder distanciarnos todavía para analizar los resultados, las organizaciones dan pasos hacia un cambio radical definitivo. Es obvio que algunas están quedando estancadas en la fase de análisis y paralizadas sin saber determinar qué es lo que deben abordar y cómo hacerlo. La exigencia del momento actual, el exceso de información y la enorme oferta de propuestas puede frenar a quien desee triunfar en primera instancia y hacerlo sin ensayos, experimentos o retrasos. Pero el cambio es ineludible.
Afortunadamente, otras empresas han tomado la iniciativa y están convirtiéndose en puntos de referencia para los ‘qué y cómo’.
Índice de temas
El dato de calidad
Las empresas, incluso las aparentemente estancadas en una u otra fase de su cambio, ya han asumido los grandes términos de esta nueva época. La digitalización, primero, y la transformación digital inmediatamente después, han generalizado tecnologías que sonaban, en algunos casos, a ciencia ficción, abriendo paso a la etapa de la ‘empresa inteligente’: inteligencia artificial, Internet de las Cosas, analytics, cloud o el ya más que asumido acceso a los datos a través de cualquier dispositivo, gracias a la movilidad, se han convertido en la norma en muchas organizaciones. Mientras, aparecen nuevas opciones, como blockchain o la aplicación de la realidad aumentada en la empresa.
La clave y base de cualquier cambio en la empresa se sustenta en los datos, pero no en su cantidad, sino en su calidad y verificación. Acumular enormes volúmenes de datos incapaces de ofrecer conclusiones inteligentes no tiene sentido alguno. Es necesario procesarlos y depurarlos para asegurar que pueden arrojar resultados coherentes y acertados. Para ello es preciso aplicar inteligencia a los procesos y saber discernir qué datos son necesarios y cuáles sobran en el sistema.
La exigencia del momento, el exceso de información y la enorme oferta de propuestas pueden frenar a quien desee triunfar en primera instancia
A partir de ese punto comienza el cambio real para la empresa, sustentado por tecnologías cuyo objetivo es, como hemos apuntado, dotarla de inteligencia. Los analistas afirman que entramos en una etapa de nuevos procesos que combinan los datos correctos y los convierten en enfoques más adecuados de los que las empresas han obtenido hasta ahora.
De hecho, las organizaciones que ya están trabajando su transformación digital han puesto su centro de operaciones en los datos y en la inteligencia. Son capaces de generar nuevos modelos de negocio, procesos, tareas, capacidades y tecnologías que, junto a un cambio cultural que implica a todos sus integrantes, los transformará en ‘empresas inteligentes’.
Qué preocupa a los CIO
El plan para la transformación digital y la conversión en empresas inteligentes debe ser claro en cuanto a qué prestar una atención especial. Los CIO que ya han elegido la tecnología y la metodología para alcanzar ese objetivo se están centrando, según la información recopilada por SAP, en estos aspectos:
- Reestructurar los procesos end-to-end, teniendo en consideración que la experiencia del cliente no es, únicamente, omnicanal, sino que debe orquestarse a lo largo de toda la cadena de valor para desembocar en una experiencia de cliente óptima.
- El uso correcto de los datos fiables y de la inteligencia artificial facilita la transición hacia la ‘empresa inteligente’.
- Gestionar la complejidad simplificando la tecnología. Hay que reducir el número de aplicaciones, personalizaciones y acumulaciones de tecnología, al tiempo que se impulsa a las API y los microservicios, para enriquecer de manera sencilla las aplicaciones empresariales.
- Acelerar la innovación utilizando cloud en cualquiera de sus modalidades.
Cómo alcanzar resultados positivos
Las soluciones en silos ya han demostrado que no son las adecuadas para el profundo cambio que se está viviendo. Es necesario disponer de una suite capaz de cubrir todos los frentes y de potenciar los mecanismos que garanticen que los nuevos procesos actúan como exige el mercado.
La tecnología debe dotar a la empresa de aplicaciones sólidas, pero extremadamente flexibles, una plataforma centrada en los datos y nuevas tecnologías capaces de orquestar los procesos end-to-end, como machine learning, IoT o IA.
Es lo que denominamos ‘ERP Inteligente’, núcleo digital del sistema, cuya arquitectura sencilla convierte los datos en contenidos inteligentes facilitando tomar decisiones adecuadas y a tiempo. Este núcleo debe proporcionar la automatización de los procesos clave mediante inteligencia y aprendizaje utilizando IA, lenguaje natural y análisis predictivo. Por último, la aplicación inteligente de la tecnología simplifica la detección de los procesos que deben replantearse para una operativa eficaz.
Los beneficios de un sistema de estas características ya han sido cuantificados en términos estratégicos, de innovación, en productos y servicios y en lo concerniente a los activos y recursos.
Las empresas mejor posicionadas, aquellas que ya son capaces de comprobar sus retornos de la inversión, serán muy difíciles de batir
Las organizaciones que han apostado por estas arquitecturas han visto facilitada su capacidad para abordar nuevos mercados, así como una mayor agilidad en la adaptación de sus estructuras y modelos operativos. Sus ingresos han aumentado, por el momento, entre un 5 y un 10%. Su proceso de comercialización se ha reducido entre el 20 y el 50%.
En el área de servicios, los datos recabados reflejan que el aumento en ingresos omnicanal fluctúan entre el 5 y el 20%. La predicción de escenarios de mercado ha aumentado su precisión un 85% y la reducción en costes relacionados con la calidad ha sido de entre el 10 y el 20%.
Por último, en cuanto a los activos y los recursos se han reducido los costes de mantenimiento (10-40%); los relacionados con el mantenimiento del inventario (20-50%) y el gasto energético (20-30%).
Estos datos son un resumen claro de por qué es necesario comenzar el proceso de inmediato si no se ha hecho ya. Las empresas mejor posicionadas, aquellas que ya son capaces de comprobar sus retornos de la inversión, serán muy difíciles de batir, pero las que ahora comienzan su proceso todavía dispondrán de tiempo para realizarlo a su ritmo. Realmente, el momento es ahora.