Los edificios inteligentes son construcciones que incorporan instalaciones y sistemas que permiten una gestión y control inteligente, automatizada e integrada de todo el inmueble, incluyendo la electricidad, la iluminación, la climatización, el control de accesos, etcétera.
Los edificios inteligentes, o smart buildings, se gestionan a través de sensores inteligentes e interactivos que se conectan a una red para enviar información de lo que ocurre en el entorno al administrador, en tiempo real y allá donde el administrador se encuentre.
Índice de temas
Primer edificio inteligente, un poco de historia
No se conoce la fecha exacta en la que fue creado el primer edificio inteligente y quién lo hizo. No obstante, se puede datar a finales de la década de 1960 el periodo en el que se construyeron los primeros edificios en Estados Unidos con un ordenador que controlaba la gestión y la seguridad del edificio mediante mecanismos eléctricos, térmicos o magnéticos; es decir, mediante sensores localizados que captaban ciertas señales y las enviaban a los chips del software de un ordenador central.
Características y propósito de los edificios inteligentes
Los edificios inteligentes, o smart buildings, suelen utilizar energías renovables y contar con sistemas de consumo eficiente para el ahorro de costes de energía y agua. También pueden estar construidos con materiales resistentes que alargan la vida útil del edificio.
Estos edificios también emplean la domótica para integrar y centralizar todos los electrodomésticos y sistemas de control, y son muy flexibles a la hora de adaptarse a las nuevas tecnologías que vayan surgiendo.
Tecnología qué utilizan
Los edificios inteligentes están basados en tecnologías como Internet de las Cosas (IoT), data analytics, una red potente de telecomunicaciones, inteligencia artificial y aprendizaje automático.
Los edificios inteligentes cuentan con sensores que detectan factores como el aforo, el consumo energético, la temperatura, los suministros… y transmiten la señal correspondiente al sistema de gestión central, que almacena y analiza los datos para después dar una respuesta automatizada e inteligente y realizar un mantenimiento predictivo para optimizar los recursos del inmueble. De esta manera, gestionan, por ejemplo, los sistemas HVAC (por sus siglas en ingles), que engloba la calefacción, la ventilación y el aire acondicionado.
Asimismo, mediante la fusión de inteligencia artificial, machine learning e IoT se han desarrollado programas de autogestión capaces de controlar dispositivos y sistemas de seguridad avanzados.
Internet de las cosas y edificios inteligentes
Las redes IoT permiten ejercer un verdadero control de múltiples áreas y una visibilidad completa sin invertir en costosas infraestructuras in situ o en soluciones de alojamiento que requieren mucho mantenimiento.
Los dispositivos inteligentes conectados operan con reglas y algoritmos basados en datos del mundo real y son capaces de realizar tareas automáticas. A su vez, los dispositivos inteligentes brindan al personal del edificio información que les permite tomar decisiones basadas en los datos disponibles recopilados a través las redes conectadas, mejorando, a su vez, la productividad de las personas.
Este intercambio de datos y comunicación entre dispositivos inteligentes es vital para aumentar la calidad de vida del usuario, la eficiencia energética, un menor coste de propiedad y una mayor seguridad, entre otras.
Edificios y smart city
Los edificios inteligentes juegan un papel fundamental en la consecución de las smart cities, ya que cada edificio inteligente, -viviendas, comercios, hospitales, hoteles-, se pueden conectar entre ellos y con el entorno formando parte de un todo que sería la ciudad inteligente.
Las ciudades inteligentes persiguen aprovechar las tecnologías de la información y la comunicación para resolver, de la manera más eficiente posible, aquellos problemas que plantea la gestión de una gran urbe. Algunos ejemplos de donde más ayudan estas nuevas tecnologías son en la gestión del tráfico, la recogida selectiva de residuos, la atención a colectivos en riesgo de exclusión social, etc.
Ventajas y desventajas
Entre las ventajas de los smart buildings podría citarse la mayor comodidad de las personas que habitan o trabajan en el edificio o las que lo gestionan; un mayor control del gasto de los suministros del edificio y, por tanto, económico; una reducción del consumo energético, un mayor aprovechamiento del espacio y, también, importantes ahorros operativos, como los de mantenimiento del edificio.
Entre las desventajas de los smart buildings podría citarse: la dificultad en el uso de distintos aparatos inteligentes, sobre todo para personas que no manejan un ordenador o un smartphone a diario; una posible pérdida de la privacidad y desprotección de los datos que se comparten; un fallo en la conexión de red o de alguna tecnología que impida el buen funcionamiento del resto de procesos; y el coste de implementación de las tecnologías que, aunque generen un ahorro a largo plazo, en el momento de su aplicación precisan de un gran desembolso.
Edificios inteligentes y casas domóticas
La domótica es la actividad que permite controlar desde cualquier dispositivo móvil y en cualquier lugar los distintos electrodomésticos y sistemas del hogar inteligente, también llamado smart home.
La domótica incluye todos los sistemas y dispositivos que mejoran el confort y la eficiencia del hogar mediante funciones integradas y cableadas en el sistema eléctrico que, si se unen a los sistemas IoT del edificio inteligente, permiten interconectar todos los productos con conexión a internet y las aplicaciones de los smartphones y ofrecer funciones mejoradas de estos.
Materiales inteligentes para la construcción
Los materiales inteligentes son aquellos materiales de construcción que se adaptan a cualquier estímulo o cambio físico sin alterar su funcionalidad, como, por ejemplo, ventanas que regulan la entrada de luz y calor según la hora del día. Entre estos se pueden citar el cemento ecoeficiente y termocrómico, que cambia de color según la temperatura; hormigones autorreparables gracias a las microcápsulas de sílice; e incluso se está desarrollando asfalto al que se le integran materiales inteligentes para mejorar su capacidad de reacción. En este sentido, es posible que, añadiendo materiales inteligentes a las estructuras, estas puedan autodiagnosticarse y repararse por sí solas.
La inmótica y la domótica en los edificios inteligentes
La inmótica es lo mismo que la domótica, pero enfocado a la gestión automatizada de los sistemas y dispositivos de edificios no destinados a albergar viviendas, como un centro comercial, un hospital o un estado de fútbol. De esta manera, la domótica aplica la tecnología en el ámbito del smart home, y la inmótica lo hace en la del smart building.
Edificios inteligentes en España y en el mundo
En España:
Entre los edificios inteligentes que encontramos en España están el Wanda Metropolitano, un smart stadium que, con Telefónica, ha incluido mejoras en la seguridad, una reducción de los tiempos de espera de los asistentes al entrar al estadio, soluciones audiovisuales de distribución de la señal para operadores de producción y videomarcadores de última tecnología y conectividad de alta velocidad para todos los usuarios, entre otros muchos aspectos.
El centro comercial más digitalizado de España es la Torre Outlet de Zaragoza, perteneciente al Grupo Iberebro, que combina capacidades de red, comunicaciones e infraestructura WiFi con soluciones digitales de IoT, big data e inteligencia artificial, fusionando el mundo físico y digital con pantallas led de gran formato, gestión inteligente de flujo de visitas y parking y seguridad digital.
El Centro Deportivo Municipal Eduardo Latorre de Alcoi cuenta con un nodo IoT basado en la Norma UNE 178108 de smart buildings que recaba información de múltiples sensores y los pone al servicio de una plataforma de smart city para interactuar, tanto en el interior del edificio, como con los edificios de fuera.
Otros edificios de oficinas, como el de La Vela del BBVA en Madrid, que utiliza soluciones inteligentes de seguridad con CCTV, inteligencia artificial, biometría y videoanalítica; y el complejo SMART, de Barcelona, donde se encuentran las oficinas de T-Systems, contraídas con materiales de bajo impacto ambiental y preparado para su autogestión.
En el mundo:
El edificio The Edge en Amsterdam cuenta con 28.000 sensores que envían datos a un software que contiene información de todos los empleados, los cuales se mantienen conectados mediante una aplicación que conoce sus preferencias en cuanto a luz y temperatura y las ajusta a su gusto.
E ll edificio The Crystal, en Londres, el techo tiene un sistema que recoge el agua y la trata para utilizarla posteriormente, de esta forma, el 100% del agua usada para los inodoros y los sistemas de riego es reciclada.
En cuanto a la eficiencia energética y el autoabastecimiento, existen edificios que, por ejemplo, utilizan el agua de la lluvia o la energía proveniente de paneles solares. Entre los más sostenibles destacan: Siemens Middle East Headquarters, en Masdar City, una ciudad ecológica diseñada y ubicada en el Emirato de Abu Dabi, Emiratos Árabes Unidos; Glumac en Shanghai; Bullit Center, en Seattle, Washington.