La digitalización ha cambiado drásticamente la forma en que las personas utilizan los productos y servicios en muchas áreas de su vida. En concreto, dentro del sector asegurador, los nuevos comportamientos del consumidor son un desafío para las compañías que buscan ser proactivas y ofrecer soluciones que faciliten el camino para relacionarse con sus clientes. La tecnología está abriendo un abanico de opciones y, entre ellas, la Inteligencia Artificial (IA) es una de las que más beneficios puede aportar en muchas áreas distintas, entre ellas, las reclamaciones de siniestros de vehículos.
Sin contar los datos finales de 2020 marcados por el descenso de la movilidad por la pandemia, cada año se producen en España unos dos millones de accidentes de tráfico. Para hacernos una idea del volumen que implican para las aseguradoras, hay que tener en cuenta que en nuestro país hay cerca de 32 millones de vehículos asegurados y que las compañías pagan unos 3.400 millones de euros sólo por los accidentes considerados leves, gestionando diariamente más de 5.100 percances. Se trata de una parte crucial del negocio asegurador, pero también una de las que ofrece un mayor potencial de mejora gracias a la innovación. Tecnologías como la IA pueden comportar una auténtica revolución en este campo, haciendo mucho más eficiente la gestión de las reclamaciones, simplificando los procesos y, sobre todo, ofreciendo al cliente un servicio de valor añadido.
Por ejemplo, imaginemos que acabamos de tener un siniestro con nuestro coche. Quizá no ha sido nada grave pero la gestión de la reclamación suele ser un proceso largo y engorroso. Todo sería mucho más sencillo si para evaluar el daño sólo tenemos que proporcionar el número de la matrícula del vehículo y alguna fotografía de la zona dañada. Sin necesidad de instalarnos ningún software y sólo dándonos de alta de un servicio creado por nuestra compañía, podríamos enviar las imágenes a través de una aplicación, del correo electrónico o de cualquier otro método que haya escogido nuestro proveedor de seguros. Fácil y cómodo, ¿verdad?
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Coste y tiempo de reparación en sólo 20 segundos
La solución consigue el reconocimiento automático y la evaluación de los daños de cualquier vehículo a través de la IA. El servicio utiliza algoritmos para evaluar los daños a la hora de hacer reclamaciones a las aseguradoras y las tecnologías para el análisis de imágenes y el aprendizaje automático, junto con bases de datos específicas de mercado, aportan la información de los costes de las piezas y el tiempo de reparación. Lo más revolucionario de este servicio, bautizado como IDE (Intelligent Damage Evaluation), es que, en unos 20 segundos, la aseguradora puede ya tener una lista completa de los componentes dañados, incluyendo tanto los externos como los internos no visibles. En el caso de estos últimos, usa algoritmos basados en machine learning.
Los beneficiarios de este tipo de soluciones son desde compañías de seguros, de alquiler de vehículos, mediadores de siniestros, empresas que se encargan de las reclamaciones de vehículos o los propios talleres de carrocería. Pero, no debemos olvidar que el impacto en la percepción del cliente es también otro de los grandes puntos fuertes de este tipo de aplicaciones.
Otros ámbitos clave para la IA
IDE es solo un ejemplo de cómo la IA puede impactar en el sector asegurador. En este caso concreto, su aplicación puede significar una revolución en la gestión de reclamaciones ya que acelera el procesamiento de los partes, reduce el riesgo de fraude y acorta el tiempo entre la notificación de daños y la liquidación, mejorando radicalmente la experiencia del cliente.
Pero no se trata de una iniciativa aislada. Están llegando y llegarán muchos proyectos que acelerarán la transformación digital en las compañías aseguradoras y que, además, abrirán nuevas posibilidades de negocio. Desde la captación de clientes, a la tarificación o la detección del fraude, las aplicaciones de la IA son muchísimas. Otro gran ámbito donde veremos importantes mejoras es en el área comercial donde la atención de los asegurados se optimizará notablemente gracias un incremento del conocimiento del perfil del cliente.
En definitiva, la innovación tecnológica va a traer numerosos ejemplos más que demuestren que el sector asegurador está ante una gran oportunidad de digitalizar muchos de sus procesos, no solo para ganar efectividad sino también para conseguir que el cliente perciba que su póliza vale la pena y que la compañía aseguradora se avanza a sus necesidades ofreciéndoles servicios de valor añadido.
