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Inteligencia artificial en la educación: hacia el aprendizaje adaptativo



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El futuro de la educación en colaboración con la IA promete ser un campo en constante evolución, configurando nuevas direcciones en las que el aprendizaje y la enseñanza se desarrollarán

Publicado el 4 mar 2025

Unai Obieta

Director de Inteligencia Artificial del IMMUNE Technology Institute



IA Y EDUCACION (3)

IA y educación

La realidad de muchas películas de ciencia ficción ha comenzado a formar parte de nuestra sociedad. En los últimos años, la inteligencia artificial ha dejado de ser un concepto distópico para convertirse en una tecnología tangible y en constante expansión que ha llegado para quedarse.

La IA está transformando todos los sectores, destacando entre ellos el ámbito educativo. En una sociedad que avanza a pasos agigantados hacia la digitalización, contar con una formación adecuada es esencial. Además, la IA ofrece un gran potencial para abordar problemas crónicos que hemos arrastrado durante décadas.

Un claro ejemplo de ello es la alta tasa de fracaso escolar en España, que actualmente se sitúa en un 13,6%, según datos de la Encuesta de Población Activa.

Por ello, la revolución de la IA en la educación y su transformación en las metodologías tradicionales de enseñanza y aprendizaje pueden ayudar a solventar este reto. Con su capacidad para procesar y analizar grandes volúmenes de datos de forma eficiente, los sistemas de IA están desarrollando soluciones personalizadas y adaptativas que antes eran impensables.

Algoritmos para personalizar los cursos

Por ejemplo, empresas como Knewton emplean algoritmos de IA para personalizar los cursos en función del rendimiento de cada estudiante, ajustando tanto el contenido como el ritmo de las lecciones. Si un estudiante encuentra dificultades con un concepto específico de matemáticas, el sistema le proporcionará ejercicios adicionales sobre ese tema antes de avanzar, asegurando así una comprensión adecuada.

Las aplicaciones de la IA en el ámbito educativo son numerosas y variadas, cada una contribuyendo a mejorar tanto la enseñanza como el aprendizaje. Una de las aplicaciones más destacadas es el aprendizaje adaptativo. Las plataformas de aprendizaje en línea, como Coursera y edX, utilizan tecnología de IA para ajustar los cursos de acuerdo con las interacciones del estudiante. Por ejemplo, si un estudiante se detiene en un módulo o no logra completar las evaluaciones, la plataforma puede ofrecer contenido adicional o tutoriales relacionados, ajustando así la experiencia de aprendizaje a sus necesidades.

Todas estas herramientas ayudan a personalizar las dificultades a la que se enfrentan los estudiantes y solventar el sentimiento frustración, reduciendo la probabilidad de dejación y fracaso escolar.

Asistentes virtuales

Los asistentes virtuales también juegan un papel crucial en la educación. Instituciones como la Universidad de Georgia han explorado el uso de chatbots como ‘Jill Watson’, que responde preguntas de los estudiantes sobre el curso, mejorando la accesibilidad y la interacción, así como reduciendo la carga de trabajo para los educadores.

Otro avance significativo es la evaluación automatizada. Sistemas de IA pueden calificar tareas y exámenes de forma rápida y precisa. Por ejemplo, plataformas como Gradescope utilizan algoritmos de aprendizaje automático para evaluar las respuestas escritas de los estudiantes, permitiendo a los educadores proporcionar retroalimentación instantánea y enfocarse en la enseñanza efectiva.

La incorporación de la IA en la educación ofrece múltiples beneficios que mejoran la eficacia y la equidad del sistema educativo. Uno de los principales beneficios es la personalización del aprendizaje, que permite abordar las necesidades individuales de cada estudiante. Por ejemplo, en un aula tradicional, un estudiante con dificultades para entender un concepto matemático puede tener problemas para seguir el ritmo de la clase. Con la ayuda de la IA, se pueden crear rutas de aprendizaje personalizadas que abordan exactamente esos déficits, proporcionando recursos adaptativos, videos explicativos o ejercicios prácticos basados en el rendimiento individual.

Eficiencia operativa en las instituciones educativas

Asimismo, la IA fomenta la eficiencia operativa dentro de las instituciones educativas. Automatizar tareas administrativas, como la gestión de inscripciones, la programación de clases y el seguimiento de asistencia, permite que los administradores y educadores se concentren en actividades fundamentales que requieren habilidades humanas, como la interacción personal y el desarrollo de estrategias pedagógicas innovadoras.

Otro beneficio significativo es el fomento del aprendizaje autodirigido y continuo. Las herramientas de IA, como las plataformas de microaprendizaje, permiten a los estudiantes acceder a contenidos de manera autónoma y en diferentes formatos, como videos, podcasts y módulos interactivos. Esto no solo empodera a los estudiantes para que tomen control de su propio aprendizaje, sino que también promueve un entorno en el que pueden explorar temas de interés personal, fomentando la curiosidad y el deseo de aprender más allá del aula formal.

A pesar de los muchos beneficios que la IA puede ofrecer en el ámbito educativo, también presenta desafíos significativos y consideraciones éticas que requieren atención. Uno de los problemas más apremiantes es la privacidad y la seguridad de los datos. Los sistemas de IA a menudo requieren grandes volúmenes de datos para funcionar de manera efectiva, incluidos datos personales de los estudiantes. Cuando estos datos son mal gestionados o expuestos, pueden vulnerar la privacidad y seguridad de los estudiantes.

Los sesgos algorítmicos

Además, el sesgo algorítmico es una preocupación crítica en la aplicación de la IA. Si los datos utilizados para entrenar sistemas de IA son parciales o reflejan estereotipos, los resultados pueden perpetuar desigualdades y discriminaciones. Por ejemplo, si un sistema de IA que clasifica a estudiantes en función de su rendimiento previo se entrena con datos de un grupo demográfico que no representa adecuadamente a toda la población estudiantil, puede subestimar el potencial de ciertos grupos.

La equidad en el acceso a la tecnología también es un desafío significativo. No todos los estudiantes tienen el mismo acceso a las herramientas de IA debido a disparidades económicas. Esto puede contribuir a una mayor división educativa entre aquellos que tienen acceso a tecnología avanzada y aquellos que no. Las instituciones educativas deben trabajar para asegurar que todos los estudiantes tengan acceso equitativo a las herramientas y recursos necesarios para aprovechar la IA en su aprendizaje.

El futuro de la educación en colaboración con la IA promete ser un campo en constante evolución, configurando nuevas direcciones en las que el aprendizaje y la enseñanza se desarrollarán. La creciente automatización de muchas funciones académicas permitirá a los educadores concentrarse más en el desarrollo de habilidades socioemocionales, creatividad y pensamiento crítico, habilidades que son difíciles de replicar por las máquinas, pero esenciales en la mano de obra del futuro.

La educación híbrida o mixta también se anticipa como una práctica común en el futuro. La IA permitirá una combinación fluida y eficiente de aprendizaje en línea y presencial, proporcionando experiencias de aprendizaje que se adaptan al ritmo y estilo de cada estudiante. Estudiantes en todo el mundo se beneficiarán de las mejores prácticas educativas sin limitaciones geográficas, democratizando el acceso al conocimiento.

En resumen, la inteligencia artificial está transformando la educación de manera profunda y significativa, ofreciendo una variedad de aplicaciones que mejoran tanto el aprendizaje como la enseñanza. Sin embargo, es crucial abordar los desafíos éticos y prácticos que surgen con su integración. Preparar a los estudiantes y educadores para prosperar en este nuevo entorno es fundamental.

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