El Coliseo de Roma, con casi 2.000 años de historia, ha sobrevivido a terremotos, guerras y al desgaste del tiempo. Sin embargo, los desafíos actuales como la contaminación y las vibraciones del tráfico moderno están pasando factura a su estructura.
Durante años, la preservación de este icono se basó en inspecciones humanas periódicas y restauraciones costosas. Hoy, la tecnología ofrece un aliado inesperado: la inteligencia artificial (IA).
Investigadores del Parque Arqueológico del Coliseo y otras instituciones italianas como a Universidad La Sapienza de Roma, el Politécnico de Milán y la Agencia Espacial Italiana (ASI) han incorporado técnicas de IA para vigilar y conservar el anfiteatro Flavio, revolucionando la forma en que se protege este patrimonio de la humanidad.
¿Cómo puede un algoritmo ayudar a mantener en pie un monumento de piedra? A continuación, exploramos las innovadoras aplicaciones de la IA que actúan como “guardianes digitales” del Coliseo.
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IA al servicio del Coliseo: ojos digitales para detectar daños
Con sus enormes muros de travertino y arcadas superpuestas, inspeccionar cada rincón del Coliseo manualmente sería titánico.
Aquí es donde la visión por computadora entra en acción. Utilizando sistemas de reconocimiento de imágenes, los equipos de Parque Arqueológico del Coliseo han logrado escanear minuciosamente la fachada del monumento y analizar sus piedras una por una.

Las cámaras de alta resolución (incluso drones equipados con sensores) capturan miles de fotografías del Coliseo. Luego, algoritmos de IA «entrenados» para este propósito recorren esas imágenes en busca de señales de alerta: grietas diminutas, patrones de erosión en la piedra, desprendimientos incipientes o cualquier cambio estructural sutil.
De esta manera, la IA funciona como un par de ojos digitales incansables, capaces de detectar en horas lo que a un equipo humano podría tomarle meses revisar.
Por ejemplo: gracias a este análisis automatizado, se pueden identificar fisuras o daños en lo alto de los muros -lugares de difícil acceso- mucho antes de que se conviertan en un problema grave.
Un reciente estudio ilustró cómo los algoritmos podían encontrar grietas casi invisibles a simple vista y mapear su ubicación con precisión milimétrica.
Así, los conservadores saben exactamente dónde intervenir. Esta intervención temprana es crucial: permite reparar o reforzar zonas vulnerables antes de que ocurra un desprendimiento peligroso.
Un reciente estudio ilustró cómo los algoritmos podían encontrar grietas casi invisibles a simple vista y mapear su ubicación con precisión milimétrica
En lugar de esperar a que un fragmento caiga (con el consiguiente riesgo para el monumento y los visitantes), la IA avisa con antelación.
En palabras de los expertos, estas tecnologías hacen posibles intervenciones “más eficaces y respetuosas” con la integridad histórica del Coliseo, ya que se actúa solo donde es necesario y de forma cuidadosa.
Algoritmos que predicen el futuro: mantenimiento preventivo inteligente
Además de ver lo que ocurre hoy, la inteligencia artificial puede predecir lo que pasará mañana. Los científicos de datos de La Sapienza están desarrollando algoritmos predictivos que, alimentados con información del pasado y del presente, anticipan el deterioro futuro del Coliseo.
¿Cómo es posible? Estos modelos de aprendizaje automático analizan patrones de desgaste recopilados a lo largo de años: expansión de grietas, decoloración de materiales por la contaminación, efectos de la humedad y cambios de temperatura estacionales en la estructura.
Combinando esos datos con otros factores (como pronósticos climáticos o registros sísmicos), la IA puede estimar qué partes del anfiteatro tienen mayor riesgo de sufrir daños en los próximos años.
Los científicos de datos de La Sapienza están desarrollando algoritmos predictivos que, alimentados con información del pasado y del presente, anticipan el deterioro futuro del Coliseo
Un ejemplo concreto es la plataforma de monitoreo SyPEAH (System for the Protection and Education of Archaeological Heritage), creada en colaboración con el Parque Arqueológico del Coliseo, Agencia Espacial Italiana (ASI), La Sapienza y otras instituciones.
SyPEAH integra sensores remotos, imágenes satelitales y algoritmos de IA para vigilar continuamente el monumento.
Mediante modelos matemáticos avanzados, el sistema evalúa de forma cualitativa y cuantitativa la vulnerabilidad del Coliseo, indicando qué zonas están más expuestas a riesgos.
Este enfoque innovador permite planificar con anticipación las labores de mantenimiento, reforzando la resistencia de la estructura antes de que lleguen fenómenos adversos.

Por ejemplo, si la IA determina que cierto sector del muro sur podría resentirse tras un invierno lluvioso, los encargados pueden tomar medidas preventivas (como aplicar tratamientos protectores o instalar soportes temporales) antes de que el daño ocurra.
En esencia, la IA está convirtiendo el mantenimiento del Coliseo en un proceso proactivo en lugar de reactivo, lo que supone un cambio de paradigma en la conservación patrimonial.
Gemelos digitales: modelado 3D y reconstrucción virtual
Otra herramienta poderosa que la IA trae a la conservación es el modelado digital en 3D. Mediante escáneres láser y fotogrametría, se ha creado un modelo virtual detallado del Coliseo –un “gemelo digital” del monumento-.
Este modelo, combinado con IA, permite hacer experimentos virtuales sin riesgo para la estructura real. Por ejemplo, los ingenieros pueden simular en la computadora cómo afectaría al anfiteatro un terremoto moderado o décadas de exposición a la contaminación, viendo qué elementos se debilitarían.
El modelado digital en 3D, combinado con IA, permite hacer experimentos virtuales sin riesgo para la estructura real
Estas simulaciones, imposibles de realizar con métodos tradicionales, ayudan a preparar planes de refuerzo específicos.
La IA también asiste en la reconstrucción virtual del pasado: completando digitalmente secciones faltantes del Coliseo para entender cómo lucía en su época de esplendor.
De hecho, la combinación de IA y modelado 3D ha llevado la recreación de sitios arqueológicos a otro nivel, proporcionando experiencias inmersivas sin tocar ni una sola piedra del monumento.
Estos modelos digitales son valiosos tanto para la investigación y restauración (sirven de referencia para los expertos) como para la educación, ya que el público puede visualizar el Coliseo antiguo de forma realista gracias a la realidad virtual.
Ventajas frente a los métodos tradicionales
La incorporación de la inteligencia artificial en la conservación del Coliseo supone numerosos beneficios comparada con las técnicas tradicionales.
En primer lugar, la precisión: un sistema de visión artificial puede examinar detalles minúsculos y comparar cambios a lo largo del tiempo con una exactitud imposible de alcanzar a simple vista. Esto significa que hasta el más leve cambio en la estructura se detecta y registra.
En segundo lugar, la constancia: a diferencia de las inspecciones humanas –que pueden ser esporádicas, costosas y hasta peligrosas en alturas– las soluciones con IA pueden operar 24/7.
Cada día, drones autónomos podrían sobrevolar el Coliseo tomando imágenes, o sensores IoT enviar datos en tiempo real sobre vibraciones y humedad. La IA procesará ese flujo de información continuamente, alertando de inmediato ante cualquier anomalía.
Cada día, drones autónomos podrían sobrevolar el Coliseo tomando imágenes, o sensores IoT enviar datos en tiempo real sobre vibraciones y humedad
Otro punto a favor es la seguridad y preservación: al reducir la necesidad de andamios y exploraciones físicas frecuentes, se minimiza el contacto directo con la estructura antigua. Menos contacto significa menos riesgo de dañar accidentalmente elementos delicados durante una inspección.
Asimismo, los restauradores pueden enfocarse en intervenciones muy localizadas en base a los “mapas de daños” que la IA les proporciona. Esto evita restauraciones generales más invasivas.
En resumen, se optimizan recursos y se interviene solo donde hace falta, preservando la autenticidad del monumento. Comparado con el enfoque tradicional de reaccionar tras un daño evidente, el método inteligente es preventivo y estratégico: alarga la vida del Coliseo con el menor impacto posible sobre su esencia histórica.
Un vistazo al futuro: IA y arqueología de la mano
El éxito de la IA en el Coliseo Romano es solo el comienzo. Su aplicación en arqueología y conservación patrimonial abre un abanico de posibilidades de futuro emocionantes.
Por ejemplo, proyectos como RePAIR en Pompeya ya están empleando robots e inteligencia artificial para recomponer frescos antiguos que colapsaron hace siglos.
Miles de fragmentos de pintura mural, quebrados como piezas de rompecabezas, están siendo escaneados y reconocidos mediante IA, para luego ser ensamblados por brazos robóticos en su posición correcta. Tareas que habrían llevado décadas a los arqueólogos ahora pueden acelerarse enormemente con estas técnicas.
Imaginemos también sistemas de IA analizando imágenes de satélite para descubrir restos arqueológicos ocultos bajo tierra, o identificando patrones en ruinas que escapan al ojo humano, revelando trazas de edificaciones desaparecidas.

En conservación preventiva, futuros algoritmos podrían combinar datos globales de cambio climático con modelos locales de un monumento para sugerir cómo protegerlo de amenazas venideras (como desertificación, inundaciones o acidificación del aire).
La IA también puede ayudar a democratizar el acceso al patrimonio: gracias a la realidad aumentada, un visitante con su teléfono podría apuntar al Coliseo y ver sobreimpresas reconstrucciones virtuales generadas por IA, reviviendo escenas de la Antigua Roma.
gracias a la realidad aumentada, un visitante con su teléfono podría apuntar al Coliseo y ver sobreimpresas reconstrucciones virtuales generadas por IA
Aunque estas aplicaciones educativas no son conservación en sí, complementan la preservación al aumentar el valor social del monumento.
En última instancia, la IA actúa como un catalizador que potencia el trabajo de historiadores, arqueólogos y restauradores, no para sustituir su experiencia, sino para ampliar sus capacidades. Es un asistente incansable que aprende de datos y contribuye con otra perspectiva.
Tradición e innovación de la mano
El matrimonio entre un monumento milenario y la tecnología punta de IA puede sonar inusual, ¡pero está dando frutos asombrosos!
Gracias a la colaboración entre instituciones patrimoniales y universidades, el Coliseo Romano hoy está más monitorizado y protegido que nunca.
Los métodos de inteligencia artificial –desde la visión por computadora hasta los algoritmos predictivos– se han convertido en los nuevos “ojos” y “oídos” del monumento, detectando peligros a tiempo y sugiriendo soluciones.
Los métodos de inteligencia artificial –desde la visión por computadora hasta los algoritmos predictivos– se han convertido en los nuevos “ojos” y “oídos” del monumento
El impacto de estas herramientas trasciende este caso: marca un antes y después en cómo cuidamos nuestro legado histórico. Si la piedra pudiera hablar, quizás el Coliseo aplaudiría a su equipo de protectores digitales.
Con la ayuda de la IA, este gigante de la antigüedad podrá seguir maravillando al mundo otros dos milenios, demostrando que innovación y patrimonio pueden avanzar de la mano para preservar la historia.