En una coqueta oficina de coworking funcional con excelsas vistas a la Castellana, nos recibe Juan Carlos Sánchez, vicepresidente Regional de Cloudera para España y Portugal,. El directivo regresa de un kikoff de Estados Unidos y trae información calentita de la hoja de ruta de la compañía. Una empresa como Cloudera, «pequeña y grande» a la vez, con vocación de unicornio del big data en open source, tiene mucho que contar en estos momentos la escalada de la inteligencia artificial y de relevancia del dato como la base de todos los movimientos tecnológicos y de negocio.
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¿Cuál es la situación actual en carrera de Cloudera?
No somos una compañía pública, por lo que no puedo compartir datos concretos, pero sí algunas cifras generales: facturamos más de un billón con un crecimiento sostenido. En EMEA hemos obtenido resultados positivos, y en España también ha sido un año muy favorable. Los esfuerzos que hemos realizado en los últimos ejercicios han dado frutos, y el último trimestre ha sido especialmente bueno. Esto nos ha permitido contribuir al éxito de la región EMEA.
Entonces, ¿el enfoque de Cloudera para este año seguirá una línea continuista dentro de esa posición fuerte y diferenciada en el mercado?
Sí, nuestra estrategia se mantiene firme, pero con importantes novedades en producto. Nuestro mensaje principal es que tenemos la mejor plataforma híbrida del mercado. Y cuando digo «la mejor», no es solo una cuestión subjetiva: somos la única plataforma verdaderamente híbrida.
¿Qué significa esto? Que podemos ayudar a nuestros clientes a gestionar sus datos sin importar dónde estén alojados ni la arquitectura que utilicen. Nuestra solución permite combinar datos y ejecutar servicios en la nube o en on-premise sin necesidad de replicarlos, copiarlos o trasladarlos. Esto proporciona una libertad sin precedentes a nuestros clientes.
¿En su kikoff de Estados Unidos qué mensajes han sobresalido?
En Estados Unidos hemos reforzado este mensaje con dos pilares adicionales: arquitecturas modernas (queremos ayudar a nuestros clientes a adoptar infraestructuras más eficientes) e Inteligencia Artificial Empresarial (Enterprise AI), dado que facilitamos la implementación de IA en el entorno donde ya se encuentran los datos.
Actualmente, no hay otro proveedor en el mercado que ofrezca soluciones de IA híbrida, con la capacidad de desplegar casos de uso tanto en la nube como en on-premise, sin comprometer costos ni generar problemas de latencia.
Adicionalmente, se ha decidido simplificar al máximo la denominación de los productos. Ya no hablamos de Cloudera Private Cloud, Cloudera Public Cloud, o Cloudera Data Platform Private Cloud, sino vamos a lo sencillo: Cloudera en nube o Cloudera on-premise. También estamos modernizando nuestro logo y la imagen de marca, manteniendo el naranja como nuestro color identificativo.
¿Se sienten respaldados por sus socios de capital e inversión?
Cloudera completó su transición de empresa pública a privada en julio de 2021. Casi cuatro años después, esta evolución ha fortalecido la confianza de los inversores, reflejada en su inversión continua. Gracias a este respaldo, en 2024 llevamos a cabo adquisiciones estratégicas que han impactado significativamente en nuestro retorno de inversión. Nuestros garantes son, por un lado, KKR (Kohlberg Kravis Roberts & Co.), una firma de inversión global con una fuerte presencia en el mercado europeo, incluyendo España. Por otro, CDR (Clayton, Dubilier & Rice), una firma de mayor envergadura que KKR, con una cartera de activos sustancial y estimaciones de ingresos de 15.000 millones de dólares, lo que demuestra su solidez financiera
¿Qué modelo de negocio ofrece realmente Cloudera a sus clientes? Porque se habla mucho de soluciones híbridas, pero ¿cómo se traduce esto en la práctica?
Nuestro modelo de negocio se basa en proporcionar una plataforma tecnológica que permita a nuestros clientes extraer el máximo valor de sus datos, independientemente del caso de uso. Desde hace años, se habla de la importancia de los datos, pero muchas empresas siguen sin aprovechar su verdadero potencial. Cloudera ofrece una plataforma que permite centrarse en el negocio sin preocuparse por la infraestructura.
En cuanto a la implementación, ofrecemos máxima flexibilidad:
- En la nube: Modelo basado en consumo, donde el cliente paga por el uso que haga, con las licencias adecuadas para su volumen de trabajo.
- On-premise: Modelo bajo suscripción, con una instalación que proporciona control total.
Ambos modelos están respaldados por la misma capa de administración, seguridad y cumplimiento normativo, asegurando la gobernanza de los datos y la adaptabilidad a las distintas regulaciones.
¿Y qué papel juega el open source en la propuesta de Cloudera? ¿Qué valor añadido aporta?
Cloudera está construida sobre tecnologías open source desde sus inicios en 2008. Comenzamos con Hadoop y hemos evolucionado hasta una plataforma completa que incorpora múltiples proyectos de código abierto, como Apache Iceberg, Apache NiFi y Apache Ozone.
A lo largo de los años, hemos sido impulsores clave del desarrollo de estos proyectos, colaborando con la comunidad y contribuyendo con innovación. Por ejemplo, Apache Iceberg es hoy el estándar para la gestión de grandes volúmenes de datos de forma escalable y eficiente.
¿El hecho de que Cloudera sea open source genera alguna desconfianza en los clientes? ¿O lo ven como una ventaja?
Lo ven como una ventaja. La razón principal es que el open source ofrece mayor seguridad y continuidad, ya que no depende exclusivamente de Cloudera, sino de una comunidad activa de desarrolladores.
Además, trabajar con Cloudera en lugar de usar soluciones open source «puras» proporciona un respaldo adicional en términos de seguridad y gobernanza. Nuestra plataforma incluye una capa adicional de protección que asegura que todas las tecnologías utilizadas cumplen con los requisitos empresariales y regulatorios.
Trabajar con Cloudera en lugar de usar soluciones open source «puras» proporciona un respaldo adicional en términos de seguridad y gobernanza
JUAN CARLOS SÁNCHEZ, CLOUDERA
¿Cómo definirías, desde la perspectiva de Cloudera, la inteligencia artificial?
La inteligencia artificial, según Cloudera, es la capacidad analítica para ir más allá de un análisis básico, desarrollando casos de uso de analítica predictiva y generativa. Se trata de crear modelos que permitan obtener una visión analítica muy avanzada. El modelo de trabajo de Cloudera consiste en ayudar al cliente a mantener el control total de sus datos mientras se crean espacios de trabajo personalizados dentro de su propia arquitectura. En este sentido, Cloudera no ofrece un producto único de inteligencia artificial, sino un framework de trabajo que permite adaptar cualquier modelo disponible en el mercado.
Frente a otros proveedores que cuentan con productos propios de IA, ¿por qué resulta diferencial el enfoque de Cloudera?
A diferencia de otros vendedores, Cloudera no apuesta por un producto cerrado; su fortaleza reside en ofrecer, como he comentado, un framework de trabajo flexible que permite incorporar cualquier modelo de inteligencia artificial. La mayoría de los modelos, incluso aquellos de código abierto, pueden ser adoptados y adaptados a las necesidades del cliente. Este enfoque posibilita entrenar y realizar inferencias sobre los modelos de forma personalizada, sin que el cliente tenga que ajustarse a las limitaciones de un producto final predefinido, lo que además evita exponer datos sensibles fuera de su perímetro.
¿Qué desafíos se observan en cuanto a costes y retorno de inversión (ROI) en la adopción de modelos de IA?
Muchos clientes comentan que, más allá de la productividad o de obtener resultados inmediatos, el principal desafío radica en los costes. La escalabilidad y la exponencialidad de las consultas pueden generar un impacto considerable en el gasto. Aunque la sostenibilidad es importante, lo que preocupa a los clientes es lograr un ROI adecuado. En este contexto, el modelo híbrido de Cloudera (donde una parte del proceso se ejecuta en la nube con máxima flexibilidad y, una vez validado, se replica en un entorno on-premise) permite controlar y predecir de manera más efectiva el consumo y los costes, algo que otros fabricantes no siempre ofrecen.
Respecto a la IA generativa, ¿cuál es la percepción de los clientes y cuáles son sus mayores preocupaciones?
Existe cierto debate sobre el valor real que se obtiene de la IA generativa. Muchos clientes manifiestan inquietud en torno a la seguridad de sus datos, el control sobre la información y los costes asociados. Factores como la geopolítica (con implicaciones derivadas de relaciones entre países como Estados Unidos, China y contextos políticos complejos) generan además incertidumbre. Para Cloudera, la seguridad es primordial: su estrategia se basa en otorgar al cliente el control total de sus datos, asegurando que, aunque se utilicen modelos externos o se adapte un framework, la integridad y la confidencialidad no se vean comprometidas.
¿Cómo observas la evolución y la adopción de la inteligencia artificial en el entorno empresarial?
El consenso es que la inteligencia artificial dejará de ser una opción y se convertirá en una obligación para las empresas. Así como en el pasado la transformación digital (correo electrónico, suites ofimáticas) revolucionó el trabajo, en el futuro la IA se integrará de forma tan natural que nadie podrá prescindir de ella. Las empresas que adopten y extraigan valor de la IA desde el inicio obtendrán una ventaja competitiva decisiva, mientras que aquellas que se rezaguen enfrentarán desafíos para recuperar terreno en el mercado.
