Hace muchos años que la tecnología y la digitalización no son una opción ni un espacio reservado para algunos expertos o un lugar donde pasar un rato, son una necesidad. Hoy, casi tres décadas después de aquellas aventuras digitales, Internet es un elemento imprescindible en nuestras vidas. No es una extravagancia y no es un mundo para elegidos: es la norma.
Del mismo modo que Internet es una realidad transversal que ha cambiado el mundo a todos los niveles, la igualdad es una necesidad transversal en la sociedad. Una sociedad sin igualdad es una sociedad incompleta. Una empresa sin igualdad es una empresa incompleta. La igualdad no es un privilegio, sino el equilibrio. No se trata de pedir nuevos privilegios para las mujeres o poder llegar más lejos en menos tiempo ni se trata de sustituir a los hombres por mujeres sino en centrarnos en el talento para garantizar la igualdad de condiciones.
La igualdad es una necesidad transversal en la sociedad
La igualdad es transversal
Las empresas que apuestan por la igualdad están en las mejores condiciones para ser realmente competitivos y transformar todos los sectores de la economía.
En Ingram Micro tenemos claro que una empresa sin tecnología es una empresa fuera de juego y por eso nos esforzamos cada día por asesorar a nuestros clientes para que dispongan del nivel de digitalización que necesitan en cada etapa de su vida. Pero también somos conscientes de que la digitalización estará incompleta si no se apuesta por el talento femenino, porque es la única fórmula capaz de responder a las necesidades del presente y del futuro. Así que la única estrategia para sobrevivir en entornos como los actuales es la sana combinación de tecnología y talento y en ambos casos hay que abrir la mente para incluir a todos los actores capaces de aportar el empuje necesario para ejercer un liderazgo sostenible. No habrá futuro sin tecnología y no habrá futuro sin igualdad, porque la competitividad deja de existir cuando ambos factores no están en el centro de la estrategia de una empresa. Hay que saber rodearse de los mejores y esos ‘mejores’ son dispositivos y herramientas digitales, talento sin mirar su género y la firme convicción de que el futuro sólo pertenece a quienes son capaces de afrontarlo en toda su extensión y plenitud.
