Este pasado año, hemos confirmado que los datos son fundamentales para el éxito de las organizaciones y, al mismo tiempo, más difíciles de gestionar que nunca. Hoy generamos en un día la misma cantidad de datos que se producían durante todo un ejercicio hace 20 años. Y, en aquel entonces, almacenarlos requería inversiones millonarias, mientras que ahora es posible hacerlo por apenas 300 dólares.
Las empresas no dejarán de almacenar datos, pero sí buscarán hacerlo de manera más eficiente. Aquí entra en juego la infraestructura de datos inteligente, como la que ofrece NetApp, en cuyo corazón está la creación de un tejido de datos único para cada organización, que permita integrar y manejar la información dentro de una experiencia unificada y conectada, sobre la que la IA pueda actuar. Las compañías usan menos del 30% de los datos que almacenan, por lo que aquellas que prioricen la unificación de datos tienen más probabilidades de alcanzar sus metas.
El 68% de las organizaciones españolas ha integrado este enfoque en sus infraestructuras, lo que subraya la importancia de contar con un almacenamiento que funcione de manera uniforme en on-prem y en la nube para garantizar escalabilidad, eficiencia y seguridad de los dato
Adopción de entornos híbridos
De cara a este ejercicio, hemos observado una tendencia hacia la adopción de entornos híbridos. Según el último Cloud Complexity Report, el 68% de las organizaciones españolas ha integrado este enfoque en sus infraestructuras, lo que subraya la importancia de contar con un almacenamiento que funcione de manera uniforme en on-prem y en la nube para garantizar escalabilidad, eficiencia y seguridad de los datos.
Este modelo no solo resulta clave para la flexibilidad operativa, sino también para el éxito de los proyectos de IA, que dependen en gran medida de esta infraestructura de datos inteligente. De hecho, hasta el 20% de estos proyectos fracasan si no cuentan con una base sólida de datos que garantice su calidad, accesibilidad y unificación.
No obstante, esta adopción de la IA también vendrá acompañada de un aumento en los ciberataques: el 54% de las organizaciones a nivel global ha sufrido al menos uno en los últimos 18 meses, y muchas enfrentan dificultades para recuperar datos críticos. La seguridad se presenta como una de las principales vías de inversión para ofrecer una infraestructura de datos más inteligente y segura. La automatización de la detección y mitigación de amenazas se perfila como una solución prometedora, ya que permite identificar patrones a gran escala y automatizar respuestas: NetApp, homologada por los principales organismos internacionales en materia de seguridad, dispone de soluciones como ONTAP Autonomous Ransomware Protection, que emplea la IA para detectar amenazas con un 99% de precisión y sin falsos positivos.
En paralelo, la sostenibilidad continuará ganando relevancia, tanto como requisito regulatorio como ventaja competitiva. Se prevé que, para 2030, las TI representarán al menos el 8% de la demanda eléctrica mundial, frente al 2% en 2020. Además, el almacenamiento de datos es responsable del 10-15% del consumo energético de los centros de datos, por lo que los proveedores de almacenamiento tenemos un papel que desempeñar en este punto.
Cuando llevamos dos meses transcurridos, 2025 promete ser un año de grandes oportunidades y retos. La capacidad de adaptarse rápidamente a los cambios, combinada con una gestión eficiente, segura y sostenible de los recursos digitales, marcará la diferencia en un mercado cada vez más competitivo. En NetApp, tenemos la capacidad de ayudar a nuestros clientes a almacenar y gestionar cualquier tipo de dato, carga o aplicación. Nos gusta llamarnos la compañía de la infraestructura de datos inteligente, porque ayudamos a las organizaciones a enfrentarse a retos complejos, como garantizar la seguridad, el cumplimiento normativo y la recuperación de datos, sin importar dónde se encuentren sus sistemas. Porque, al final, no puede existir una economía digital sin una gestión inteligente del dato.
