OPINIÓN

Tras los negocios digitales… ¿llegarán los negocios autónomos?



Dirección copiada

Con los negocios autónomos se trata de incorporar la informática para decidir quién nos compra, qué le vendemos y quién se lo vende

Publicado el 4 feb 2025

José Manuel Barrutia

Director de Estrategia de Ayesa



Recurso

La siguiente disrupción en los negocios ya no será la transformación digital, sino la incorporación intensiva de la inteligencia artificial para conformar lo que diferentes analistas han venido a denominar como negocios autónomos.

Desde 1980 hasta hoy hemos visto cómo la informática ha ido transformando las empresas en tres etapas diferentes (cada una de 15 años, aproximadamente).

En primer lugar, se incorporaron los sistemas de información para dar soporte a su gestión y operación.

Quince años después surgió el concepto de e-business, que incorporaba nuevos canales y un modelo disruptivo al incorporar Internet.

Y es, hace ahora diez años, cuando ha empezado a extenderse el concepto de negocios digitales, transformando diferentes sectores -en cuanto a qué vender y con qué modelo de negocio- gracias a nuevos ecosistemas tecnológicos.

Negocios autónomos, una nueva era

Tras estos aproximadamente 45 años, en 2025 se abre una cuarta etapa (no sabemos si se extenderá por un periodo similar a los anteriores), que se empieza a perfilar como la de los negocios autónomos.

Ya no se trata de cómo operar un negocio, cómo vender a través de Internet o qué vender y bajo qué modelo. Ahora se trata de incorporar la informática para decidir quién nos compra, qué le vendemos y quién se lo vende.

Por lo tanto, el foco ya no está en dar soporte a las operaciones, ni tampoco conectar la empresa a Internet. Ni siquiera que IT sea el core de los negocios a través de su digitalización.

Ahora lo estará en crear nuevos tipos de organizaciones: los negocios autónomos. Llevamos años hablando de transformación digital y negocios digitales, pero hoy es cuando podría abrirse una nueva era.

No estamos hablando de factorías robotizadas, que también. Estamos hablando de un tipo de negocio que será parcial o totalmente gestionado por agentes de software con capacidad de aprendizaje.

Y que, por tanto, se encargarán de procesos de negocio autónomos que podrán tomar sus propias decisiones, sus propias acciones (como un intermediario más) y aprender constantemente para mejorar su rendimiento, eficacia y resultados.

Así, podrán estar conectados a procesos de fabricación inteligentes para personalizar los productos o servicios en cada interacción, tras haber analizado las preferencias de los clientes a través de interfaces conversacionales.

No todas las tareas necesitan intervención humana (aunque sí supervisión directa o diferida) y la algoritmia cada vez permite dar respuesta a modelos de mayor complejidad.

Como siempre que hablamos de transformación, esta no se alcanzará de manera sincronizada en todos los sectores, ni todas las empresas llegarán al mismo punto.

Será posiblemente un proceso progresivo. Se abren sin duda debates (éticos, laborales, jurídicos o administrativos) muy relevantes, como también surgieron en las anteriores etapas de la informática.

Tampoco estamos seguros en estos momentos con qué profundidad impactarán estas tendencias de operación y gestión autónomas.

Artículos relacionados

Artículo 1 de 5