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Infraestructuras ante la DANA
El reciente evento de DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos) que azotó a España ha dejado a su paso una estela de devastación y desolación. Las inundaciones resultantes que afectaron a miles de personas, ecosistemas e infraestructuras, pusieron de manifiesto una pregunta crucial: ¿están nuestras infraestructuras preparadas para soportar desastres naturales cada vez más frecuentes e intensos, especialmente en el contexto del cambio climático?
Soluciones como BIM (Building Information Modeling), IoT (Internet de las Cosas) e inteligencia artificial (IA) pueden ayudar a anticipar y mitigar los efectos de eventos climáticos extremos
RICARDO CARRAMIÑANA
EADIC
Esta pregunta solo puede ser respondida desde distintas aristas, es probable que algunas infraestructuras estén calculadas y diseñadas para soportar eventos naturales, en los cuales sus estructuras no sufran daños importantes, sin embargo, para que todo funcione de manera adecuada deben realizarse de manera preventiva los mantenimientos requeridos. ¿Podemos pensar entonces que las estructuras más afectadas no contaban con dichos mantenimientos? Y en este caso solo podemos concluir que en ese evento puntual se presentó la suma de diversos factores que resultaron en un daño catastrófico, siendo la falta de mantenimiento uno de los factores.
A la falta de mantenimiento de las infraestructuras, se sumó la escasa formación de la población en cuanto a la gestión de emergencias, un sistema de alerta que no funcionó como debería y un evento meteorológico de gran magnitud, todo esto llevó a una reacción en cadena que generó grandes pérdidas materiales y humanas.
Infraestructuras ante la DANA y mantenimiento: un costo ignorado
Uno de los problemas más evidentes es el mantenimiento deficiente de las infraestructuras existentes. Canales, carreteras y otros espacios públicos requieren un cuidado constante para evitar la acumulación de vegetación y agua, que pueden agravar los efectos de eventos naturales. La inversión en mantenimiento debe ser una prioridad, y no solo una opción.
En este sentido, es crucial que España aumente su presupuesto destinado al mantenimiento de infraestructuras. La prevención es más efectiva y menos costosa que la reparación de los daños ocasionados por desastres naturales. Además, la falta de inversiones adecuadas en sostenibilidad y adaptación climática pone en riesgo no solo a las infraestructuras, sino también a la población que depende de ellas.
España, al igual que muchos otros países, enfrenta el desafío de modernizar y mantener sus infraestructuras. Aumentar el presupuesto destinado a mantenimiento es fundamental para:
- Adaptarse al cambio climático: Las infraestructuras deben ser capaces de resistir eventos climáticos extremos cada vez más frecuentes e intensos.
- Garantizar la movilidad y conectividad: Infraestructuras en buen estado son esenciales para el desarrollo económico y social.
- Proteger el patrimonio cultural: Muchas infraestructuras tienen un gran valor histórico y cultural y deben ser preservadas para las futuras generaciones.
La tecnología como aliada en la prevención
A medida que avanzamos hacia un futuro marcado por el cambio climático, la tecnología puede jugar un papel fundamental en la prevención y gestión de desastres. Soluciones como BIM (Building Information Modeling), IoT (Internet de las Cosas) e inteligencia artificial (IA) pueden ayudar a anticipar y mitigar los efectos de eventos climáticos extremos.
Por ejemplo, el uso de BIM permite modelar infraestructuras y evaluar su capacidad para soportar situaciones adversas. La implementación de estas tecnologías en el proceso de construcción debe ser obligatoria para asegurar que nuestras estructuras estén preparadas ante cualquier eventualidad. En España, ya se ha comenzado a exigir el uso de BIM en contratos de construcción, lo que es un paso positivo hacia la modernización del sector.
Análisis de datos históricos
La IA también ofrece herramientas valiosas para analizar datos históricos y predecir eventos climáticos. Con la recopilación y análisis adecuados, podemos identificar patrones y tendencias que nos ayuden a estar preparados para futuros desastres. La experiencia de países como Japón, que cuenta con una red de sensores para alertar sobre eventos naturales, es un ejemplo a seguir.
Por lo que la tecnología se erige como un aliado fundamental en la construcción de un futuro más sostenible y resiliente. Herramientas como el diseño asistido por computadora (CAD) permiten modelar edificios energéticamente eficientes, optimizando el uso de recursos naturales. Los sistemas de gestión de edificios inteligentes controlan de manera autónoma el consumo de energía y agua, reduciendo la huella ecológica de las construcciones. Además, los materiales inteligentes, capaces de adaptarse a las condiciones ambientales, ofrecen mayor durabilidad y resistencia a eventos extremos. La implementación de sensores y sistemas de monitoreo en tiempo real permite detectar tempranamente posibles daños o fallas estructurales, facilitando acciones preventivas y minimizando los riesgos asociados a desastres naturales. En definitiva, la tecnología no sólo hace posible construir de manera más sostenible, sino que también nos equipa para enfrentar los desafíos del cambio climático y construir ciudades más seguras y resilientes.
infraestructuras ante la DANA: el futuro de la construcción sostenible
La sostenibilidad en la construcción no es solo una tendencia, sino una necesidad imperativa. La implementación de prácticas sostenibles puede reducir la vulnerabilidad de nuestras infraestructuras y hacer que sean más eficientes en el uso de recursos. En el contexto del evento de Valencia, este enfoque se vuelve aún más relevante, ya que la resiliencia de las infraestructuras está directamente relacionada con su capacidad para adaptarse a un clima cambiante.
Recientemente, grandes profesionales han puesto de manifiesto la creciente importancia de la tecnología y la innovación en la transformación del sector AEC. La inteligencia artificial, con su capacidad para procesar grandes cantidades de datos y aprender de ellos, se perfila como una herramienta fundamental para optimizar procesos, mejorar la toma de decisiones y desarrollar soluciones más sostenibles.
Gestión de infraestructuras ante la DANA
España necesita adoptar un enfoque proactivo en la gestión de infraestructuras, utilizando las herramientas tecnológicas disponibles para anticiparse a los eventos naturales. La combinación de BIM, IA y un compromiso renovado con el mantenimiento y la sostenibilidad puede marcar la diferencia entre la devastación y la resiliencia en el futuro.
Es evidente que el futuro del sector AEC pasa por la adopción de un enfoque más holístico que combine la sostenibilidad, la tecnología y la innovación. Los casos de éxito presentados, como el proyecto Pancorbo, demuestran que es posible transformar las infraestructuras existentes y construir nuevas con criterios de eficiencia energética y resiliencia.
En este contexto, la formación de los profesionales del sector es clave. La organización industrial y la adopción de nuevas tecnologías requieren de una adaptación constante a los cambios. La prevención de eventos naturales, como el ocurrido en Valencia, exige una planificación rigurosa y la implementación de soluciones basadas en datos.