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Altia adjudicataria de un contrato de hasta 160 millones de euros con la Oficina Europea de Patentes



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El contrato, adjudicado mediante licitación pública, fortalecerá la infraestructura tecnológica de la EPO y será un elemento importante en la implementación de su Plan Estratégico 2028

Publicado el 12 nov 2024



Foto Altia

Altia, empresa tecnológica que lleva 30 años acompañando a organizaciones en su transformación tecnológica, encabeza el consorcio que ha sido seleccionado como contratista principal para llevar a cabo servicios de desarrollo y mantenimiento de aplicaciones para la Oficina Europea de Patentes (EPO). El contrato tiene un valor máximo estimado de 160 millones de euros y una duración prevista de cinco años. El consorcio incluye a las empresas Bilbomática, an Altia Company, ARHS, SoftServe y SAM Solutions, todas ellas con amplia experiencia en proyectos tecnológicos de gran envergadura.

Este contrato, denominado SDAM, es fundamental para la EPO, institución intergubernamental que recibió más de 199.000 solicitudes de patentes en 2023 y juega un papel crucial en el apoyo a la innovación y el crecimiento económico en Europa.

Altia desarrollará aplicaciones críticas

El contrato de la EPO se centra en el desarrollo y mantenimiento de aplicaciones críticas para la organización y alcanza los dominios relativos a negocio, corporativos y de publicación web. Altia, junto con sus socios del consorcio, será responsable de la creación, mantenimiento y optimización de las aplicaciones que soportan los procesos internos y externos de la EPO. Estas aplicaciones deben ser robustas, eficientes, escalables, y capaces de manejar las complejidades del sistema de patentes europeo. El consorcio será responsable de la evolución y del mantenimiento preventivo y correctivo de las aplicaciones objeto del contrato, garantizando su operatividad y seguridad. Esto incluye el soporte, la resolución de problemas y la actualización de sistemas para mantener altos niveles de rendimiento.

Además, se implementarán mejoras en la infraestructura tecnológica de la EPO, con actualizaciones de seguridad y optimización del rendimiento para asegurar que los sistemas sean resilientes y capaces de adaptarse a futuras demandas.

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