He echado un vistazo al artículo que elaboré hace un año para este mismo Anuario y no había ninguna mención a la IA generativa, un indicador más del protagonismo que ha adquirido en solo unos pocos meses. Miro ahora hacia esta tecnología incipiente con admiración tras conseguir centrar los mensajes de los portavoces más reconocidos y de gran prestigio que nos acompañan en la presente edición de este Anuario. En mi caso, no tenía intención de adentrarme en la GenAI, creo que poco más podría aportar; sin embargo, el peso que tiene en la sociedad actual es tan elevado, que me veo obligado a subirme al barco arrastrado por su fuerte corriente.
El caso es que la irrupción de la IA generativa tiene mucho que ver con que actúa como un imán que atrae todo lo que entra en su órbita. Incluso las posibilidades que ofrece este mago digital serán mucho más disruptivas con el paso del tiempo, sin que nadie sepa aún hasta dónde llegará. Yo creo, que hasta donde quiera. Hablamos al fin y al cabo de automatización, robots, realidad virtual, IA… un compendio de ficción que visionábamos en películas que están en la mente de todos: Blade Runner, Terminator, A.I., Yo, Robot… Con un elemento común en la mayor parte de ellas: el poder de las máquinas.
La GenAI nos ha hecho ver otra cosa, que innovación y responsabilidad es el tándem con el que debemos saber convivir
La IA generativa tiene el potencial de impulsar las capacidades de las máquinas: ya no solo procesan datos y siguen instrucciones para ejecutar tareas, sino que también crean contenido original, aprenden y resuelven problemas de manera creativa; y hasta prevén necesidades antes de que se presenten. Es evidente que el dominio de la IA Gen evolucionará en torno a las ideas y a su poder de anticiparse a la realidad.
Y llega 2024 coincidiendo con el auge del imperio de la IA generativa. Por el camino, hasta llegar aquí, tenemos que imaginarnos un año 2023 donde la tecnología se ha puesto sus mejores galas: un ejemplo, los móviles han dejado de ser solo pantallas brillantes para convertirse en asistentes personales; casi pueden prever lo que queremos antes siquiera de imaginarlo. De nuevo, nos encontramos con el poder ‘in crescendo’ de las máquinas. Y aquí aparece una vez más esa inteligencia artificial generativa, nuestro amigo más astuto. Y es que el cambio es radical. Llega 2024 y, según nos despertamos, ya nos sumergimos en mundos virtuales para trabajar, socializar o para hacer ejercicio. Es una nueva realidad.
Llega 2024 y la tecnología se ha convertido más aún en ese compañero que siempre te entiende, pero también nos hace replantearnos cómo queremos vivir en este mundo digital. La GenAI nos ha hecho ver otra cosa, que innovación y responsabilidad es el tándem con el que debemos saber convivir.