Dos de cada cinco (41%) profesionales de la privacidad en Europa afirman que sus presupuestos están infradotados y más de la mitad (56%) espera que disminuyan este año. Así se desprende de un nuevo estudio de ISACA, asociación mundial de profesionales.
Los descensos previstos en los presupuestos de privacidad se producen a pesar de que la mitad (53%) de las organizaciones afirman que sus equipos técnicos de protección de datos carecen de personal suficiente. Dos de cada cinco empresas (41%) también afirman que tienen problemas para retener a profesionales cualificados en materia de privacidad.
Para combatir algunos de los retos a los que se enfrentan, las organizaciones han sido diligentes a la hora de proporcionar formación a los empleados: el 68% de los profesionales de la protección de datos afirman que su empresa ofrece formación sobre privacidad anualmente, mientras que el 58% ofrece formación cuando se realizan nuevas contrataciones. El 71% de los encuestados afirma que los programas de formación y concienciación sobre ciberseguridad han tenido un impacto positivo en una mayor concienciación sobre privacidad de los empleados.
El 41% también afirma que tienen problemas para retener a profesionales cualificados en materia de privacidad
Sin embargo, aún queda mucho camino por recorrer para las empresas, ya que sólo el 10% de los encuestados confía plenamente en la capacidad del equipo de privacidad de su organización para garantizar la seguridad de los datos y lograr el cumplimiento de las nuevas leyes y normativas sobre protección de datos.
Está claro que sigue existiendo una carencia de competencias en el personal básico de seguridad. La experiencia con distintos tipos de tecnologías o aplicaciones (65%), los conocimientos técnicos (50%) y los conocimientos sobre operaciones informáticas (42%) son las principales carencias de cualificación a las que se enfrentan los profesionales de la seguridad en sus equipos.
Un dato tranquilizador es que las organizaciones están tomando medidas para reducir estas carencias: el 52% ofrece formación para que el personal no especializado en privacidad pueda desempeñar funciones relacionadas con la seguridad, mientras que el 39% recurre cada vez más a contratistas o consultores externos.