En el ámbito actual, el CIO se ha convertido en un actor estratégico que impulsa la innovación y la transformación digital. Ha pasado de ser un líder tecnológico más, alguien que “mantiene las luces en verde”, a un estratega dentro del entorno corporativo, de cuyo liderazgo dependerá el éxito de la organización en un mundo cada vez más complejo y sometido a las tecnologías.
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CIO, impulsor de la innovación
La innovación es una parte imperativa de la estrategia empresarial. Al trabajar en estrecha colaboración con otros muchos departamentos, el CIO puede identificar oportunidades de innovación que de otra forma permanecen ocultas. La transformación digital se ha vuelto fundamental para la supervivencia y el éxito a largo plazo de las empresas pasa no solo por mejorar los procesos internos, sino por generar ventajas competitivas perdurables. No se trata sencillamente de adoptar nuevas tecnologías, sino también de impulsar un cambio cultural que el CIO, por sus conocimientos, debe liderar.
Los CIO lideran la creación de soluciones digitales que mejoran la interacción de los clientes con la empresa, incluyendo webs, aplicaciones móviles o chatbot
En gran medida la experiencia del cliente descansa hoy en los activos tecnológicos. Los CIO lideran la creación de soluciones digitales que mejoran la interacción de los clientes con la empresa, incluyendo webs, aplicaciones móviles o chatbots. Tanto el big data como la analítica de datos y la IA son herramientas que contribuyen a mejorar la experiencia del cliente y, adaptadas al desarrollo del negocio, son clave para fidelizarlo.
Estrategia empresarial
Al trabajar en estrecha colaboración con otros líderes corporativos, el CIO asegura que la estrategia tecnológica está alineada con los objetivos de la organización. Ya sean los de la alta dirección, de recursos humanos, marketing u operaciones, su conocimiento permite comprobar que la estrategia está alineada con cada una de las áreas. Pero desde su posición de líder tecnológico no solo debe entender las necesidades de los sistemas, sino que, además, debe ser un comunicador efectivo para traducir la tecnología en beneficios.
En un mundo altamente interconectado, la ciberseguridad ya es el único riesgo realmente sistémico para muchas organizaciones. Los CIO, junto con los CISO, son responsables de garantizar la protección contra las amenazas cibernéticas en el entorno de la organización. Esto incluye medidas de seguridad reactivas, pero también proactivas como la gestión de riesgos y la preparación para los incidentes, que, a tenor los índices de ataques cibernéticos, irremediablemente se van a producir. Por consiguiente, el CIO debe equilibrar protección, innovación y colaboración teniendo siempre sobre la mesa que la ciberseguridad es un desafío en constante evolución, donde permanecer activos en la defensa es actualmente más importante que nunca.
Como resumen a todo ello, cabe destacar que el rol del CIO ha cambiado sustancialmente en empresas y organizaciones desde la irrupción de la era digital. De ser un líder de tecnología, ha pasado a convertirse en un socio estratégico que genera ventajas competitivas, fomenta la innovación y protege la organización.