El pasado miércoles 14 de junio, el Parlamento Europeo adoptó su posición negociadora sobre la Ley de Inteligencia Artificial (AIA). Estas normas, que no son el texto final, ya que aún no ha sido aprobado, “garantizarían que la inteligencia artifical desarrollada y utilizada en Europa esté plenamente en consonancia con los derechos y valores de la UE, incluidos la vigilancia, la seguridad, la privacidad, la transparencia, la no discriminación y el bienestar social y medioambiental”.
La posición del Parlamento Europeo refuerza una cuestión que ya se ha señalado como clave en los últimos meses: Europa quiere evitar que los sistemas de identificación biométrica a distancia en espacios públicos conduzcan a una vigilancia masiva e indiscriminada. El aspecto crítico aquí se refiere a los “sistemas biométricos remotos”, es decir, que se colocan “a distancia” (no muy cerca) y en “espacios abiertos al público”; lugares de libre tránsito y donde no hay control sobre quién puede pasar. En esos casos, no se puede garantizar el conocimiento y el consentimiento de los usuarios para ser sometidos a identificación biométrica, lo que da lugar a una vigilancia masiva e indiscriminada.
La aprobación definitiva del AIA se espera para finales de 2023 o principios de 2024
El equipo de Veridas ha participado en las fases previas del proceso de elaboración de la Ley, ofreciendo a la Unión Europea su perspectiva y aportaciones en materia de verificación y autenticación biométrica como clave para defender el correcto uso de las nuevas tecnologías, tanto para las empresas y organizaciones como para los usuarios.
Próximos pasos
El Parlamento Europeo, el Consejo de la UE y la Comisión Europea iniciarán ahora negociaciones a tres bandas. Los otros dos organismos ya han adoptado sus propias posiciones negociadoras. El final de estas negociaciones a tres bandas y la aprobación definitiva del AIA se espera para finales de 2023 o principios de 2024.