Decir que la sostenibilidad se ha convertido para las empresas en un parámetro importante en el desarrollo de sus negocios ya no es una novedad.
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¿Por qué aplicar la sostenibilidad en tu empresa?
Organizaciones de todo el mundo se enfrentan al desafío de adoptar prácticas sostenibles para garantizar su crecimiento y éxito a largo plazo. Desde la entrada en vigor del Acuerdo de París en 2016, hasta la Agenda 2030 y sus Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) impulsados por Naciones Unidas, los organismos supranacionales no han dejado de insistir a gobiernos y empresas de que es necesario aplicar un cambio e implementar marcos, regulaciones y medidas que favorezcan un desarrollo sostenible.
¿Cómo acometer una política de sostenibilidad?
Sin embargo, no todas las empresas tienen la capacidad, conocimientos o recursos para acometer de forma eficiente todos estos cambios. Según un estudio sobre la aplicación de la Agenda 2030, solo el 54% de las pymes cuentan con medidas para contribuir a los ODS, frente al 87% de las grandes empresas. Más allá del impacto positivo para el medio ambiente, la inversión en sostenibilidad genera beneficios económicos y mejora la reputación empresarial. El 68% de las empresas españolas afirman percibir dicha mejora de la reputación corporativa y un 45% cree que los ODS ofrecen a las empresas la oportunidad de encontrar nuevas modalidades de negocio o segmentos de clientes.
El camino hacia la tecnología empresarial sostenible
El primer reto al que se deben enfrentar las empresas es por dónde empezar. Siendo uno de los mejores puntos de partida contactar con un partner que ofrezca acompañamiento experto y facilite una consultoría medioambiental que facilite una toma de decisiones basada en información real, con objetivos que realmente generen valor y les permita extraer su máxima rentabilidad.
Qué medidas adoptar en sostenibilidad
Entre las primeras medidas que es posible adoptar se encuentra la gestión, cálculo y compensación de la huella de carbono. La huella de carbono funciona como un indicador que cuantifica el impacto que una actividad o proceso tiene sobre el cambio climático. Mide los gases de efecto invernadero (GEI), en términos de CO2, que son los que contribuyen al calentamiento global de la atmosfera. Adoptar medidas para gestionar la huella de carbono de una empresa pasa por tres fases:
- Análisis: Para poder calcular la huella de carbono es necesario conocer las características, procesos y operativa de la empresa a fin de identificar las fuentes de emisión.
- Cálculo: El cálculo de la huella de carbono de una organización supone evaluar las emisiones corporativas durante un periodo de tiempo determinado, normalmente un año. Las emisiones se categorizan en niveles de alcance, 1, 2 y 3 (en función de si son directas o indirectas) y con esos datos se calcula un dato global anual para la empresa.
- Reducción o compensación: para gestionar la huella de carbono correctamente es conveniente plantear una estrategia de reducción y compensación de emisiones. Con el objetivo de neutralizar el efecto total de la huella calculada, se ponen en marcha proyectos de compensación para evitar o disminuir las emisiones.
Otro punto relevante reside en adoptar servicios de digitalización sostenibles. La tecnología ya no solo es percibida como una herramienta para ser más eficientes, vender más, ser más rentables y optimizar procesos productivos. Ahora, la tecnología también puede ser un medio para aumentar los niveles de sostenibilidad gracias a la automatización de procesos.
Reducir el uso del papel, el transporte, el consumo energético o revisar los procesos logísticos pueden ser medidas de gran valor, a las que también pueden sumarse la implementación de tecnologías que sean carbon-negative (que eliminen más CO2 del que emiten), water-positive (que repongan más agua de la que consumen) y zero-waste (que reduzcan y reutilicen los residuos que generan).
¿Hay que invertir en sostenibilidad?
La situación sociopolítica actual, la inestabilidad económica y la emergencia climática hacen que sea algo cada vez más demandado por las empresas contar con un partner tecnológico de confianza que facilite un equipo de profesionales con años de experiencia y formados continuamente en las últimas novedades del sector, haciendo posible impulsar la inversión en sostenibilidad y garantizar unos resultados efectivos. Un equipo de sostenibilidad, formado por especialistas, permite a las compañías recibir apoyo fundamental en los proyectos a llevar a cabo, acceso a los últimos avances y soluciones tecnológicas que mejor se adapten a las necesidades específicas, así como tener la flexibilidad para adaptarse a los cambios globales.
La inversión en sostenibilidad no solo implica adoptar prácticas respetuosas con el medio ambiente, supone también promover un cambio cultural y organizativo en las empresas. Un partner experto en consultoría medioambiental puede facilitar este proceso de transformación, involucrar y concienciar a los empleados y establecer alianzas estratégicas con partners y clientes. Un ecosistema empresarial respetuoso con el medioambiente, donde las medidas de sostenibilidad impregnen todos los niveles no solo puede aportar beneficios de desarrollo y negocio a corto plazo, si no que puede marcar la diferencia de las empresas del futuro.
