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Los cuatro grandes mitos de las criptomonedas



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Artículo publicado el 29 jun 2023



Binance desmonta 4 mitos

Dado que la tecnología blockchain se encuentra aún en una fase relativamente incipiente, todavía abundan muchos mitos y conceptos erróneos en torno a las criptomonedas. Aún sigue siendo un terreno desconocido para muchas personas que tienen una comprensión muy superficial o casi ninguna sobre este tema. Un asunto que es a la vez apasionante para el público y ampliamente incomprendido presenta un terreno fértil para diversas ideas erróneas y falsas creencias, por lo que Binance, el proveedor de infraestructura de criptomonedas y ecosistema blockchain líder en el mundo, se ha propuesto derribar 4 de los mitos más comunes asociados a las criptomonedas.

Mito 1: las criptomonedas no tienen valor intrínseco

  • Falso. El valor de una moneda, ya sea fiduciaria o digital, proviene de su aceptación y adopción masivas y, en el caso de los activos digitales, estos índices aumentan constantemente.

Los nuevos usuarios que conocen el mundo de las criptomonedas a menudo argumentan que la mayoría de los activos digitales no están respaldados por nada tangible o por cualquier forma de moneda fiduciaria “dura”. En su lógica, “no estar respaldado” es sinónimo de “no tener ningún valor”.

Sin embargo, la mayoría de las monedas fiduciarias que conocemos tampoco están respaldadas por activos físicos; simplemente son emitidas por los gobiernos, y es la “fe” en el gobierno respectivo lo que constituye una gran parte del valor de una moneda fiduciaria.

Del mismo modo en que las personas ven valor en el dinero fiduciario porque confían en los gobiernos que lo emiten, cada vez más usuarios valoran las monedas digitales porque confían en la tecnología que las sustenta. En este caso, el valor procede del código abierto, disponible para que cualquiera pueda verlo y verificarlo por sí mismo, lo que elimina la necesidad de confiar en un tercero, que puede tener intereses propios o ser corrupto. Se trata de dos fundamentos de confianza bastante diferentes, pero ambos pueden considerarse razonables.

El otro componente del valor de una moneda es su nivel de aceptación y adopción. Aunque la adopción de las monedas digitales como herramienta de pago puede ser todavía limitada, su aceptación y uso para pagos crece cada año. Los usos de las criptomonedas van mucho más allá de los pagos y la facilitación del comercio. Las criptomonedas pueden utilizarse como depósito de valor, de forma similar a materias primas como el oro, cuyo mejor ejemplo es el Bitcoin.

Así que la próxima vez que alguien diga que las monedas digitales no tienen valor intrínseco, tal vez valga la pena señalar que la desintermediación, los pagos, la capacidad de almacenamiento de valor y la innovación tecnológica son todos intrínsecamente valiosos.

Mito 2: las criptomonedas no son seguras

  • Falso. Con los marcos regulatorios adecuados, la tecnología blockchain y las criptomonedas pueden ofrecer beneficios superiores en cuanto a seguridad en comparación con las finanzas tradicionales.

Por regla general, la tecnología blockchain hace que las transacciones sean públicas y rastreables. Esto es diferente a las instituciones financieras tradicionales, donde las transacciones están ocultas y requieren de una citación o intervención judicial para ser reveladas. Además, algunos exchanges de criptomonedas también pueden monitorear los cambios de dirección IP de los clientes para asegurarse de que sus usuarios no se encuentren en jurisdicciones sancionadas.

Las transacciones en la blockchain funcionan como un libro mayor público, donde se supervisa, valida y registra el historial completo de cada transacción. Es más fácil así para las autoridades rastrear el origen de los fondos. Si alguna fase de la transacción queda sin verificar, se bloquea inmediatamente.

En definitiva, la tecnología blockchain proporciona por tanto una supervisión superior de las transacciones, proponiendo un nuevo modelo financiero que está abierto al escrutinio de usuarios, reguladores y fuerzas de seguridad de todo el mundo, en muchos sentidos incluso más que el sistema financiero tradicional.

Por su parte, Binance, al igual que muchos otros crypto exchanges, no permite el anonimato de los usuarios en su plataforma, y tiene una estricta política KYC que impone un enfoque de tolerancia cero a los registros dobles, identidades anónimas y fuentes opacas de dinero.

Binance ayuda a resolver el “problema del anonimato” utilizando dichas herramientas para rastrear y monitorear la actividad en la blockchain, y garantiza que todas las transacciones sean legales y conformes a la regulación. Hoy en día, las principales empresas de criptomonedas, como Binance, mantienen sólidos sistemas y protocolos de conocimiento del cliente (KYC) y de lucha contra el blanqueo de capitales (AML) para vigilar de cerca a los actores y las transacciones sospechosas e informar a las autoridades pertinentes cuando sea necesario, empleando por ejemplo herramientas de alto nivel como: Refinitiv World-Check, una completa base de datos de Personas Expuestas Políticamente y de individuos y organizaciones de alto riesgo.

Mito 3: las criptos son para delincuentes

  • Falso. Las criptomonedas son utilizadas principalmente por ciudadanos comunes (actualmente, cerca de 300 millones de personas corrientes en todo el mundo).

Como ocurre con cualquier tecnología emergente (o existente), los delincuentes buscan utilizarla con fines ilícitos. Sin embargo, según datos de Chainalysis, empresa líder en el análisis de blockchain,  esta actividad comprendió tan solo un 0,15% aproximadamente de las transacciones de criptomonedas en 2021 – por debajo del 0,62% en 2020 a pesar del crecimiento exponencial de la industria.

Blockchain es intrínsecamente transparente. Todo queda registrado en un libro de contabilidad público. De esta forma, es posible examinar en cualquier momento todo el código base. El uso de criptomonedas con fines ilícitos deja un claro registro para que los fiscales dicten sentencias condenatorias.

Europol y el Instituto de Basilea sobre Gobernanza han declarado que las cripto son clave para hacer frente al crimen organizado. De hecho, los exchanges de criptomonedas siguen siendo uno de los principales aliados en la lucha contra la actividad delictiva, por ejemplo, Binance ayudó recientemente a acabar con una banda de ransomware de 500 millones de dólares.

Mito 4: las criptos son un esquema Ponzi

  • Falso. Las criptomonedas tienen una amplia gama de casos de uso, aplicaciones y beneficios más allá de la inversión, e incluso su perfil de riesgo es comparable al de otros “activos de riesgo”.

Para poner en contexto, un esquema Ponzi​ es un tipo de fraude financiero similar a una estafa piramidal en el que se paga a los primeros “inversores” con los fondos aportados por los nuevos, perpetuando así la apariencia de rentabilidad mientras haya un número suficiente de nuevas víctimas. En última instancia, el operador de la estafa acaba embolsandose la mayor parte o la totalidad de los fondos recaudados.

La clave para desmentir el mito actual es comprender que un esquema Ponzi no puede abarcar toda una clase de activos o industria. Se trata simplemente de un modelo para estafar a las víctimas, que puede existir en cualquier entorno que permita la actividad inversora. De hecho, la gran mayoría de los esquemas Ponzi más notorios ocurrieron en el mundo de las finanzas tradicionales.

La tecnología que impulsa las criptomonedas no contiene ningún atributo que haga que esta clase de activos sea intrínsecamente más o menos propensa a los esquemas Ponzi. Son actores malintencionados -que pueden encontrarse en cualquier ámbito de las finanzas- los que crean este tipo de fraudes aprovechándose de la vulnerabilidad de personas mal informadas.

Por lo que afirmar que “las criptomonedas son un esquema Ponzi” es falso. Un gran número de criptomonedas tienen fundamentos tecnológicos completos y sofisticados, equipos y capital humano fuertes que los respaldan, y una utilidad real que las hacen valiosas como empresas tanto tecnológicas como comerciales. Dicho esto, es importante estar siempre atento a posibles estafas, algo a lo que ninguna industria está inmune, y hacer siempre su propia investigación (“Do Your Own Research”) para tomar decisiones informadas y sólidas.

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