La crisis de la COVID-19 llevó a aumentar los esfuerzos de digitalización de las empresas de la UE. Según un nuevo informe del Banco Europeo de Inversiones (BEI), Digitalisation in Europe 2022-2023: EIB Investment Survey, más de la mitad (53%) de las empresas de la UE han tomado medidas en 2022 para mejorar su presencia digital, por ejemplo, ofreciendo servicios en línea. La Unión Europea ha reducido la brecha con Estados Unidos respecto a la adopción de tecnologías digitales avanzadas. En el mismo año, el 69% de las empresas de la UE implantaron tecnologías digitales avanzadas, como robótica avanzada, análisis de macrodatos e inteligencia artificial, frente al 71% de las empresas estadounidenses. La brecha se ha ido reduciendo constantemente durante los últimos cuatro años.
Si bien las empresas de la UE han dado pasos sustanciales, las compañías estadounidenses en su conjunto han progresado más en términos de digitalización como respuesta a la pandemia, principalmente debido a una menor inversión en el ámbito digital de las microempresas y las pequeñas empresas en la Unión Europea. Solo el 30% de las microempresas de la UE dieron prioridad a la digitalización, frente al 62 % de las grandes empresas.
En los datos de la encuesta del BEI sobre las inversiones por país, las empresas españolas sobresalen por el uso de tecnologías digitales avanzadas, situándose once puntos porcentuales por encima de la media de la UE (80% frente a 69%). Este resultado sitúa a España como el segundo país de la UE, junto a Dinamarca, con más empresas que invierten en estas tecnologías, solo por detrás de Eslovenia (83%).
España es el segundo país de la UE en volumen de empresas que adoptan tecnologías digitales avanzadas
En cuanto a tipos de tecnologías digitales avanzadas, España supera la media de la UE en cinco de las siete innovaciones contempladas en el informe: plataformas digitales, internet de las cosas, análisis de macrodatos e inteligencia artificial, drones y robótica avanzada.
A pesar de los avances, persisten disparidades sustanciales en las infraestructuras digitales entre las regiones de la UE, y el 14% de las empresas considera que las limitaciones de acceso a las infraestructuras digitales constituyen un obstáculo importante para la inversión. Además, los esfuerzos de digitalización de las empresas dependen en gran medida de disponer de trabajadores con competencias digitales. Las regiones donde los trabajadores tienen competencias digitales por encima de la media tienden a implantar tecnologías digitales avanzadas, y las empresas de estas regiones invirtieron más en digitalización durante la crisis de la COVID-19.
El entorno en el que desarrollan su actividad las empresas también influye en los esfuerzos de digitalización. El comercio también desempeña un papel vital en la digitalización, puesto que las empresas dedicadas al comercio internacional adoptan con más frecuencia tecnologías digitales avanzadas. Las compañías digitales muestran una mayor resiliencia a las disrupciones del comercio y son más proactivas ante dichas alteraciones. Además, las tecnologías digitales pueden ayudar a hacer frente a desafíos medioambientales, como la movilidad urbana inteligente, la agricultura de precisión y las cadenas de suministro sostenibles, contribuyendo a reducir las emisiones y facilitar la transición hacia una economía más ecológica.
Las empresas digitalmente avanzadas también tienen mayor tendencia a invertir en la adopción de medidas destinadas a luchar contra el cambio climático: el 57% de estas compañías ya han invertido en tales medidas, mientras que las empresas no digitales se sitúan en un 43%. Estos resultados subrayan el potencial que tiene la digitalización para apoyar el cambio hacia una economía más sostenible.