Toshiba se ha convertido en uno de los grandes impulsadores de la tecnología inalámbrica, junto a otras compañías como IBM, Intel, Nokia y Epson; no sólo vamos a seguir potenciando nuestros avances en lo que se refiere a Bluetooth sino que, con alianzas como la mantenida con Siemens, daremos el salto a las comunicaciones de tercera generación para conseguir levantar un imperio inalámbrico.
Por otro lado, Hachisu alabó la buena marcha de la subsidiaria española, que ha sufrido cambios organizativos excluyendo la división de copiadoras, faxes multifuncionales e impresoras como una unidad independiente a la que, además, se le quiere dar un fuerte impulso con especial énfasis en las soluciones de impresión en red y su tecnología propietaria de color.
Paralelamente, Xavier Pascual, presidente de Toshiba España, fue el encargado de facilitar las cifras conseguidas al cierre de 2000, que se concretan en una facturación de 47.379 millones de pesetas, lo que se traduce en un crecimiento de un 33 por ciento respecto al año anterior. Si desglosamos estas cifras, la unidad de informática obtuvo una cifra de negocio de 25.346 millones de pesetas, con un 32 por ciento de crecimiento. No obstante, lo más llamativo de los datos numéricos son las previsiones para 2001, dado que Pascual habló de crecimientos de un 64 por ciento sólo en el área informática con 38.406 millones de pesetas de facturación y de un 86,8 en el total del grupo español.
Por otro lado y teniendo en cuenta el foco en producto que la compañía espera ejercer en 2001, Toshiba espera proseguir con sus portátiles inalámbricos (Tecra 8200 y Satellite Pro 4600) junto al PC Equium E8000, nuevo Libretto, mejores baterías del grosor de una PCMCIA y el salto a los PDAs con 3G. Asimismo, para el próximo trimestre, también verán la luz los servidores Magnia Z300 y SG10, éste último servidor de aplicaciones con Linux preconfigurado.
