Muchos pensaron que los proyectos de cambio de milenio y euro iban a empobrecer las arcas presupuestarias para la dotación de proyectos tecnológicos. Craso error. Asistimos a una época de evidente esplendor, en donde las empresas parecen haber descubierto el verdadero papel de las TI como impulsoras de negocio y no como simples generadoras de gasto. Quien quiera sobrevivir debe asumir esta nueva realidad que ha convertido a las TI en el principal elemento diferencial de la actividad empresarial.
Son muchas las tecnologías y sistemas que centran la atención de los departamentos de sistemas de información los almacenes de datos, los centros de relación con clientes (CRM), la gestión de la cadena de suministro (SCM), el ancho de banda de las comunicaciones, las increíbles capacidades inalámbricas, la gestión del conocimiento, las redes neuronales capaces de aumentar lo que se viene en llamar como inteligencia de negocio, las intranets, el establecimiento de relaciones electrónicas de negocio y de comercio electrónico, etc.; pero si tuviéramos que destacar alguna de ellas, muchos estaríamos de acuerdo en señalar a Internet como el vínculo común de cuantos desarrollos se están llevando a cabo en el ámbito empresarial.
Con Internet, la tecnología se asocia a negocio y se pone a su servicio. La oportunidad de la venta en línea, la mejora de la competitividad, la apertura de nuevos mercados, el posicionamiento en nuevos canales de cara al futuro cada vez más cercano, o la mejora de los servicios, son los argumentos fundamentales que están moviendo a los entornos de empresa a conocer y utilizar Internet, como el soporte idóneo para aumentar sus ventas, reduciendo, al mismo tiempo, sus gastos de operación.
El volumen de transacciones que se produce por este medio crece de manera exponencial, empezando ya a sustituir a los canales tradicionales y abriendo nuevas oportunidades de negocio cuyo movimiento económico se espera que crezca hasta los 70 billones de pesetas a finales de este año. Unas cifras aplastantes, que convierten al browser en el término más en boga dentro de los ambientes informáticos.
Detrás de términos o expresiones similares como comercio o negocio electrónico se esconde una idea sencilla que está a un proceso acelerado de penetración de Internet en las empresas, que desde el punto de vista técnico supone la implantación universal del protocolo TCP/IP como soporte para la transmisión de información; la simplificación de la interface de usuario a través de los navegadores, y la configuración de servidores web como puerta de acceso a los sistemas corporativos.
Analizado desde esta perspectiva, la introducción de Internet es esencialmente un problema de integración. Los sistemas transaccionales tradicionales siguen siendo el soporte básico del día a día del negocio y donde residen los datos corporativos críticos, pero lo que anhelan muchos gestores de empresa es que sus departamentos de sistemas desarrolle la infraestructura necesaria para permitir una transición no traumática hacia los modelos de interacción electrónica, en sus diferentes variantes. Un deseo no siempre fácil de satisfacer por diferentes razones.
Si lo que se desea es evolucionar hacia el negocio electrónico se necesita un tiempo para soportar transacciones, interoperar con los sistemas corporativos críticos y mantener la simplicidad de la arquitectura Internet/web. De la importancia y complejidad del problema es buena muestra la explosión de tecnologías, soluciones, alternativas, etc., que enmayor o menor medida pretenden resolverlo.
El resultado es un panorama confuso ante el que algunos responsables informáticos se sienten tentados a escapar y muchos usuarios y clientes finales prefieren demorar, cuando no ignorar. Para ellos baste decir, que el negocio electrónico es lago más que vender sobre Internet es una nueva forma de concebir todos los sistemas de información de la empresa, que es como decir la misma empresa.
