A día de hoy el 61 por ciento de los Responsables de la Dirección Informática (RDIs) europeos asesoran de forma proactiva a la junta directiva de su empresa. El dato, que se desprende del estudio Switched on Across Europe, realizado anualmente por iniciativa de la empresa especializada en servicios de TI y disponibilidad de negocio, Synstar, pone de manifiesto una realidad que, si bien es menos patente en nuestro país (el porcentaje en España desciende hasta el 48 por ciento), implica un cambio fundamental en la posición que tradicionalmente ocupaban estos profesionales, los cuales han pasado de ser menor directores técnicos a convertirse en gestores de presupuestos y proyectos, lo cual les confiere un peso específico en el cuadro directivo.
La mejora de las relaciones entre los RDIs y la junta directiva también se refleja en el dato de que el 90 por ciento de los RDIs europeos afirman preferir dedicarse a aportar valor estratégico a la compañía, en vez de a la resolución de problemas. Asimismo, se aprecia una mejor comunicación entre los RDIs y la junta directa ya que el 18 por ciento de los RDIs europeos afirma tratar con ésta temas relativos a las TI semanalmente, el 35 por ciento lo hace de forma mensual y el 19 por ciento una vez al trimestre; valores que en nuestro país se sitúan en el 27, 31 y 15 por ciento, respectivamente.
Esta situación ha obligado a los RDIs a ampliar su visión y a desarrollar nuevas habilidades con el objetivo de ejercer el liderazgo de las iniciativas tecnológicas sin perder de vista la gestión estratégica del negocio. Y es que, como afirma el director comercial de Synstar en España, José Luis Estruch, las compañías que quieren ser competitivas tienen que ver al departamento de TI como una parte integrante de las mismas y no como un apéndice.
A pesar de este avance y como resultado de la situación económica global, los RDIs se enfrentan al reto de tener que hacer más con menos, ya que las organizaciones han reducido o, al menos, congelado, de forma generalizada los presupuestos destinados a TI. Como se recoge en el estudio de Synstar, el 64 por ciento de los RDIs señalan que su compañía reinvierte menos del cinco por ciento de su resultado de explotación en tecnología, el 27 por ciento sitúa ese presupuesto entre el cinco y el 10 por ciento, y sólo el nueve por ciento lo coloca entre el 10 y 15 por ciento. Esta circunstancia, resultado directo de la incertidumbre y, en consecuencia, de la dilación en la toma de decisiones y la reducción del número de proyectos informáticos, ha conducido a un descenso del nivel de presión que venían afrontando estos profesionales en el desempeño de sus tareas, ya que si durante 2001 en el conjunto europeo el denominado Pressure Point Index se cifraba en 226, en 2002 descendió hasta 179 (en España estas cifras son de 225 y 203, respectivamente).
Este fenómeno, que tiene lecturas tanto positivas como negativas, ha permitido a los RDIs dedicar una mayor parte de su tiempo a la gestión estratégica y también, como apunta el director de Infraestructuras Informáticas de Unidad Editorial El Mundo, Fernando Macho, la reducción de costes dentro del departamento TI ha servido para renegociar contratos de mantenimiento con proveedores, consiguiendo en la mayoría de los casos los mismos o mejores servicios por el mismo coste y, en general, para revisar los procesos internos del departamento y la forma de optimizarlos.
Pero, además de esta situación, que algunas organizaciones han sabido aprovechar en su beneficios, los departamentos de TI continúan afrontando ciertos problemas que, por este orden y según los resultados del estudio de Synstar, son los que más preocupan a los RDIs la inestabilidad de los sistemas, la actualización de la tecnología, la disponibilidad tecnológica continua, la seguridad y los costes de los proyectos. Todas estas circunstancias han provocado que los RDIs hayan destinado sus reducidos presupuestos a proyectos visibles con un rápido retorno de la inversión, mientras que, paradójicamente, se han descuidado determinados aspectos críticos, como el mantenimiento de los sistemas, lo que lleva a su vez a un aumento de la preocupación de estos profesionales respecto a la inestabilidad y la seguridad.
En lo que se refiere al control del gasto que, a raíz del actual entorno de reducción de presupuestos, se ha convertido en uno de los principales asuntos para el RDIs, el 46 por ciento de los RDIs españoles consideran que el hardware es el área donde más se ha malgastado, seguido de la integración de los sistemas (34 por ciento), el mantenimiento de los equipos de sobremesa (15 por ciento), los sistemas CRM (14 por ciento) y los proyectos de comercio electrónico (ocho por ciento). Estos resultados difieren de los obtenido en el resto de países de Europa, donde los proyectos de integración se perfilan como aquellos que ofrecen un menor retorno de la inversión (33 por ciento).
En estrecha relación y marcado un giro con respecto a 2001, a lo largo de 2002 el outsourcing, que con anterioridad se apreciaba como una amenaza por parte de estas profesionales, ha comenzado a ganarse la confianza de los RDIs, que cada vez son más proclives a externalizar la gestión de las infraestructuras. Una situación que es especialmente notable en España, donde el 91 por ciento de los RDIs participantes en el estudio de Synstar se muestran a favor del outsourcing de algunas de las actividades de TI, mientras que ese porcentaje en Europa se sitúa en el 75 por ciento. Este cambio de actitud de los RDIs respecto a la externalización, refleja una mayor madurez en la forma en que las empresas europeas utilizan sus propios recursos de TI cada vez más desde el punto de vista estratégico que operacional, de manera que el RDI ha evolucionado desde una mentalidad de tecnócrata a una mentalidad de gestor, en palabras de Estruch. Sin embargo y como una muestra más del carácter estratégico que han adquirido estos profesionales, tan sólo el cinco por ciento afirma estar dispuesto a externalizar sus responsabilidades estratégicas. Así y como afirma el director del Departamento de Medios Tecnológicos de la Caja de Ahorros de La Rioja, Antonio Simón Díez, la evolución de este cargo estará estrechamente relacionada con el de la externalización, que en el caso de que se produzca, cambiará la situación de estos profesionales, cuya tarea estará más orientada a la gestión estratégia de los Recursos Humanos que permanezcan en el departamento, la actualización constante en las nuevas tecnologías, la prospección del mercado y el control, supervisión, establecimiento y seguimiento del nivel de calidad de los servicios proporcionados por la empresa subcontratada.