Mejorar la gestión del riesgo en las entidades financieras

Etienne Bertrand, director general de Ilog España

Publicado el 08 Nov 2005

Las entidades financieras no pueden reducir sus riesgos operativos, de crédito y de mercado sin mejorar la efectividad de sus procesos y de su organización.

Cuando se trata de la concesión de créditos, los bancos siguen manteniendo una gestión manual y en papel. Durante todo el proceso hacen frente a obstáculos que dificultan la gestión del riesgo y que sólo pueden acarrear un progresivo aumento de los costes, limitaciones en los plazos de lanzamiento de nuevos productos y, lo más importante, incapacidad para la concesión de créditos basada en el riesgo óptimo.

En un entorno legal cambiante y en plena adaptación a normativas como Basilea II y a las NIC, el sector financiero necesita apoyarse cada vez más en las tecnologías apropiadas para lidiar con los cambios regulativos de su sector de actividad.

Con el fin de racionalizar los procesos de gestión del riesgo y alcanzar la flexibilidad necesaria para la rápida actualización de estos sistemas, están cobrando fuerza en el mercado dos tecnologías: los Sistemas de Gestión de Reglas de Negocio (BRMS) y las Soluciones para la Gestión de Procesos de Negocio (BPM). Ambas herramientas son consideradas imprescindibles y complementarias en la concesión de créditos por analistas como Gartner, Tower Group o IDC, generando beneficios significativos cuando se utilizan de manera conjunta.

La tecnología BPM se utiliza principalmente para el modelado, la automatización, monitorización y análisis de las tareas de procesos, ofreciendo una vía para integrarlos y gestionarlos de principio a fin. Los BRMS se aplican, a su vez, a los procesos para añadir capacidades de decisión inteligentes, como la aceptación o no de una solicitud de préstamo, los tipos de riesgos o, incluso, para detectar transacciones dudosas o fraudulentas.

Desde el punto de vista tecnológico, los sistemas BRMS aportan a la banca valor en dos aspectos clave: la escalabilidad y la capacidad de personalización. Se requiere así una tecnología abierta y flexible para desplegar políticas de negocio a través de varias aplicaciones, sistemas y canales: por otro lado, la banca necesita crear reglas propias que sostengan de forma óptima las necesidades de su negocio y sus estrategias de captación de clientes.

Además, los BRMS permiten almacenar, supervisar y gestionar miles de reglas que intervienen en el proceso de gestión del riesgo, conociendo cuándo, dónde, por qué y quién produce un cambio en las mismas.

También es importante señalar que los BRMS separan las políticas de negocio del código de la aplicación y de la definición de los procesos en sí mismos, permitiendo una fácil gestión de las reglas asociadas. Esto da lugar a una mejor alineación de los objetivos TI con las estrategias de negocio corporativas y a una reducción del tiempo de lanzamiento de nuevos productos financieros.

La adopción de tecnologías BPM y BRMS seguirá siendo necesaria para las entidades financieras debido a las crecientes exigencias en materia legal y a la continua incorporación de innovadoras estrategias de captación y retención de clientes.

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Redacción Computing

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