Una de las principales conclusiones que se desprende del tercer es estudio sobre la situación presente del comercio electrónico en nuestro país, elaborado recientemente por la Asociación Española de Comercio Electrónico (@ECE) del Ministerio de Ciencia y Tecnología, el comercio electrónico en España no acabará con el comercio tradicional, sino que será una forma más de hacer comercio. Según los datos que se desprenden de dicho estudio, sí es posible que desaparezca casi por completo la venta por catálogo y por teléfono, porque estarán mezclados con los procedimientos comerciales electrónicos o tradicionales.
El estudio señala asimismo que para que el comercio electrónico evolucione favorablemente en España ha de crecer el número de internautas. En cualquier caso, el crecimiento de España en Internet ha sido espectacular casi 11 millones de españoles usaban ordenador en noviembre de 2000, de los cuales 6,8 millones realizaron conexiones habituales y esporádicas durante el año pasado a Internet; un dato que supone el doble de personas con respecto a las registradas durante 1999. El estudio de @ECE revela que el crecimiento en número de internautas se produce a una velocidad tal que en el año 2002 llegaremos a los 10 millones de cibernautas, siempre que el crecimiento se produzca de manera lineal. La inflexión hacia arriba se producirá a lo largo de este año 2001 en la forma de un crecimiento exponencial más que lineal; aunque no alcanzará los niveles de crecimiento de los teléfonos móviles en este país, que fue de casi 10 millones de unidades en un año hasta llegar a los 24,5 millones a finales de 2000. Las barreras de crecimiento de Internet en España vienen impuestas principalmente por la denominada tarifa plana o tarifa ondulada, como denominan los internautas por lo relativo de su tarifado. Otro problema más serio que impide un crecimiento más acelerado de Internet en España se remite a su excesiva lentitud. En este sentido, el incremento de calidad en Internet se hace indispensable.
Las empresas españolas aparecen en Internet de manera muy fugaz y, en ocasiones, casi imperceptible.
Durante el año pasado, de las cerca de 200.000 empresas españolas que tuvieron presencia en la Red, sólo el 11 por ciento vendían. El resto sólo tenía presencia en Internet. Pese a la escasa actividad comercial de empresas españolas en Internet, en un año se han incorporado virtualmente a la Red más de 100.000 empresas, en tanto que el número de compañías que opera electrónicamente ha pasado de un 7 a un 11 por ciento en un año.
En cuanto al volumen de negocio que generan los procedimientos B2C y B2B, el informe señala que el incremento está siendo espectacular e imparable, multiplicando la cifra por 3 ó 4 de año en año. Así, el volumen de negocio que moverá el comercio electrónico en España en el año 2002 alcanzará los 336.000 millones de pesetas; un dato que contrasta con los casi 30.000 millones que movió Internet en España durante 2000 y los cerca de 75.000 millones que se generarán a lo largo del presente año. En 1999, las empresas españolas generaron unos ingresos vendiendo on line a consumidores finales y a empresas por valor de casi 12.000 millones de pesetas, incrementando esta cifra con respecto a la del año anterior en un 351 por ciento, año en que el comercio electrónico movió 3.400 millones de pesetas.
Cerca de 5000 empresas españolas están actualmente intercambiando datos relacionados con transacciones económicas a través de EDI que, durante el año 1999, movieron del orden de 3,4 billones de pesetas. El comercio electrónico a través de Internet está formado por un plantel de empresas mucho más numeroso (se estima que existen unas 18.000), si bien el volumen de negocio que se mueve a nivel B2B es significativamente inferior unos 45.000 millones de pesetas generarán las empresas a través de Internet durante este año. Los expertos hacen alusión a las dificultades que plantean unos formularios EDI, demasiado inflexibles para ser trasladados a una web. Con todo, las transacciones B2B tendrán un crecimiento espectacular y, en pocos años, no se concebirá una gran empresa que no compre y venda a través de la Red.
Alguna de las principales razones que motivan al 42,5 por ciento de los usuarios de este país a la hora de adquirir productos a través de Internet se relaciona directamente con la comodidad, mientras que el 18 por ciento de los compradores on line opta por el precio como razón principal de su adquisición virtual. Para el 13% de los cibercompradores, la rapidez es el principal motivo. En cuanto a las ventajas de comprar en Internet, casi la mitad de los compradores considera como fundamental la ventaja de la comodidad, el 23% busca la rapidez, mientras que para el 8 por ciento lo es la posibilidad de contrastar distintas ofertas. Libros, discos y viajes fueron los productos virtuales más vendidos en España durante 2000. Como ejemplo, Iberia vendió a través de Internet durante el pasado año por valor de 6.000 millones de pesetas. El estudio de @ECE prevé que el producto más vendido on line en España durante este año serán las reservas de viajes y alojamiento.
Por lo que respecta a las barreras de desconfianza ante la compra virtual, un 97 por ciento de los cibercompradores se manifiesta satisfecho por los productos recibidos y, generalmente, vuelve a comprar. Las irregularidades suelen producirse en las entregas de los productos. El estudio revela que la Navidad de 1999 fue caótica en todo el mundo para las empresas de logística, que registraron casi un 30 por ciento de incidencias a causa de la avalancha de pedidos on line, desbordando las previsiones de estas compañías por falta de antecedentes. Las Navidades de 2000, sin embargo, no ha pillado a las compañías de logística por sorpresa como el año anterior, cuyo nivel de incidencias no ha superado el 4 por ciento. El estudio se hace eco, asimismo, de la crisis de financiación que están sufriendo las empresas .com. Para los analistas, las empresas .com son compañías que carecen de financiación, o bien se han hecho tan pequeñas que pasan con poco; lo cual tampoco significa necesariamente, según el estudio, que vayan a tener éxito a la larga, ni garantías de sobrevivir y ni evitar ahogarse en el tornado de un agresivo crecimiento del mercado que pueda producirse en el futuro.
