Business Objects Ibérica, proveedor de soluciones de e-business intelligence, ha iniciado una nueva etapa en su desarrollo como compañía a raíz de la incorporación de Carlos Santos en calidad de director general de la firma en la península ibérica y de la extensión de su estrategia hacia el área de las soluciones analíticas.
Santos ha señalado que la entrada en operatividad de la nueva estructura ha supuesto la duplicación de la plantilla, que ha pasado de estar compuesta por 14 personas a finales de 2000 a 30 en la actualidad (según el directivo serán 60 al cierre de 2001), así como la creación de tres divisiones comerciales que atenderán a los sectores de telecomunicaciones, banca e industria/gobierno, que, hoy por hoy, son los de mayor demanda; el reforzamiento de su presencia en Cataluña, con la apertura de una delegación en Barcelona (de donde espera que provenga el 30 por ciento de la facturación de la filial ibérica en 2001) y la potenciación de la división de servicios profesionales.
Refiriéndose al canal, el directivo aseguró que jugará un papel esencial en la estrategia de potenciación de las ventas indirectas de la firma en la península. Se trata de ofrecer cualificación, fidelización y un mayor soporte a los socios locales, no sólo en el ámbito de los productos sino también en el suministro de soluciones de valor añadido (consultoría, gestión de proyectos…). A fecha de hoy, la compañía, cuya facturación se realiza al 50 por ciento por el canal directo e indirecto, mantiene acuerdos con fabricantes de hardware como IBM, NCR, Bull o Compaq, con consultoras como PwC, Accenture o Deloitte e integradores como IECISA o Indra. Contando en España con clientes de la talla del MAP, Telefónica Móviles, Airtel, Retevisión, Argentaria o la Xunta de Galicia, la compañía pretende ofrecer a sus usuarios soluciones e-BI capaces de facilitar el acceso, análisis y compartición de información tanto dentro como fuera de la organización.
Aunque Santos no quiso revelar los ingresos de la filial peninsular en 2000, sí señaló que había crecido un 60 por ciento en relación con 1999 y que, de cara a 2001, preveía duplicar la de 2000.
