José Luis Larrea, presidente de Ibermática

Tras la crisis que está experimentando el sector de las TIs, las empresas están adoptando medidas de ajustes vía costes y paralizando los proyectos de inversión, al menos hasta que se vislumbre un cambio de tendencia.

Publicado el 15 Feb 2002

A estas alturas todos somos conscientes de estar viviendo la primera recesin del nuevo siglo. Las consecuencias de este proceso de crisis, que llega tras ms de nueve aos de una aparentemente imparable prosperidad, afectan a todos los sectores, pero inciden de lleno en el mbito de las Tecnologas de la Informacin y las Comunicaciones.
La burbuja de entusiasmo que ha rodeado a los valores tecnolgicos en estos ltimos aos ha sido tan prolongada que muchos de los profesionales de este sector no han conocido otra situacin similar. El pinchazo de la llamada Nueva Economa, directamente vinculada a los procesos de globalizacin y a la fiebre de las empresas puntocom, marc el inicio de un cambio de tendencia en el sector de las TIC. Tal vez el error sea haber pensado durante algn tiempo que las leyes de la economa clsica estaban superadas por un nuevo escenario, pero el tiempo ha terminado por poner las cosas en su sitio.
Si efectuamos un rpido anlisis del entorno, parece claro que se han producido cambios de gran calado que afectan al devenir de la economa y de la sociedad. Por un lado, los procesos de globalizacin se ven mediatizados a corto plazo por la evolucin negativa de la economa, el impacto del 11 de septiembre y las dificultades de integracin entre sectores econmicos que aparecan ms proclives a dichos procesos en fechas recientes, fundamentalmente en el campo tecnolgico. Por otro lado, las dificultades especficas de la economa argentina estn provocando un efecto contagio en pases como Brasil o Chile y ponen en crisis el propio proyecto de Mercosur, afectando negativamente a las inversiones y a los proyectos empresariales impulsados en un escenario de despegue de las economas latinoamericanas.

Tambin, parece evidente que los hechos del 11 de septiembre proyectan un nuevo mapa geopoltico de consecuencias en gran medida impredecibles, al mismo tiempo que disparan las demandas de mayores niveles de seguridad en todos los frentes de actuacin, pero especialmente en lo referido a la seguridad de las personas y de los sistemas.
El escenario econmico mundial, ya antes del 11 de septiembre, presentaba muestras de agotamiento en el mantenimiento de elevadas tasas de crecimiento econmico. De hecho, la economa japonesa lleva aos de estancamiento y deterioro, la economa de Estados Unidos presentaba sntomas de estancamiento y la economa europea daba muestras de ralentizacin. As pues, los tres motores econmicos presentaban a la vez unas expectativas negativas antes del 11 de septiembre. A partir de esa fecha, la situacin econmica general se deteriora, de manera que lo que poda presentarse como un pequeo impasse en el crecimiento, se convierte en una situacin mucho ms preocupante.En este contexto general, el ao 2001 ha presentado una situacin general de deterioro en la mayora de los sectores. As, el sector tecnolgico -de la mano de los fabricantes y los operadores-, el sector financiero, el sector industrial, qu decir del aeronutico, los medios de comunicacin, etc. van arrojando, primero, desviaciones en las previsiones de resultados y, despus, prdidas y ajustes de empleo.
Dentro de este escenario econmico general, las empresas estn adoptando medidas de ajustes va costes y paralizando los proyectos de inversin, al menos hasta que se vislumbre un cambio de tendencia. La consecuencia es que las empresas de servicios, que trabajan para las anteriores, se ven afectadas en sus expectativas de desarrollo de negocio. Parece claro que las estrategias de crecimiento se encuentran bajo observacin en los ltimos tiempos.

Desde el punto de vista tecnolgico, las TIC no han aportado ninguna sorpresa significativa en el ltimo ao. La cuestin que no debemos perder de vista es que la tecnologa por la tecnologa no tiene sentido. Las TIC son instrumentos al servicio del desarrollo econmico y social, que necesitan incorporarse en los procesos de cambio para producir sus potenciales efectos positivos.
La verdad es que hace dos aos, el sector de las TIC, de la mano de la explosin de potencialidades de las tecnologas con las que trabajan, apareca como un sector tremendamente atractivo. Un sector con nuevos jugadores, en el que todo el mundo quera estar y pugnaba por entrar a cualquier precio.
La realidad es que las cosas van ms despacio de lo previsto; las expectativas no se cumplen, el desnimo impera y se produce una gran desilusin sobre el sector en cuestin.
El nuevo sector -fruto de los procesos de integracin sectorial entre operadores de telecomunicaciones, empresas de TI y empresas de contenidos- est hacindose; est por hacer. Los procesos de integracin son ms lentos de lo previsto y los errores cometidos al sobrevalorar sus expectativas de desarrollo estn pasando factura.
La crisis del sector empez a vivirse de la mano de las empresas puntocom, pero pronto han sido acompaadas por los grandes operadores -que invirtieron desaforadamente en temas como las licencias UMTS- y de los fabricantes de equipos que no han podido aguantar el ajuste de las expectativas del sector. En ese contexto, los impactos sobre las empresas de servicios son cada vez ms evidentes.
No obstante, habra que sealar que las expectativas del sector siguen siendo muy positivas, pero que para alcanzarlas hay que aclarar conceptos y estrategias. Estamos en una fase de ajuste dentro de un sector estratgico con un gran futuro.
As pues, se instala una sensacin de malos resultados para 2001 y un comienzo de 2002 tambin muy preocupante, si bien se percibe al final del ao una recuperacin que no se sabe hasta qu punto confunde deseo con realidad. No sabemos el alcance de la crisis; incluso se puede discutir si es una situacin de crisis econmica, pero el hecho es que la situacin econmica y empresarial no es nada positiva a corto plazo.
Hasta que llegue ese nuevo escenario slo nos cabe aguantar el chaparrn y capear el temporal en un momento en el que se agudizaran profundamente las diferencias entre una empresa, entendida como una realidad con principio y fin, y un proyecto empresarial, que proyecta sus valores y su escenario de futuro sin lmite en el tiempo.

¿Qué te ha parecido este artículo?

La tua opinione è importante per noi!

C
Redacción Computing

Artículos relacionados

Artículo 1 de 4