La directiva aseguró al diario USA Today que un posible cierre de la división de ordenadores podría traer consigo incluso más despidos de los 15.000 ya previstos como consecuencia de la fusión.
Los accionistas de HP serán requeridos a emitir su juicio en torno a la fusión, por cuanto han sido requeridos para enviar tarjetas blancas en caso de ser favorables a la misma y verdes indicando su oposición al trato.
Por otra parte indicar que HP se ha comprometido a pagar 33,1 millones de dólares (37,19 millones de euros) a 10 altos ejecutivos y alrededor de 337 millones de dólares (376,7 millones de euros) a 6.000 empleados seleccionados a lo largo de 2 años. Compaq, por su parte, pagará 2,4 millones de dólares (2,6 millones de euros) a siete altos ejecutivos y 242 millones de la misma moneda (271 millones de euros) a un número de empleados todavía sin revelar a lo largo de igual plazo que HP.
Parece que estas pagas tienen como finalidad retener a empleados importantes para la compañía en el periodo en que la integración de ambas compañías habrá de hacerse efectiva. Tanto Michael Capellas como Carly Firorina han renunciado a sus bonos.