Los recortes de previsiones de ingresos, empleos y planes de gastos de capital por parte de algunos de las principales firmas de telecomunicaciones ha empujado a los fabricantes de equipamiento, que dirigen voces y tráfico de datos, a abandonar ambiciosos planes de expansión que empezaron hace unos pocos años en un intento de acomodarse al descenso y desaceleración de la industria.
Uno de los pocos puntos brillantes es la demanda de servicios inalámbricos en Estados Unidos, que podría lograr un gran empuje en 2002 por parte de las nuevas tecnologías que harán más fácil a los consumidores navegar por Internet sobre teléfonos móviles. En este sentido, tanto Nokia como Motorola, grandes fabricantes de microteléfonos, creen que esto podría empujar la demanda ligeramente. No obstante, los escépticos afirman que incluso este optimismo pudiera ser algo oscuro, retrasando cualquier rebote de la industria hasta finales de 2002 o incluso 2003.
Los ejecutivos de la industria están ansiosos de un giro total después de ver cómo las acciones de las telecomunicaciones han descendido un 27 por ciento este año hasta noviembre. Además, se espera que los ingresos de la industria de las telecomunicaciones estadounidenses aumenten tan sólo un 7 por ciento este año y un 6 por ciento en 2002, comparados con el salto del 11 por ciento logrado en 2000, según la firma J.P. Morgan. Parte del descenso de debe al lento crecimiento del tráfico en Internet.
Y los pronósticos sobre el gasto de capital en la industria de las telecomunicaciones es incluso más sombrío. Los analistas esperan un descenso en 2002 de entre el 10 y el 25 por ciento. En este contexto, la pasada semana Qwest redujo su presupuesto de gasto de capital para 2002 en cerca de un 24 por ciento, un hecho que han repetido otras compañías, incluidas SBC Communications o WorldCom.
Muchos analistas, inversores y ejecutivos creen que el rebote de las telecomunicaciones comenzará en 2002, pero hay poco consenso acerca de si éste será en la segunda mitad del año o a finales, ya llegando a 2003. No obstante todos están de acuerdo de que el crecimiento volverá a un rango de entre el 10 y el 12 por ciento anual.
Los proveedores de equipamiento de telecomunicaciones han sido exprimidos. Gigantes tales como Lucent Technologies o Nortel Networks han sufrido pérdidas multimillonarias y recortado sus plantillas.
Las empresas de tecnología inalámbrica parecen tener unas perspectivas más brillantes, ya que esperan que las tecnologías de próxima generación estimulen la demanda después de un débil 2001, un año en el que el exceso de teléfonos móviles y un descenso global en la demanda de equipos de telecomunicaciones hundieron las ventas.
