Cerrar un ejercicio es un buen momento para ver lo que has hecho y hacia dónde vas. Microsoft está en un momento singular y excitante, fundamentalmente porque somos conscientes del cambio en la forma de relacionarse con la información y, con ello, un nuevo modelo de la informática asociada, un nuevo modelo de computación.
Para Francisco Román, en el mundo actual y a la velocidad que se mueven las cosas, la principal cualidad es la agilidad y, por ello, la primera pregunta que nos hacemos es si los sistemas tienen la agilidad suficiente. Una respuesta que debe medirse en términos de time to market o de time to profit, pero sin olvidar la capacidad para que una organización esté cerca de suministradores y clientes.
Y ese cambio requiere un nuevo modelo de computación. La última gran revolución de la informática ha sido la informática personal, secundada por Internet. Ahora se nos plantea un nuevo modelo basado en servicios en la Web para el que las compañías deben prepararse. Un modelo tremendamente ágil, porque agilidad es el concepto a destacar por encima de cualquier otro.
Microsoft está en un momento excitante porque ha entendido esa necesidad de cambio y está en disposición de liderar el nuevo modelo de computación y hacerlo por visión, por estrategia, por recursos y por productos.
Cuando Microsoft se refiere a estrategia piensa en .Net. ¿Dónde se encuadra XP respecto a .NET?
XP son las siglas de experiencia y tiene que ver con la propia experiencia del usuario frente al nuevo modelo de computación. El primer producto de esta generación es Office XP en el que hay que destacar su integración con XML y con todo el espectro de servicios Web, que precisamente tienen como denominador común el estar desarrollados sobre unos estándares abiertos y aceptados y cuya base es precisamente XML.
Una plataforma que permite el desarrollo de otros estándares, como son UDDI o SOAP que van a impulsar la aparición de una nueva generación de aplicaciones en la Web alrededor de servicios basados en estos estándares. Y dentro de ello, Microsoft tiene la mejor visión y va a hacer la mejor aportación para esta generación de aplicaciones.
La estrategia .Net supera la idea XP. XP es una familia de productos que son parte de la estrategia .NET, que a su vez se trata de una visión completa de esa generación de aplicaciones, tecnologías y productos desde los dispositivos de acceso a la información, Pocket PC, Tablet PC o el terminal telefónico Stinger, a los servidores de empresa, pasando por la creación de servicios en la red que son como bloques de construcción. Una panoplia de esos servicios son Hailstorm y Passport.
Además hay que destacar las herramientas para desarrolladores como algo tremendamente esencial para .Net. De hecho el éxito de una iniciativa como esta depende de que haya una oferta herramientas que hagan fácil, atractivo y rentable construir aplicaciones las herramientas son muy importantes.
Un indicador de la importancia de .Net es que la corporación ha destinado a .Net un 80 por ciento de su presupuesto de I+D, que este año ha superado los 4.500 millones de dólares, superior a lo que en conjunto han invertido en ese capítulo tres de nuestros competidores AOL, Sun y Oracle.
Año nuevo, organización nueva o al menos ajustada, es casi una tradición en la compañía ¿Qué cambios va a haber en el equipo de Microsoft España y qué se pretende con ellos?
Desde el punto de vista del nuevo organigrama los cambios más relevantes son la creación de una unidad de servicios y, por otro lado, la creación de una nueva, denominada .Net, dedicada a desarrolladores. Y al hablar desarrolladores considero dos grandes familias los desarrolladores de aplicaciones, compañías de software y servicios; y los desarrolladores corporativos, aquellos que desde dentro de las grandes compañías son responsables de los sistemas y la tecnología de la empresa.
Los cambios son respuestas a algo que nos reclamaban nuestros clientes. Por una parte capacidad de ofrecer y responder con una visión unificada a todo el ciclo de vida de un proyecto, desde el principio a su mantenimiento en las fases más maduras. Por eso hemos unido las organizaciones de consultoría y de soporte.
Y también porque nuestros mayores crecimientos están en el campo de las empresas y de los servidores, allí dónde registramos incrementos del 40, 50 y 60 por ciento; indicador de que cada vez jugamos un papel más importante en lo que es misión crítica y aplicaciones estratégicas de las empresas.
Por otro lado queremos aumentar nuestra responsabilidad y capacitación en ofrecer servicios alrededor del despliegue de la tecnología porque aunque Microsoft seguirá siendo una compañía de tecnologías y productos, pero los servicios son imprescindibles para esos productos y para su despliegue dentro de la organización.
¿Eso quiere decir que Microsoft va a entrar de firme en la escena de los servicios informáticos?
El sentido primordial de nuestros servicios es el actuar de catalizadores de la nueva tecnología y asegurar al cliente el despliegue de la tecnología. Por eso Microsoft siempre tendrá una fuerza de servicios relativamente reducida, pero muy especializada, de alto nivel y responsabilidad. Aquí la palabra clave es responsabilidad; una responsabilidad que puede ser directa en los proyectos cuando el cliente o el partner así lo demanden. Vamos a aumentar nuestra capacitación y responsabilidad ante el despliegue de la tecnología, pero no creando una fuerza de socorro para situaciones desesperadas. Es más adecuada la perspectiva de catalizador trabajando en el cliente y en el partner con una fuerza especializada. No perseguimos convertirnos en una compañía de servicios ni competir con nuestros partners. El despliegue de nuestra tecnología ofrece un campo enorme y estamos convencidos de que nuestro papel en las empresas y en los proyectos de las empresas va a crecer velozmente, lo que significa que tanto nosotros como nuestros partners tendremos que esforzarnos para responder a la demanda y proporcionar los servicios que nos piden los clientes.
Para nosotros es evidente que hay cada vez más proyectos, de más envergadura y de más complejidad. Si miramos las cifras, nuestros crecimientos más altos están en esos segmentos sólo un 8 por ciento de nuestra facturación viene del consumo, mientras que el 90 está relacionado con del mundo de las empresas y algo más de la mitad de ese 90 por ciento viene de las grandes empresas y las administraciones públicas.
¿Entonces por qué parece que el mercado, precisamente las grandes y medianas compañías, no aceptan la opción Microsoft al menos con la diligencia que era de esperar?
En eso estoy en desacuerdo. Hay que medir dónde estabas, dónde estás y hacia dónde vas para calcular el movimiento relativo. Y me parece que nuestro movimiento relativo es espectacular. Sin embargo una cosa es cierta va más rápida nuestra capacidad de aportar tecnologías, que nuestra capacidad de cambiar ciertas percepciones. Puede haber inercia en la percepción de ciertas personas y tenemos que hacer un mejor trabajo para trasladar nuestro mensaje sobre lo que aportamos y lo que podemos de verdad aportar.
¿Cómo aplica esa diferencia entre lo percibido y lo real en el caso concreto de la aceptación de Windows 2000?
La trayectoria de Windows 2000 en el mercado ha sido la esperada, incluso más alta. Ciento que algunos casos ha sido más lenta pero porque la adopción de una tecnología por una gran compañía tiene que acompasarse a su propio ritmo.
Pero en general esa aceptación tiene que ver con percepciones nuestras, del mercado, de los observadores e incluso de los medios de comunicación. El lanzamiento de productos como Windows Milenium es como una andanada en los siguientes meses hay una adopción masiva. Muy diferente a Windows 2000, que tiene otro ritmo, el previsto ha superado las expectativas iniciales y hoy ya alcanza el 35 por ciento de todos los sistemas operativos que suministra la compañía.
Se ha referido con gran interés al ámbito de las grandes empresas y de las administraciones públicas como dianas de la actividad Microsoft. ¿Qué queda para las pymes?
España tiene un tejido empresarial muy extenso, del que un 74 por ciento de las compañías, cientos de miles e incluso millones se encuadran entre las pequeñas y medianas. Un tejido que significa una gran oportunidad para el país y, con ello, para la industria. Es una asignatura pendiente el lograr que aprovechen el potencial de las tecnologías de la información. En este campo queda mucho por hacer y tenemos que hacer un mejor trabajo todos los agentes del sector suministradores como nosotros, proveedores de infraestructuras, de aplicaciones, de hardware, así como la Administración incentivando la inversión y la utilización porque aunque se crece, el ritmo no es suficiente para paliar una situación que dista mucho de ser la óptima.
Por razón del número y de la dispersión llegar a la pyme precisa una capilaridad muy grande y eso significa canal y entraña distribución ahí hay un papel muy importante para que el canal conforme una oferta atractiva que presente valor real.
En el reto que tenemos está el que el uso de la tecnología sea fácil y con ventajas palpables a corto plazo. Microsoft ha lanzado un servicio que es BiCentral, una de cuyas características es que hace fáciles las cosas mediante un servicio de suscripción que te da derecho al acceso de los servicios básicos y avanzados, que son la mayoría que una empresa puede necesitar.
¿Qué hay detrás de esa filosofía cuyo exponente es BiCentral? Un afán de facilitar el acceso a servicios y tecnología. Hemos arrancado con unos 180 servicios en colaboración con muchos partners. En Estados Unidos, que es donde está más rodado ya tiene unos tres millones de clientes. Sistemas como BiCentral tendrán un efecto dinamizador del mercado pyme, pero sin duda todos tenemos que esforzarnos en ofrecer soluciones de más fácil de uso, administración, adquisición, y después más rentable en el sentido de que el valor añadido se tiene que palpar.
Aunque tiene por delante todo un ejercicio, y la tranquilidad que eso supone, que por cierto empieza para Microsoft repleto de lanzamientos, campañas y acontecimientos, un año intenso quizá para olvidar otro no tan activo, ¿qué puede decirnos del comportamiento del mercado en el que se barajan calificativos como antipático, expectante, incierto…?
Hay síntomas preocupantes, que unos llaman desaceleración y otros recesión, pero en cualquier caso lo que hay es inquietud. Pero uno conoce aquello que toca y en lo que trabaja. Para nosotros es una satisfacción ver que en momentos de inquietud somos capaces de dar una contribución real a nuestros clientes porque en productos, servicios y en la estrategia que engloba estos productos y servicios ofrecemos esa agilidad que esencial en estos momentos. Y en situaciones de inquietud es cuándo el mercado reconoce ese valor real.
Además quisiera destacar que somos una compañía agresiva en innovación, ambiciosa en lo comercial, pero a la vez realista y conservadora. Microsoft no se fija objetivos desmesurados, ni suele alimentar unas expectativas fuera de lo común. Y además somos una compañía que vive austeramente. Las ventajas de esa forma de ser se hacen evidentes cuando los tiempos son más duros y una mentalidad más sobria y expectativas coherentes te capacita para contribuir y alcanzar los objetivos. Los tiempos que corren no son de los más fáciles, pero los llevamos con un optimismo razonable basado en nuestra capacidad de contribuir con valor real.
Y como realistas y conservadores nos fijamos planes de crecimiento, tanto en ventas como en márgenes, y eso es sano; tanto como no restringir en lo fundamental, como el I+D.
Veremos qué pasa, Microsoft vive constantemente en el veremos qué pasa porque su virtud fundamental es la innovación y la capacidad de arriesgarse con las ideas que tiene. ¿Cuál es nuestra gran apuesta ahora? punto net por eso estamos poniendo todos nuestros recursos y estamos convencidos de que está siendo y va a ser nuestra gran contribución a la industria y al mercado.
Ángel González
