El asentamiento del renting informático

Cada vez más compañías españolas se acogen a la fórmula del renting para dotar y actualizar sus equipos informáticos. Un negocio en el que banca, fabricantes y compañías independientes compiten y en el que el usuario cuenta con ventajas muy diferentes.

Publicado el 11 Jul 2001

La rápida caducidad de la tecnología es un gran problema para muchas empresas que funcionan con la informática como piedra angular de su negocio. Las inversiones suponen al final de cada año mucho dinero a las compañías. Sin embargo la fórmula del renting informático, no demasiado extendida en nuestro país, se presenta como la figura que permite a los usuarios contar con la última tecnología disponible en el mercado sin tener que hacer grandes inversiones. En definitiva con el renting lo que hace una la compañía o usuario es pagar por un uso, un servicio, no por un producto. La objetivo final no es adquirirlos, como en otras fórmulas como el leasing, sino disfrutarlo y además contar con ventajas fiscales importantes

El renting ofrece un sinfín de ventajas a nivel fiscal, financiero, contable, etc., que las empresas deben tener en cuenta cuando vayan a acogerse al mismo. El renting es el producto del futuro y en España estamos en el primer escalón. Muchas grandes compañías empiezan a darse cuenta de que un proceso de renting/outsourcing es el futuro, comenta José V. Fernández, presidente de CA Metropolitan, compañía independiente dedicada la renting informático.

Aunque el desarrollo de esta nueva fórmula de uso de bienes es relativamente nuevo en nuestro país -a principios de los años 90-, la gran explosión sin duda la está sufriendo en la actualidad el área de la automoción. Sin embargo el renting informático lleva unos años dando fuerte y es un triunfador entre los clientes que demandan una contratación flexible y con las máximas ventajas fiscales, conjuntamente a una gestión global de servicios, a través de un proveedor especialista en la materia, según David Pérez-Tomé de Daperton Services.

Hemos pasado ya la fase de tener que explicar al cliente lo que es el renting, comenta Víctor García, director del Finance Service de Bull, para explicar la situación del renting informático en España. El crecimiento en los últimos años del renting informático, entre un 30 y un 35 por ciento anual, está dando una nueva opción a los empresarios. Sin embargo hay que tener en cuenta que el renting es un producto como tal no regulado en la legislación española y no existe un estándar en la práctica empresarial. La forma de entender el renting es como la de un arrendamiento.
Cierto es que al final del contrato de renting el bien arrendado no pasa en propiedad al arrendador, como con otros modelos, sin embargo las ventajas son múltiples. Sin duda una de ellas, y quizás la principal, es que la compañía puede contar con toda tecnología que necesite, sin realizar un desembolso o inversión cuantiosa. De esta forma podrá utilizar los recursos, que pensaba utilizar en equipos informáticos, en otras áreas del negocio.

Además, a efectos contables, estos bienes no se incorporan como inmovilizados de la empresa. El renting se contrata como un servicio, con una sola factura y no se refleja la deuda en el balance de la sociedad. En el apartado fiscal es un gasto 100 por ciento deducible, sin problemas de amortización ya que los bienes no son de propiedad. Por último hay que tener en cuenta que no existe opción de compra al finalizar el contrato, pero sí una posible renovación o realización de un nuevo contrato.

Por otro lado, es preciso tener en cuenta que la variedad de contratos es amplia aunque por lo general incluyen entre sus servicios, denominados de valor añadido, instalación reparación de averías in situ o en un laboratorio especial, así como asistencia en un rango horario variable, asistencia telefónica, sustitución de equipos y en los casos de equipos u operaciones más complejas existen servicios de consultoría y programación.

Por otra parte el seguro, de este alquiler, es otros de los servicios añadidos de especial importancia, pudiendo variar (parcial, todo riesgo, etc.).

El periodo del contrato del renting es otro factor a tener en cuenta, ya que los bienes informáticos, como en otros casos, no se contabilizan tanto por el plazo de vida del bien, sino por su vida tecnológica o vida útil -el tiempo que esos equipos son realmente útiles a la compañía-.

Dentro del renting general se consideran que los productos que con más rapidez quedan obsoletos son los informáticos que lo hacen en dos o tres años. También hay que tener en cuenta que la vida útil puede verse reducida o ampliada porque no responda a las necesidades en ese momento del cliente, no porque la tecnología haya quedado atrasada o sustituida por otra nueva.
Hoy por hoy son tres los tipos de agentes que ofrecen servicios de renting informático fabricantes, compañías independientes y banca, y compiten en un mismo mercado. Sin embargo sus objetivos y forma de actuar son diferentes.

Fabricantes como Bull, IBM o Compaq, entre otros, no han querido perder el tren del renting como un nuevo servicio a sus clientes y como forma de fidelizar a este segmento. Estos grupos suelen ofrecer sus productos y en ocasiones otros de marcas diferentes, con la apuesta de un mejor precio, ya que evitan intermediarios, además del conocimiento profundo del producto.

Por otra parte la banca y las empresas independientes cuentan con la ventaja de ofrecer un abanico de productos más amplios, ya que trabajan con compañías multimarca y sin estar ligados a ninguna de ellas. La posibilidad de rentabilizar los pasivos ha sido una de las causas de la entrada de muchos bancos en el negocio del renting. Por otra parte si un cliente desea un renting por sus ventajas económicas y no por la renovación de bien, los bancos tienen muchos puntos a su favor ya que poseen el pasivo más barato. Son necesidades diferentes con agentes que pueden ofrecer un servicio determinado.

Una vez que ha finalizado el contrato y el usuario no desea prorrogar su uso, el mercado de segunda mano es la salida de estos productos. Si no hay mercado secundario, no hay renting, señala Fernández de CA Metropolitan.

Las claves de este mercado residen en el uso que se le haya dado al bien y cómo de desfasado se haya quedado en le mercado, ya que unos o equipos o tecnología quedan obsoletos antes que otros. Según Fernando Ruiz Bardavío, director comercial de Banesto Renting, la fijación de un mercado residual depende de la existencia de un mercado de segunda mano más o menos organizado, amplio y transparente que permita obtener valores elevados de reventa del bien usado.

Según Ruíz Bardavío, existe un importante mercado de segunda mano, el cual valora mucho más los grandes equipos, como servidores, que los ordenadores portátiles y de sobremesa. Aunque depende mucho de la evolución de las tecnologías. En general destaca un mercado residual con valores muy bajos. Y esto influye tanto en las compañías como en los usuarios, pues cuanto más beneficios distribuidos gane la empresa mejores precios y flexibilidad habrá en los contratos.

Esperanza Navas

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Redacción Computing

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