El inevitable crecimiento del e-business, la gestión remota de extensas bases de datos y la necesidad actual de gestionar la información crítica como clave del negocio corporativo, han transformado el modelo actual de almacenamiento de datos. El modelo actual de almacenamiento que tienen implantado la inmensa mayoría de empresas y organizaciones se basa en una arquitectura informática en la que cada servidor de la red de trabajo (L.A.N.) tiene conectado, interna o externamente, su propio dispositivo de almacenamiento. A este modelo de gestión se le denomina Server Centric.
El modelo empleado en las redes S.A.N. se centra en la independencia de los servidores respecto a todos los dispositivos de almacenamiento de que se disponga, los cuales pueden compartirse, de una forma completamente automatizada si se desea, por parte de los diferentes servidores de aplicaciones. A este nuevo modelo de gestión del almacenamiento de datos se le denomina Storage Centric.
La tendencia actual, Server Centric, no puede dar respuestas satisfactorias a las necesidades actuales y futuras que exige la gestión de un volumen de datos muy importante, que además crece con enorme rapidez. Igualmente, es imperiosa en todas las empresas la necesidad de tener disponibles esos datos, de forma rápida y permanente.
Son por tanto estas exigencias las que marcan la pauta para el desarrollo de nuevas tecnologías de almacenamiento, cuyo resultado final son las redes SAN, claramente diseñadas y definidas para seguir las nuevas tendencias y dar una respuesta técnica contundente a las exigencias antes mencionadas.
La tecnología SAN está completamente preparada para ser utilizada por todo tipo de compañías. Está suficientemente probada y ha resultado funcionar con plena satisfacción de los usuarios que ya la han implantado. El standard del interfaz Fibre Channel, alma máter de las redes SAN, está plenamente definido, a la vez que los sistemas de almacenamiento se encuentran disponibles y probados, al igual que los elementos que garnantizan la conectividad.
El mayor freno para una implantación generalizada esta infraestrcutura en las organizaciones radica en los propios usuarios. Bien por falta de presupuesto o bien por miedo al cambio tecnológico, continúan esperando o planteándose su adopción, sin advertir las grandes ventajas económicas que a la larga supone la implantación de una SAN.
No obstante, la tendencia a escala mundial es muy significativa y resulta imparable. Un estudio realizado en Estados Unidos el pasado año arrojó los siguientes resultados el 4 por ciento de las empresas encuestadas ya tenía instalada una red SAN; el 20 por ciento, dispondría de ella en el año 2000, mientras que el 75 por ciento la tendrá oprativa para 2001.
La adopción de una arquitectura SAN no requiere inversiones muy elevadas. En primer lugar, hay que tener en cuenta que los servidores y los subsistemas de almacenamiento son en cualquier caso imprescindibles, independientemente de las marcas o modelos que se elijan. Como añadido, si hablamos de dispositivos de almacenamiento, las facilidades que ofrecen las redes SAN para compartir dichos subsistemas reducen considerablemente las inversiones necesarias.
Por tanto, las inversiones específicas y de peso se centran en los elementos de conectividad y en las horas de aprendizaje, es decir, nada que no pueda ser asumido por la gran mayoría de empresas de tipo medio.
La amortización de esas inversiones se cumple rápidamente, en un plazo de un año o incluso antes. Tan sólo partiendo del ahorro de costes que supone la gestión de los datos, cualquier inversión en tecnología SAN queda justificada.
Por estos motivos, todo tipo de organizaciones con una cantidad media de servidores de aplicaciones se benefician claramente de su implantación. Y aún más ventajoso resulta para las corporaciones que demanden una solución efectiva para alguna de las siguientes prioridades o necesidades problemas de paralización prolongada del sistema a causa de la ventana de backup; necesidad de consolidar el almacenamiento de los datos, para reducir las inversiones y los gastos de gestión necesidad de implantar una infraestructura para la ata disponibilidad de la información, así como aplicaciones intensivas en el movimiento de datos.
Una vez convencidos de las ventajas que puede reportar la adopción de una red SAN, lo más aconsejable es ponerse en manos de una empresa especialista en la materia, que pueda cubrir todas las etapas necesarias para una implantación correcta y satisfactoria, esto es investigación, análisis de datos y propuesta técnica; período de recomendación, valoración económica y aprobación; etapa de implementación y formación. Por último, la firma que implementa la solución debe ofrecer soporte técnico integral y mantenimiento on-line permanente para asegurar el crecimiento del cliente.
