El negocio electrónico y los procesos B2B y B2C han dejado de ser palabras de moda para pasar a ser una condición necesaria para que las empresas continúen siendo competitivas en el mundo de los negocios. Frente a las predicciones más pesimistas de ciertas voces del sector, todos los indicios apuntan a que este año 2001 supondrá el despegue definitivo del e-business en nuestro país.
Además de ser el gran objetivo de la mayoría de las empresas, el concepto de negocio electrónico se constituye como el primer paso para incorporarse a la nueva forma de hacer negocio del siglo XXI. En nuestro país, y a juzgar por la opinión de la mayoría de observadores, parece que el e-business todavía no goza de peso importante ya que tan sólo un 10 por ciento de la empresas medianas y grandes de este país utilizan herramientas B2B y/o B2C como el canal de compra o venta de productos y servicios. En este sentido si las empresas analizadas fueran exclusivamente grandes corporaciones, el porcentaje sería de casi el doble. Los resultados indican que en España se hace todavía poco negocio electrónico y de momento, además, tampoco se invierte gran cosa. No obstante, las predicciones de futuro apuntan a que las inversiones van a crecer sustancialmente a lo largo de 2001.
Analizado el crecimiento por sectores, el sector financiero, que invirtió durante el pasado año 2000 el 0,3 por ciento de sus presupuestos en e-business, tiene previsto dedicar nada menos que el 16,3 por ciento en 2001 a este área. Menos significativas han sido las previsiones de crecimiento en otros sectores analizados como, por ejemplo, Servicios, que pasará del 1,4 por ciento al 4,8 sus partidas para el desarrollo de proyectos e-business. Lo mismo ocurre con la Administración (del 0,1 al 4,8 por ciento), actualmente inmersa en su batalla por integrar e integrarse en el universo online. Un fenómeno similar ocurre con el resto de los sectores analizados que, a lo largo de este año, dedicaron menos del 1 por ciento a ese tipo de proyectos, mientras que para el 2001 las cifras se disparan pasando del 0,9 por ciento del presupuesto al 4,3 por ciento a finales de este año.
En cuanto al uso general del e-business en las empresas, las perspectivas son ciertamente alentadoras, ya que las previsiones de las compañías marcan crecimientos de tres dígitos. El más espectacular es el de Finanzas, que arroja un crecimiento en la utilización del e-business como canal tanto de venta como de compra del 549,4 por ciento, lo que significa que mientras el pasado año solo el 8,7 por ciento de las empresas lo utilizaba, en el 2001 serán más de la mitad de las empresas incluidas en ese segmento de negocio las que lo incorporen. El caso de la Industria es similar ya que este sector marca un incremento del 265 por ciento, lo que representa pasar de 7,2 al 26,3 por ciento en cuanto a empresas que van a utilizar entornos B2B a lo largo del próximo año.
En inferiores porcentajes se repite el fenómeno para el sector de la distribución, cuya utilización del e-business va a incrementarse casi en un 150 por ciento y, algo más tarde, hacia finales de 2001, le llegará el turno a la Administración. En resumen, se puede concluir que son más numerosas las empresas que venden a través de Internet que las que compran a través de la red global, con una diferencia de algo más de un punto a favor de los que venden.
Las pymes, a la cola de Europa
Tomando en consideración que el tejido industrial de nuestro país se compone de pymes en su mayoría, y que éstas representan el 65 por ciento del PIB, resultan poco optimistas los datos que se desprenden de un estudio recientemente realizado sobre una muestra de 201.000 empresas españolas por Sage Software y Servicios. La voz de alarma que refleja dicho estudio alerta de que, a pesar de que ya existen 112.000 empresas españolas con una página web, únicamente 1.900 afirman vender a través de la Red. La operatividad de negocio electrónico que sigue la mayoría de estas empresas, de acuerdo con sus experiencias, es la de realizar una compra a través de Internet que en España suele ir precedida de una llamada telefónica que, normalmente, la realiza el comprador por iniciativa propia con el objetivo de verificar la recepción del pedido y de la mercancía en el plazo requerido. Para los observadores esta forma de operar no puede considerarse comercio electrónico, dado que Internet significa otras muchas cosas como personalización, interconectividad y actualización. Una situación que sólo será real cuando haya un nivel de interactividad total entre el back-office y el front-office de la empresa.
Sin embargo, el estudio también refleja que hay una conciencia en las empresas en cuanto a la necesidad de implantar los procesos B2B y B2C, como lo refleja el hecho de que el 58 por ciento de las 112.000 empresas españolas que tienen presencia en Internet manifiesta tener planes para desarrollar esta forma de venta en los tres próximos años, y la existencia de más de 50.000 proyectos de comercio electrónico en desarrollo. En este sentido, los principales estímulos que están motivando en desarrollo son ampliar el mercado (60 por ciento), mejorar el servicio (55 por ciento), incrementar sus ventas (37 por ciento), agilizar su logística (36 por ciento), y reducir sus costes (12 por ciento). En relación con otros países europeos, el estudio refleja una posición retrasada de España en e-commerce (menos del 2 por ciento de las ventas) con respecto a Gran Bretaña (6,5 por ciento), Alemania ( 10 por ciento) y Francia ( 5 por ciento).
La llegada del euro se perfila como una causa eminentemente aceleradora del desarrollo del comercio electrónico. En el estudio se afirma que el efecto euro multiplicará por 10 el volumen de ventas que se realizarán a través de la Red, lo que supondrá en 2005 un 25 por ciento de los gastos de los consumidores (B2C) y un 70 por ciento de la actividad empresarial (B2B). Y es que, hoy por hoy, la mayoría de pymes desconocen las verdaderas implicaciones que el establecimiento del euro supondrá para sus empresas.
