Si tradicionalmente la tarea de los Responsables de la Dirección Informática ha estado marcada por una complejidad, que viene aumentando con simultaneidad a la aceleración de los avances tecnológicos y con la intensificación del carácter estratégico de las TIC como soporte fundamental de los procesos de negocio, el difícil momento económico, que se ha traducido en la reducción de las partidas presupuestarias destinadas a TIC, ha intensificado los retos que, de por sí, constituyen la labor diaria de estos profesionales. Si al ajuste de los presupuestos se suma además el aumento creciente del porcentaje que las licencias de software significan con relación al montante económico disponible para TI y una falta de credibilidad del propio departamento de TI dentro de la organización, la situación no puede calificarse de fácil.
En estas circunstancias y desde el punto de vista del director general de Telenium/GigaGroup, Carlos Álvarez, son tres los asuntos que mantendrán un carácter prioritario para los RDI de cara a este año la gestión de proyectos, la distribución de servicios TI y los Recursos Humanos.
Con respecto al primer punto, hay que tener en cuenta que cada vez en mayor medida, las empresas determinan y alcanzan sus objetivos a través de iniciativas, como la creación de nuevos servicios o los programas de ahorros de costes, etc., y cada uno de estos objetivos se convierte en un programa que consta, a su vez, de múltiples proyectos, como señala Álvarez, quien entiende que el éxito de estas iniciativas radica en la capacidad de optimizar procesos y replicar las mejores prácticas y es, especialmente en este campo, donde el departamento de TI tiene mucho que aportar.
Por otra parte y en relación con la distribución de los servicios TI, empieza a consolidarse un modelo en el que el departamento de TI se concibe como una unidad que proporciona servicios al resto de la organización. Es preciso desarrollar un modelo de distribución de servicios enfocado a las personas, procesos y a la aplicación que se hace de la tecnología, de manera que se logre no sólo el control de los costes y la máxima efectividad de las TI, sino también la credibilidad del propio departamento, que ha de ser visto como un partner más del negocio, apunta Álvarez, quien añade que teniendo en cuenta que las expectativas depositadas en el departamento de TI son a menudo altas, el responsable de sistemas debe adquirir un compromiso estrecho con la empresa y con la posición de ésta en el mercado, aportando asesoramiento clave en cuanto a tendencias tecnológicas, riesgos y amenazas.
El tercer punto, los Recursos Humanos, se revela como otros de los asuntos que acaparará la atención de los RDIs. Y es que aunque pueda resulta tópico señalar la importancia del capital humano y de su gestión en las organizaciones, sobre todo ahora que la recesión se traduce en un reducción de la rotación y de los incentivos que pueden motivar la marcha de los profesionales, el departamento de TI no puede descuidar este ámbito. El RDI ha de continuar esforzándose por identificar a los mejores profesionales, cuidarlos y motivarlos ya que, de lo contrario, en cuanto la situación mejore, se corre el riesgo de perder un valioso capital, difícil de reemplazar en situaciones de auge económico, como advierte Álvarez.
En este aspecto insiste el director del Departamento de Medios Tecnológicos de la Caja de Ahorros de La Rioja, Antonio Simón Díez, quien considera que el ajuste de los presupuestos en TI ha intensificado la ya de por sí difícil tarea de contratar personal técnico especializado. La tecnología avanza a pasos agigantados y los Recursos Humanos son los mismos, y dada la dificultad de formación y actualización, cada vez es más difícil no solamente medir y mostrar el valor de la tecnología, sino hasta poder trabajar utilizando los últimos recursos, herramientas, lenguajes, etc. del mercado, comenta el directivo, quien considera que, ante esta situación, los medios con que principalmente cuenta la Dirección de Informática es aprovechar a las empresas especializadas subcontratando sus servicios.
La externalización o outsourcing es otro de los asuntos que absorberá la atención de estos profesionales. Y en este sentido, la opinión de Fernando Macho, director de Infraestructuras Informáticas de Unidad Editorial El Mundo, es bastante reveladora la tendencia de las empresas es a la externalización, en especial de todo aquello no constituye el núcleo de su negocio; ahora bien, nunca, desde mi punto vista, se debe externalizar la estrategia de la compañía y, por supuesto, tampoco la estrategia a largo plazo de los departamentos de TI. Sin embargo, si me parece muy importante que, cada vez más, los directores de TI centren su trabajo en estrategias de negocio más que en estrategias tecnológicas; cada vez es más revelante la visión del negocio y la gestión de éste que las líneas tecnológicas concretas que se adopten y, en este sentido, la evolución de los puestos directivos de TI dependerá principalmente de la facilidad que tengamos de irnos olvidando de la tecnología para convertirnos en auténticos gestores del negocio.
Llegado este punto hay que señalar que se hace que patente que los RDI cada día están más informados de los temas de negocio e incluso en, algunos casos, son antiguos gerentes de empresa, una experiencia a la que suman su conocimiento a fondo de las ventajas e inconvenientes asociados a la aplicación de nuevas tendencias como el outsourcing de procesos, la fuerza de trabajo móvil o los proveedores de servicios múltiples.
